Lokos y Xifladas

Lokos y Xifladas

miércoles, 31 de octubre de 2007

HERMOSAS...















Y.. yo que tenia miedo.....♥




Y yo que nunca tuve miedo
Temi al verte de esa forma
Inmenso parado frente a mi
Vestido solo con la luz de la luna

Y cuando tu lujuria
se perdia entre mis piernas
cerraste las ventanas
para alumbrarme
con tus ojos

y yo que te tenia miedo
un miedo grande de tocarte
cuando cerraste las ventanas
comence a amarte…

Afrodita…♥






El Amor en los Tiempos del Cólera.

El amor en los tiempos del cólera es una novela de amor de Gabriel García Márquez, Premio Nobel en 1982, publicada en 1985. Es, principalmente, un compendio acerca del amor y sus múltiples variantes, un estudio sobre el paso del tiempo que destruye y reconstruye almas y ciudades, sobre la memoria y sus infinitos laberintos.
La trama se desarrolla en Centroamérica a
principios de siglo, época en la cual, según el narrador, los signos del enamoramiento podían ser confundidos con los síntomas del cólera. Al igual que el caudaloso Magdalena, a cuyas orillas se desarrolla, la historia serpentea y fluye, rítmica y pausada, y prosa abajo va narrando a través de más de sesenta años la vida de los personajes principales, Fermina Daza, Florentino Ariza y el doctor Juvenal Urbino de la Calle. Y poco a poco, este escenario y estos personajes, como una mezcla tropical de plantas y arcillas que la mano del autor modela y fantasea, van desembocando en los terrenos del mito y la leyenda, acercándose a un oscilante y tenue final feliz.
Sin duda, la temática es profunda, rica, realista y conmovedora.
García Márquez hace hincapié en cuestiones trascendentales en la vida del hombre, tales como la familia, la amistad, el amor en las diferentes etapas de la vida, la fidelidad, la convivencia conyugal, y la muerte, apelando para ello a un recurso ampliamente descriptivo.
Mediante un
lenguaje lleno de riqueza y versatilidad, el escritor colombiano narra el esquema complejo, verosímil y esperanzado de un mundo que se asemeja, más de lo que nosotros pensamos, al mundo en que vivimos. De esta manera nos demuestra una vez más que la vida no es otra cosa que el trabajo interminable para el que los seres humanos fuimos creados.

martes, 30 de octubre de 2007

A mi Novia le gusta enseñar su Culito. (I)

Les puedo asegurar que esta historia que les contaré sucedió tal cual se las relataré. Lo único que cambiaré serán los nombres de los personajes por motivos obvios. Me llamo Sergio, vivo en Buenos Aires, Argentina, tengo 40 años y estoy viviendo en pareja hace 2 años con Marcela, una muy linda rubia de 25 años, 1,67 mts de estatura, 85 de pecho, 62 de cadera y una cola súper paradita (a fuerza de mucho gimnasio) y con la piel muy suavecita. Al principio de nuestra relación en la cama siempre fuimos muy conservadores, nada de fantasías extrañas, nada de sexo anal, nada de películas porno ni nada de juguetes.

Así transcurrían nuestros días hasta que en una ocasión, yo estando en el baño de mi oficina escuche la conversación de dos compañeros, Eduardo y Leonardo, hablando de mi novia, la cual habían conocido en un evento para la presentación de unos nuevos productos que se había realizado el sábado anterior y al cual habíamos concurrido todos los integrantes de la empresa con sus respectivas novias o esposas. Al escuchar el nombre de Marcela me escondí para no ser visto y al prestar atención no podía creer lo que escuchaba.

A continuación les transcribo lo más textual posible la charla:

- ¿Viste el culo que tiene la pareja de Jorge?, preguntó Eduardo

- Ni que lo digas, no pude dejar de mirárselo en toda la noche, contestó Leonardo

- También con ese pantalón que tenía y esa tanguita que se le marcaba toda.

- Además, me parece que le gusta mostrarlo, porque cada vez que notaba que la estaba mirando se hacía la tonta y lo paraba más.

- Te parecerá a vos. Con Jorge siempre hablamos de lo tímida que es Marcela y lo que le cuesta a él realizar algunas de sus fantasías.

- Yo lo único que te digo es que me parece que esta es una putita barbara y que le encantaría que le rompan el culito de una buena vez y yo me anotaría en primer lugar.

En ese momento salieron del baño y yo me quedé con una sensación de bronca tan grande que solo era comparable a la calentura que me había dado escucharlos hablar así de Marcela. A partir de ese día note lo que me excitaba saber lo deseada que era mi novia y cada vez que teníamos relaciones fantaseaba con la idea de que hubiera gente mirándole la cola a Marcela mientras ella la movía contenta de mostrarla. Así trascurrieron varios meses, hasta que en una oportunidad y en un momento que estábamos tomando sol en el bacón de casa, vi que se metía la tanga que tenía puesta bien adentro de la cola. Cuando le pregunte que hacía, me contesto que era para que no le quedaran las marcas de la malla, pero en realidad me di cuenta que se había levantado de la reposera y se había colocado de espaldas a la reja del balcón dándole un espectáculo bárbaro a dos jóvenes que vivían en un edificio de enfrente y que no se podían despegar de la ventana. Al darme cuenta y creyendo que Marcela no se había dado cuenta le aviso:

- Marce, date vuelta que te están mirando de enfrente.

- ¿En serio? Da vuelta la cara y viendo a los chicos les saca la lengua, se las pasa por los labios, luego me mira y me dice:

- Déjalos que miren, me calienta pensar que esta noche van a hacerse una paja pensando en mi.

No podía creer lo que escuchaba y veía, la tan recatada de mi novia ofreciendo el culo para que unos desconocidos se lo miraran cuanto quisieran y además reconocer que eso la calentaba. No supe que decir, automáticamente sentí que comenzaba a tener una erección monumental y comencé a dar crédito a lo que había mencionado mi compañero Leonardo en la ocasión del baño. Como pude, me pare de la reposera y me acerque a ella le di un beso en la boca y susurrándole al oído le comente que lo que estaba haciendo era una de mis fantasías de los últimos meses y que si a ella le gustaba yo no me pondría celoso, al contrario, le ayudaría a desarrollar su fantasía y llegar hasta donde ella quisiera.

Cuando escucho esto, me miro fijo y me preguntó:

-¿Llegar hasta donde yo quiera?

- Sí, ¿porqué? ¿Hasta donde quieres llegar?, le respondí.

- Me gustaría mostrarle la cola a estos chicos sin la mallita. ¿Me dejas?

La conversación había llegado al punto que yo ya no podía soportar mas que mi chota estuviera encerrada en el pantalón. Ella me miraba como esperando la respuesta, sin dejar por supuesto de arquearse cada vez más para mostrarse mejor a estos chicos que ya a esta altura y sin ningún disimulo habían sacado sus chotas y se estaban haciendo flor de paja.

- ¿No te parece que sería demasiado?, ¿No te da vergüenza? le pregunte.

- No, para nada, lo único que me da un poquito de vergüenza es confesarte que siempre me gustó mostrarme y especialmente me excita muchísimo cuando los hombres me miran y desean mi colita.

Vi en su cara que contarme esto la calentaba terriblemente, y yo que con mi calentura no me quedaba atrás le seguí preguntando.

- ¿Le mostraste la colita a muchos señores en este ultimo tiempo?

- A varios, ¿queréis que te cuente la última vez?

- Fue ayer cuando salí del edificio para el gimnasio con las calzas azules y al ver que Sergio (el portero) y Rubén (el de seguridad) no podían sacarme los ojos de encima, me abrí un poco de piernas, me agache sin flexionar las rodillas y hice como que me ataba el cordón de las zapatillas, poniéndole la cola a un metro de la cara de ellos. Me clavaron la vista y pude ver como Rubén se puso la mano en el pantalón y murmuro algo que no llegue a escuchar. Esto me calentó tanto que tuve que volver a casa a cambiarme porque me había mojado toda.
A medida que me contaba esto se había abierto un poco mas de piernas y empezaba a tocarse la conchita, siempre mostrando su culito a todos los que quisieran verlo en las ventanas de enfrente.

- Bueno, si no te da vergüenza, sácate la tanga, pero espera que me vaya para adentro, para mirarte desde ahí.

Lo único que yo quería era no perderme nada del espectáculo que estaba por dar mi novia, y lo quería ver mientras me hacía flor de paja. Cuando la deje sola, giró la cabeza hacia los mirones, sacó la lengua pasándosela por los labios, tiró de cordón de uno de los costados de la maya desatando el nudo y voilá, ahí estaba parada en el bacón con las piernas abiertas, un dedo dentro de su conchita y apuntando su colita desnuda en plena luz del día a decenas de ventanas.

Se arqueaba cada vez más, se abría los cachetes con la mano, mostrando su lindo agujerito y siempre sin dejar de masturbarse, la escuchaba que decía en voz baja

- ¿Les gusta mi cola? ¿Les gustaría chuparla?, aquí la tienen, toda para ustedes.

De repente me miró a través del vidrio y me rogó que le metiera la pija en la boca, cosa que no pude evitar ya que estaba por estallar. Así que salí al bacón, la tome de los pelos, y ella me empezó a comer la chota, mientras yo ya fuera de sí, le gritaba:

- ¿Te gusta que te vean la colita putita? ¿Te gustaría tener ahora otra pija por atrás?

Ella asentía con la cabeza y gemía como nunca la había escuchado. Ya había acabado como 5 veces.

Yo seguía: ¿Sabes todos los señores que se deben estar pajeando con tu culito?, ¿Te gustaría tenerlos todos aca, no puta? Siiii decía ella, pero ya no aguante mas y tuve un orgasmo monumental, el cual Marcela se tragó hasta la última gota. Le di una palmadita en la cola y nos metimos para adentro, sin antes ella darse vuelta y dirigir un beso hacia las ventanas.

Mañana continúa.....

Pillado de la Red.

Inmigración.

Porque tantas voces se alzan en su contra?
Hay muchas cosas que me hacen sentir vergüenza de nuestro país, España, y una de ellas son las miles y miles de voces en contra de la ola de inmigración que actualmente recibimos. Gran parte de esa vergüenza la siento porque este ha sido un país de emigrantes. Nuestra sociedad ha sufrido muchísimas oleadas de emigración, y por muy diversos motivos, y en muy diferentes épocas históricas. Hace pocos años, miles y miles de españoles debieron salir de este país en busca de algo para poder comer. Si, suena duro, pero fue una realidad hace apenas 50 años. De aquí salieron cientos de miles de personas en busca de la mínima oportunidad para subsistir, sufrieron inclemencias variadas por serios motivos económicos. Otros cientos de miles debieron emigrar por serios motivos políticos. Huyendo de un muro de fusilamiento, o bien a condenas de cárcel por tener un simple ideal político. Si sumamos, son muchísimos cientos de miles de españoles que hicieron lo mismo que estos inmigrantes actuales hacen, buscar una subsistencia que su país no les ofrece.
Las formas varían, claro está que varían, todo varía en este mundo, menos mal. Pero las formas no hacen que el fondo sea el mismo.
Por otro lado, me extraña mucho que nadie piense, al menos no oigo ni leo ese tipo de voces, diciendo lo evidente: en pocos años hemos pasado de emigrar a países avanzados para hacerles su “trabajo sucio”, el que su población se negaba hacer, a estar hoy día en una situación receptora de inmigrantes que vienen hacernos ese trabajo que, por lo general, somos nosotros quienes nos negamos hacer. No vienen a dirigir nuestros bancos, no vienen abrir despachos, vienen a cargar los bloques para construirnos nuestras casas, a lavarnos coches, a recoger nuestras cosechas. Eso hacen, nos recogen las fresas nuestras, y ya no somos nosotros los que se las recogemos a los franceses (¿¿recordáis las salidas masivas a la recolecta francesa??).
Y el último, (por ahora) las arcas del estado las están saneando en gran parte esos inmigrantes que tanto criticamos en España. Hace pocos años las cotizaciones a la seguridad social no aseguraban el que pudiésemos llegar a cobrar pensiones decentes de jubilación. Esto cambio radicalmente tras la llegada de miles de cotizantes y sus aportaciones, muchas de ellas en patera. Antes al personal de servicio domestico se le decía: la “chacha”, ahora se dice: la ecuatoriana, la boliviana... y por algunos desaprensivos: la “sudaca”.
Que no todos trabajan?? Que algunos roban?? Si, cierto, algunos no trabajan, pero miles y miles lo hacen y en condiciones indecentes, por culpa de muchos empresarios españoles que se aprovechan de sus situaciones para enriquecerse aún más de lo que ya están. Que nos roban algunos?, si cierto, quizás sea debido a lo primero que ven según llegan a nuestras costas, chorizos, mangantes y demás corruptos. No nos traen ellos los ladrones, no, ya tenemos aquí los suficientes, incluso para exportarlos.
Un abrazo... y a la espera vuestros comentarios.....

Verde, Campo, Agua.




















Pablo Neruda

Neftalí Ricardo Reyes Basoalto nació en Parral el año 1904, hijo de don José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y doña Rosa Basoalto Opazo, maestra de escuela.
En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con Trinidad Candia Marverde. Realiza sus estudios en el Liceo de Hombres de esta ciudad, donde también publica sus primeros poemas en el periódico regional La Mañana. En 1919 obtiene el tercer premio en los Juegos Florales de Maule con su poema Nocturno ideal.
En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en la Universidad de Chile, donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera con el poema La canción de fiesta, publicado posteriormente en la revista Juventud. En 1923, publica Crepusculario, que es reconocido por escritores como Alone, Raúl Silva Castro y PedroPrado. Al año siguiente aparece en Editorial Nascimento sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en el que todavía se nota una influencia del modernismo. Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal de intención vanguardista en tres breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ; Anillos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre infinito.
En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado cónsul en Rangún, Birmania. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Federico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. En 1935, Manuel Altolaguirre le entrega la dirección a Neruda de la revista Caballo verde para la poesía en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese mismo año aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra.
En 1936 al estallar la guerra civil española, muere García Lorca, Neruda es destituido de su cargo consular, y escribe España en el corazón.
En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura.
En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una intención social, ética y política. En 1952 publica Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 aparece Estravagario con un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se le otorga el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford , Gran Bretaña. En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.
Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973 . Póstumamente se publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.

Marques de Sade.


Nació el 2 de junio de 1740 en París en una familia de la antigua nobleza provenzal, vinculada a la rama menor de la casa de Borbón. Inicia su educación en el monasterio benedictino de Saint-Léger d’Ebreuil y posteriormente en el colegio Jesuita d’Harcourt de París, en donde un sacerdote y tío suyo, el abad Jacques-Franois de Sade, será su tutor. Con diez años es observador de las contínuas orgías que éste celebra en su castillo de Saumane. Ingresó en la escuela de Caballería de la Guardia Real y participó en la guerra de los Siete Años con el Ejército francés. Cuando cuenta veintitrés años, abandona el ejército y contrae matrimonio “por conveniencia” con Renée Pélagie Cordier de Launay de Montreuil, la hija de un nuevo rico, de París. Su suegra, la señora de Montreuil, será a partir de ahora su peor enemiga. Su esposa lo acompañó en sus frecuentes huidas de la ley, escribiéndole y visitándole frecuentemente en las diferentes cárceles en las que estuvo recluido. Su primera detención por el delito de actos de perversión sexual en una mujer, blasfemias y profanación de la imagen de Jesucristo, se produce tan sólo cuatro meses después de su boda, y es desterrado, por su condición de noble, a las tierras que tiene su familia en la Provenza. Posteriormente se convierte en cliente asíduo de los prostíbulos de Madame Brissault y de Mme. Hecquet, y de los teatros del gran París, en los cuales se provee de sucesivas amantes: la jeune Dorville; la petite Le Roy danzarina de la Academia Real de Música; y jóvenes cómicas del Teatro Italiano: Mademoiselle Colet y otras. En 1772, varias prostitutas lo acusan de haberlas fustigado, y sodomizado. En el juicio se le condena a muerte, y a que su cuerpo sea quemado y sus cenizas esparcidas al viento. Escapó entonces a Italia acompañado de su cuñada, Mademoiselle Anne-Prospère de Launay, abadesa de un convento. Por influencia de su suegra son apresados y encarcelados en la fortaleza de Miolans, de la que se fuga. En muchos de sus escritos, como Justina o los infortunios de la virtud (1791), Juliette o las prosperidades del vicio (1796), Los ciento veinte días de Sodoma (publicada póstumamente) y La filosofía en el tocador (1795), describe con detalle sus diversas prácticas sexuales. Así, el término sadismo se emplea en psiquiatría para designar el tipo de neurosis que consiste en obtener placer sexual infligiendo dolor a otros. Su filosofía considera naturales tanto los actos criminales como las desviaciones sexuales. Sus obras fueron calificadas de obscenas y hasta bien entrado el siglo XX estuvo prohibida su publicación. Encarcelado en Vincennes. pasó seis años en esta prisión, después se le trasladó a la Bastilla y en 1789 al hospital psiquiátrico de Charenton. Abandonó el hospital en 1790 pero fue detenido otra vez en 1801. Rodó de prisión en prisión y en 1803 ingresó otra vez en Charenton, donde murió en 1814. Pidió ser enterrado anónimamente en el bosque para que "todos los vestigios de mi tumba desaparecieran de la faz de la tierra, así como también espero que todo vestigio de mi memoria sea borrado de la memoria del hombre." Durante casi dos siglos, eruditos, críticos y artistas congéneres han hurgado en la tumba de Sade, en un esfuerzo por consolidar un retrato definitivo del hombre. Algunos pensadores lo consideran como un genio marginado; un profesor emérito del Mal. Los Surrealistas adoptaron a Sade como su santo patrono, al citarlo como "el ente más libre que jamás haya vivido".

domingo, 28 de octubre de 2007

Cielo... Siempre regreso a ti....♥








♥~~ SIEMPRE REGRESO A TI~~♥

Siempre regreso a ti,

en cuerpo y mente me dejas escapar...

pero regreso inerme...

Eres dueño de mi voluntad,

pero, no se si de eso estaras consciente

sólo sé que es a ti a quien deseo amar

y para mí, es más que suficiente

Yo me alejo.. para nada...

sólo logro sufrir un tanto mas...

y regreso desesperada a punta de extrañarte y de soñar...

somos almas atrapadas en e libro del amor...

y aunque somos correspondidos no aprendemos la lección.

Y entre lagrimas y alegrías

nos entregamos a este amor

que por apasionado nunca se enfría

y por distante no entra en calor...

Y son las noches demasiado frias

y son las tardes más ardientes ante el clamor

de nuestras almas,

que para mantenerse unidas

fingen una afrenta o una escaramuza de pasión

para llenarse de besos...

de alegrías...

de lagrimas de y de dolor....

Afrodita...♥

Nuestra Primera Vez (I)

Conocí a Viqui hace cuatro años, fue compañera mía de trabajo durante varios meses, hasta que tuvo que mudarse a otra ciudad, pero en ese tiempo congeniamos bastante bien y nos hicimos casi inseparables, desayunábamos juntas, íbamos juntas de compras, y los fines de semana salíamos con nuestros maridos, se venían a comer a casa o comíamos nosotros en la suya, veíamos películas, salíamos de tapeo y demás cosas, pero era una época de nuestra vida en la que aún no habíamos probado los otros lados del sexo, aunque tanto José como yo ya hacía tiempo que teníamos fantasías, y ganas de probar algo nuevo, y cada vez hablábamos más en la cama de Viqui y su marido, bromeando sobre lo que nos gustaría hacer.
Fue un viernes cuando Viqui me dijo que Ignacio y ella se iban a pasar el fin de semana a una casa que tienen en un pueblecito, y me preguntó si nos apetecía ir con ellos. Tras hablar por el móvil con mi José, le dije que sí.
A media tarde estábamos en el pueblo, un sitio perdido en medio de la montaña que parecía una postal navideña por la nieve que cubría las calles y las casas, precioso si no fuese por el frío que hacía. La casa era muy acogedora, sobre todo por su salón, amplio y con una gran chimenea. José e Ignacio fueron a por leña y nosotras nos quedamos organizando un poco la casa, y las indirectas de Viqui empezaron ahí cuando me preguntó que qué habitación preferíamos para dormir. Nos da lo mismo, le dije, y ella me soltó que ya verás con el frío que hace, casi preferirías que durmiésemos los cuatro en un colchón frente a la chimenea. Lo dijo como bromeando, pero en su voz y en su mirada había algo más que no me pasó desapercibido, así que yo le lancé la mía y le dije, también como bromeando, no te preocupes que si pasamos frío te despierto para que durmamos juntitos... Las dos nos reímos como unas tontas, y poco después, como quien no quiere la cosa, intercambiamos opiniones sobre nuestros maridos y coincidimos en que los dos eran muy atractivos. Las dos sabíamos a dónde queríamos llegar a parar, pero ninguna dio el paso definitivo, yo tenía unas ganas terribles pero antes quería hablarlo con mi José.
Esa noche no pasó nada. Cenamos frente a la chimenea, charlamos, jugamos a las cartas, y Viqui y yo cruzándonos miraditas y sonrisitas que no se le escaparon ni a mi José ni a Ignacio. En cuanto nos metimos en la habitación José me preguntó que qué nos llevábamos entre manos las dos, así que le conté lo que había pasado, lo que nos calentó bastante y nos llevó directos a la cama, donde mi José me folló, tan cachonda como estaba a esas alturas de la noche, y se ve que a Viqui y a Ignacio les pasó algo parecido, porque enseguida oímos sus gemidos, así que supusimos que ellos también nos oirían a nosotros, lo que nos puso aún más calientes...
Después José y yo estuvimos hablando sobre la posibilidad de hacerlo con Viqui e Ignacio, y aunque algo nerviosos pero decididos, acordamos que yo hablaría claramente con Viqui al día siguiente, pero la imaginación nos desbordaba y José me tentaba con sus tonterías, diciéndome que él era Ignacio y que quería que se la chupase, nos metimos en el juego y acabamos echando otro polvo que seguro que no dejó dormir a Viqui y a Ignacio.
Por la mañana, cuando entré a la cocina me encontré con Viqui, que me dio los buenos días con una sonrisita... Yo no podía aguantarlo más, así que le dije mirándola a los ojos y con un tono que no dejaba lugar a dudas, Viqui, esta noche hemos pasado frío..., ¿Has visto? Ya te lo dije..., así que si Ignacio y tú queréis dormimos juntos esta noche... Nos gustaría, pero no lo hemos hecho nunca... Nosotros tampoco, pero José y yo lo hemos hablado y estamos dispuestos... Nosotros también queremos probar...
Y nos dimos un beso, en la cocina a las diez de la mañana, entre el olor a café recién hecho. Mi primer beso con una chica, tímidas al principio, sólo los labios, sin apenas tocarnos, poco a poco las lenguas, muy lentas y dulces. Fue una sensación extraordinaria que me hizo sentir extraña, con el pecho embargado de calor a pesar del frío que hacía tan temprano. Fue Viqui la que paró, retrocedió un poco y me susurró en la oreja que mejor esperásemos a la noche, después de cenar, cuando estuviésemos todos. Y... ¿cómo empezamos?, le pregunté, medio atontada todavía. ¿Qué te parece por donde lo hemos dejado, y que se nos unan José e Ignacio después...?, sugirió. Le dije vale y, aturdida como estaba, me volví a la habitación, desperté a José y le conté lo que acababa de pasar. Vaya cara que puso, aunque supuse que al lado de la que se me habría quedado a mí después del beso no sería para tanto.
El día pasó como un paréntesis, los cuatro sabíamos lo que íbamos a hacer y parecía que sólo estábamos esperando. Paseamos abrigados, hablamos, comimos fuera, café, charla y no eran ni las ocho de la tarde cuando a todos nos entró hambre y decidimos cenar, nerviosos e impacientes los cuatro.
Mientras Viqui y yo hacíamos la cena, José e Ignacio fueron a por más leña. Nosotras, además, hablamos sobre lo que íbamos a hacer, excitadas las dos, y pensamos cómo podríamos conducirlo para que fuese bien.
Después de cenar apartamos la mesa de enfrente de la chimenea y entre José e Ignacio pusieron dos colchones en su lugar, y sobre ellos nos sentamos, con las bebidas en una mesita y las cartas para jugar al strippoker. Poco a poco fuimos perdiendo prendas, José fue el primero en quedarse desnudo y Viqui la última. A la luz de la chimenea y de una lamparita de pie, observábamos con cierta timidez y con miradas rápidas los cuerpos hasta ahora desconocidos, y la excitación de los cuatro crecía. Yo mirando la polla de Ignacio, los pechos de Viqui, sus piernas, sus bragas, la cara de mi José, su polla; Viqui mirando mis pechos, mi coño, a mi José, su polla...; Ignacio mirándome; José mirándome, mirando a Viqui, a Ignacio...
La idea del strippoker había sido de Viqui, yo había propuesto jugar a beso, atrevimiento o verdad. Viqui se quitó las bragas y los calcetines para quedarse como nosotros y, mirándome a los ojos me preguntó ¿beso, atrevimiento o verdad...? Atrevimiento, respondí. ¿A que no te atreves a besar a José mientras se la tocas? Así que me acerqué a José y comenzamos a besarnos mientras llevaba mi mano a su polla y comenzaba a acariciarla, tocarla, tocarle sus huevos, ¿y por qué no se la chupo?, pensé, y fue lo que hice, bajando por su pecho con mi boca hasta llegar a su polla, muy despacio, y mientras se la chupaba miraba a Viqui y a Ignacio, que no perdían detalle.
Ahora te toca a ti, le dije a Viqui tras sacarme la polla de mi José de la boca. ¿Beso, atrevimiento o verdad?, le pregunté. Lo mismo que tú... ¿A que no te atreves... a darme un morreo...? De rodillas se vino hacia mí y comenzamos a besarnos, esta vez nos comimos la boca y la lengua mientras nos acariciábamos y nuestros maridos nos miraban y nosotras los mirábamos, José con la polla todavía dura e Ignacio con la suya creciendo, los dos embobados mirándonos, a mí el corazón me bombeaba con más fuerza de lo normal y volvía a notar el calor por dentro de mi cuerpo.
(Continuará...)

Nuestra Primera Vez (II)

A partir de ahí no hizo falta que siguiéramos con el juego. José se me acercó por detrás y empezó a besarme en el cuello mientras Viqui seguía besándome en la boca, y otra boca empezó a lamerme un pezón. Era Ignacio, que enseguida llevó su boca a la de su mujer para besarla, pero también se encontró con la mía, mientras José seguía besándome por el cuello y llevaba sus manos a mi coño. Viqui apartó la boca y pasó la cabeza junto a la mía para besar a José, y en cuanto lo vi yo también llevé mi boca junto a las suyas para ese beso a tres. No podía aguantar más, así que me puse a cuatro patas y le dije a José que me follase.
Mientras lo hacía, Ignacio se tumbó frente a mí y Viqui se sentó sobre su polla, y pude ver, mientras mi José me follaba, cómo Viqui se follaba a su marido, que estiró un brazo para acariciar mis pechos, y Viqui acercó su boca a la mía para volver a besarnos, pero me di cuenta que intentaba ver cómo la polla de José entraba en mi coño, así que fui girando sin que José saliera de mí hasta quedar en paralelo a Viqui e Ignacio. José estaba muy excitado, su polla estaba durísima, y también miraba a nuestros compañeros de cama sin perder detalle. Ignacio, que acariciaba el coño de su mujer, llevó su otra mano a mi coño y empezó a masturbarme a mí, José me follaba mientras acariciaba los pechos, la espalda y el culo de Viqui, Viqui se follaba a su marido y me acariciaba a mí, y yo los miraba a los tres..., los cuatro nos mirábamos...
No sé quién se corrió antes o después, pero desde que los gemidos de Ignacio nos decían que se estaba corriendo todo fueron gemidos de éxtasis, y en pocos minutos estábamos los cuatro tumbados sobre los colchones. Viqui nos dio un cigarro a cada uno, y creo que ése fue uno de los cigarros más sabrosos de nuestras vidas. Nos quedamos los cuatro en silencio, fumando, sólo se oía el ruido de la chimenea y nuestras respiraciones.
Ignacio rompió el silencio preguntando quién quiere una copa, yo aproveché para coger a José de la mano e ir al aseo a lavarnos un poco mientras Ignacio servía la bebida. Tanto José como yo habíamos disfrutado de la experiencia, a él también se le aceleró el pulso, se sintió extraño y gozó. Cuando volvimos al salón, Ignacio y Viqui nos dieron nuestras copas y se metieron en el aseo, sabíamos que eran unos momentos en los que las parejas teníamos que hablar a solas y estaba claro que a todos nos había gustado la experiencia.
De nuevo los cuatro sentados en los colchones, desnudos, bebiendo y fumando, hablamos sobre lo que acabábamos de hacer y nuestras impresiones. Todos coincidimos en que estábamos nerviosos y excitados, y en que habíamos disfrutado mucho.
Cuando se acabó la copa, Ignacio estiró la mano y cogió del sofá una caja de condones. ¿La abrimos?, nos preguntó. Los cuatro nos reímos, supongo que para rebajar la tensión, porque lo que íbamos a hacer ahora era otra cosa distinta. Antes habíamos follado, pero cada pareja por su cuenta, y ahora se trataba de hacer el intercambio. La situación volvía a excitarme mucho, así que no me lo pensé y di el paso, llevando mi mano a la polla de Ignacio y diciendo que antes de abrirla tendremos que poner esto en condiciones... Nos besamos mientras José y Viqui nos miraban con una mezcla de excitación y expectación. Ignacio llevó su mano a mis pechos y la fue deslizando hasta mi coño, acarició mis labios y comenzó a masturbarme mientras yo lo masturbaba a él. Me empujó hacia atrás, tumbándome, y comenzó a chupar mis pezones, bajó a mi vientre y llevó su lengua a mi sexo, mientras José y Viqui seguían mirándonos.
Mientras Ignacio me lo chupaba, José se acercó a mi boca y me dio un morreo, se apartó y fue Viqui la que se acercó a darme otro beso, para pasar a besar a mi José... Se metieron mano y comenzaron a hacer un sesenta y nueve, y, al verlos, Ignacio hizo lo mismo, y allí estábamos los cuatro haciendo dos sesenta y nueves, Ignacio encima de mí, José debajo de Viqui, disfrutando como nunca, mirándonos como si nos faltaran ojos para verlo todo.
Al poco tiempo Viqui se incorporó y cogió la caja de condones, la abrió y le dio uno a Ignacio y otro a José, y ella y yo nos dimos un morreo de órdago a todo... Cuando estuvieron listos, Viqui y yo nos pusimos a cuatro patas, una junto a la otra. José penetró a Viqui e Ignacio me penetró a mí, mientras Viqui y yo nos seguíamos besando, comiéndonos los labios, lamiéndonos las lenguas. Ignacio me cogía fuerte de las caderas y me follaba con fuerza pero sin prisa. José se follaba a Viqui mientras la masturbaba con una mano. Vaya polla tiene tu marido, le susurré a Viqui entre besos y gemidos. Ella me dijo algo, pero no lo entendí. Ignacio había acelerado su movimiento y me follaba como una locomotora, rápido y manteniendo un ritmo fijo, empecé a masturbarme y me corrí poco antes de que Ignacio lo hiciera.
Nos quedamos reclinados en el colchón viendo cómo José se follaba a Viqui, que le preguntó a su marido ¿te gusta ver cómo me folla?, y la respuesta de Ignacio fue acercarse a ellos y empezar a penetrar el culito de Viqui con sus dedos ayudándose de saliva, y entonces le respondió que quería ver cómo José le follaba el culo. Yo era la única que estaba sin hacer nada, y eso sí que no, así que sin pensármelo me metí debajo de Viqui y, por primera vez, me comí un coño, su coño, mientras se la follaba mi José, e inmediatamente noté que por primera vez una mujer me comía el coño, mi coño... La primera impresión no fue muy agradable, pero en ese momento no me importaba en absoluto. Ignacio dijo algo que no entendí y José sacó su polla del coño de Viqui y se la metió por el culito. No pasó un minuto antes de que José estallara, y poco después se corría Viqui mientras mi lengua lamía sus labios y los contornos de su clítoris.
Aún era temprano y tuvimos tiempo de descansar un buen rato y repetir, se suponía que esta vez de nuevo cada uno con su pareja, pero acabamos utilizando un montón de condones por los cambios que hicimos antes de caer rendidos.
Aunque planeamos otras reuniones, no tuvimos más ocasión de juntarnos los cuatro. Al poco tiempo Ignacio y Viqui se mudaron a otra ciudad por motivos de trabajo de Ignacio, demasiado lejos de nosotros, pero Viqui y yo tuvimos tiempo de dedicarnos una tarde a nosotras, nuestra primera vez a solas, mujer contra mujer. Nos prometimos que nos llamaríamos y que volveríamos a vernos, y al principio nos llamábamos con frecuencia, pero poco a poco las llamadas se fueron distanciando y fuimos perdiendo la confianza que teníamos. Sin embargo, hace unos meses, desde que la llamé para felicitarla por su cumpleaños, Viqui y yo venimos teniendo unas conversaciones telefónicas muy largas, muchas llamadas y muchas palabras, y estamos recuperando la confianza y el contacto. Por la distancia que nos separa, y por los viejos tiempos, por aquella noche, Viqui me propuso
aquel juego... (continuará)
COPIADO DE LA RED

Los Pilares de la Tierra.

Ken Follet construye en "Los Pilares De La Tierra" una novela que por su enorme extensión está dividida en seis partes y que está ambientada en la Edad Media. Un tiempo lleno de doncellas, caballeros y luchas entre reyes para conseguir el poder; sin embargo, en "Los Pilares De La Tierra" no son estos estereotipos medievales los que sirven de tema para la novela. Más bien son complementos del eje principal de la misma que es la narración de cómo se va construyendo una catedral en una pequeña ciudad de Inglaterra. A partir de este eje el autor va construyendo una historia en la que aparecen multitud de personajes, con vidas independientes al principio. y que poco a poco y por diferentes causas van confluyendo, tomando como punto común la catedral en construcción.
Intentar narrar el argumento es un poco absurdo puesto que la historia toma muchos giros inesperados, empieza con unos personajes y termina con otros distintos, así que es mejor que el lector lo vaya descubriendo por sí mismo. Pero a pesar de estos vaivenes de la historia, no es nada difícil de seguir la lectura de la misma. Muy al contrario, es de lectura y comprensión fácil; sencilla pero llena de pequeñas historias entre los personajes: odios, traiciones, asesinatos, amores... al leerla a veces vienen a la cabeza fragmentos de películas como Robin Hood y otras de argumento similar. Quizás sea esto lo que ha hecho de este libro un best-seller.
Si tuviera que destacar algo de "Los Pilares De La Tierra" es que aunque es una historia escrita, y las letras no cuentan con la vivacidad de las imágenes, el autor consigue una extraordinaria ambientación témporo-espacial en la narración: es decir, vamos leyendo y podemos evocar en nuestra mente paisajes, ciudades, personajes, costumbres, medievales... casi como si estuviéramos viendo imágenes en vez de estar leyendo. Por supuesto, como toda historia que se precie cuenta con momentos de acción, lucha y algunos de bastante contenido erótico, un contenido digno de una buena obra.
Si tuviera que calificar este libro, diría que es uno de esos pocos de obligada lectura para los amantes de las buenas historias. Y no se desanimen por la extensión: es tan entretenido que cuando quieran darse cuenta ya lo habrán terminado.
Mi opinión personal ya la pondre, pues lo tengo y estoy pendiente acabar el que tengo entre manos para empezarlo. Gracias Commy por tu recomendación.

sábado, 27 de octubre de 2007

Desde mi Silla.

Me quita la falda, he tenido que levantar el culito... Sus manos se entretienen en mis muslos, me acarician por encima de las bragas... Estoy empezando a ponerme cachonda... Me recuesto en el sillón y apoyo el teclado en mi barriguita, escribir así no es muy cómodo pero me está resultando muy excitante... He tenido que levantar otra vez el culito para que me quite las braguitas... Me lame y me acaricia los muslos... sus dedos pasan cerca de mis labios húmedos... pero no quiere entrar todavía en mi coño...
Me acaba de dar un morreo en la boca tocándome mientras el coño con la palma de su mano... Ahora sí... está lamiendo mi coño, noto cómo lubrico... su lengua y sus dedos acarician mis labios vaginales... Ahora está paseándola alrededor de mi clítoris y empieza a meterme su dedo índice, que se desliza solo... Mmmm... Me agarra las piernas y las separa todo lo que puede, mete su cabeza entre ellas y ahora se come mi coño con dulzura y decisión... Muerde suavemente mis labios, mete su lengua hacia dentro y la mueve arriba y abajo..., de un lado a otro..., mmmm... Hace círculos con ella alrededor de mi clítoris y me mete dos dedos... Ahora tres... aahhh.... Empieza a meterme uno en el culito sin dejar de chuparme el coño... uffff...
Quiero que me folle ya, pero no voy a decirle nada, voy a dejarlo hacer... Sigue con su boca en mi coño... adentro... afuera... arriba... abajo... y su dedo entrando y saliendo de mi culito... ufff... Me mira y vuelve a lo suyo...
Su lengua y sus dedos hacen maravillas en mi coño, son una delicia... Cada vez respiro más rápida... Levanta la cabeza, tiene la barbilla llena de mis jugos, me pregunta si quiero que me folle o si sigue... Le digo que me folle... Me coge de las piernas y me saca un poco hacia fuera del sillón, las sostiene en alto, se baja el pantalón y los slips, acerca su polla a mi coño y me lo acaricia... La frota contra mi clítoris, sobre mis labios, le crece, se le llena de mis jugos, cada vez se le pone más dura... La restriega por mi coño de un lado a otro... Mmmm.... Me mira a los ojos y se masturba lentamente... He dejado de escribir unos minutos para acariciarle la polla... Se ha puesto de pie, se me ha acercado por el lado y me la ha metido en la boca, ahora mismo se la estoy chupando...
Ahora empieza a meterla... Mete la cabeza de su polla... y la saca... Vuelve a meterla... y a sacarla... Métemela entera ya, José, le digo... Me la mete lentamente hasta dentro, la deja ahí quieta, la noto palpitar en mi interior, yo le aprieto con los músculos vaginales... Me suelta una pierna y lleva su mano a mi boca... le chupo los dedos mientras me folla... Los saca de mi boca y empieza a acariciarme otra vez alrededor del clítoris... Saca su polla y vuelve a meterla lentamente..., y otra vez..., y otra..., cada vez más rápido... Mmmmm... Me susurra si me voy a correr... Le digo que sí, que siga... Sigue, sigue... No deja de acariciarme con sus dedos y cada vez me folla más rápido... sigue... así... aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh
Pillado por la red.

La Sombra del Viento

Criticas:
  • Unas de esas raras novelas que combinan una trama brillante con una escritura sublime.(SUNDAY TIMES)
  • Una obra maestra popular, un clásico contemporáneo.(DAILY TELEGRAPH)
  • El mejor libro del año. Irresistible. Es erudito y accesible a todo el mundo, se inscribe en la gran tradición de novelas de aprendizaje en las que los secretos y maleficios se suceden como muñecas rusas.(LE FIGARO).

Tras esto mi opinión de poco vale, los expertos han opinaoo. Pami, unos de los mejores libros que he leido. Desde el inicio me entusiasmó, a medida que avanzaba en su lectura más y más me sumergia en ella a la vez que me entristecia, pues sabía que me acercaba a su final. Sus últimas páginas tarde más de una semana en leelas, no quería que se acabase.

El Autor:

Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 1964) es uno de los novelistas europeos de mayor proyección en todo el mundo. Debuta en 1993 con El príncipe de la niebla y posteriormente publica otras tres novelas dirigidas al público juvenil: El palacio de la medianoche, Las luces de septiembre y Marina. En el año 2001 da el salto a la narrativa para adultos y publica La sombra del viento, que se ha convertido ya en el mayor éxito mundial de la novela española.

Sus obras han sido traducidas a más de treinta lenguas y publicadas en más de cuarenta países, obteniendo numerosos premios internacionales y conquistando a millones de lectores.

Os dejo la web oficial del autor:

http://www.carlosruizzafon.com/esp/

jueves, 25 de octubre de 2007

Paisajes de China











He Vivido.


He tenido en mi boca

el tesoro mas humedo

palpitando con fuerza

bañandome los sentidos.

He sentido en mis manos

tus transformaciones

que con mis caricias

bañaron tu piel.

He besado tu boca

en lascivo intercambio

de salivas y en un baile

de lenguas, sensual

He llenado tu vientre

con mi carne mas viva

fundidos en uno

sin querer separanos.

He vivido esos instantes

por primera vez, y sueño

con volver a vivir

ese juego tan antiguo

y tan potente a la vez

te deseo con todo

necesito tu fuerza

y por mucho que lucho

no te tengo aqui cerca


Posteado de por ahí.

Asunto de Dos









Y si, Ellos pueden ser Sensuales..... o no?




Vosotras me direís si existe la posibilidad de una Sensualidad masculina. Los comentarios son vuestros.... usadlos y todos sabremos.

miércoles, 24 de octubre de 2007

ERES MAS QUE SOÑAR....♥…







ERES MAS QUE SOÑAR....

Entre el sol y la luna eres mi sueño azul

Y eres incomparablemente dulce y mio

Y es ke te amo tanto amado mio

Que aunque estas conmigo me haces falta

Y aunque me llenes de amor mis dias

Si no sueño contigo, nunca soñaria…

Afrodita♥…

Deje la santidad para convertirme en puta I



Me llamo Liceeth Moreta y actualmente tengo 23 años de edad. Mis padres viven en España por lo que casi no tengo mucho contacto con ellos. Vivo con mi hermana mayor y su esposo Manuel un hombre ya maduro que se la vive trabajando.
Cabe señalar que mi familia es muy religiosa por lo que desde pequeña tuve una formación llena de valores morales, ustedes saben valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, pero sobre todo dos valores fueron siempre los que mis padres más se esforzaron por inculcarme, la libertad de conciencia y la dignidad.
Bueno pues conforme fui creciendo mi cuerpo fue creciendo conmigo, comencé a desarrollar unos pechos que si bien no son enormes si son de un buen tamaño, mis piernas se fueron torneando y mi culo se fue levantando convirtiéndose en un culo respingon.
Por su puesto que todos estos cambios solo yo era capaz de verlos en la intimidad, pues aunque siempre me ha gustado usar falda, por lo general usaba faldas del tipo que te cubren hasta por debajo de la rodilla y no tan ajustada a mi cuerpo pues aunque me gustaban las minifaldas mamá solía decir que solo las putas usan faldas cortas y ajustadas al cuerpo así que yo como una niña buena que cree en dios y respeta las leyes de la moral debía comportarme como una señorita y aprender a vestir correctamente.
Al cumplir los 18 años decidí salir de casa para ir a estudiar a la ciudad donde mi hermana actualmente radica junto a su esposo. Por su puesto que en un principio mis padres hicieron hasta lo imposible porque no saliera de casa, pero al verme más que decidida no tuvieron otra opción más que apoyarme.
Cuando llegue a vivir con mi hermana esta me apoyo en todo y me dijo que me sintiera como en casa, que ella no iba estarme regañando todo el tiempo puesto que ni era mi madre ni yo era una niña pequeña, que yo ya estaba bastante grandecita como para saber diferenciar entre lo bueno y lo malo. En fin me dio una habitación y un juego de llaves para que saliera y entrara de la casa a la hora que quisiera. Su esposo también se mostró bastante amable conmigo y me dijo que estaba para lo que se me ofreciera.
Ese mismo día desempaque todas mis cosas. Mi hermana solía decirme que a la hora de mudarme cargo más peluches conmigo que ropa y la verdad es que adoro los peluches sobre mi cama.
Bueno como verán más no podía pedir, mi hermana y su esposo en un par de semanas hicieron que me sintiera como en mi casa. A mis padres les llamaba cada fin de semana para platicarles como marchaban las cosas y cosas por el estilo.
Mi hermana y su esposo vivían en un departamento por lo que teníamos muchos vecinos entre los cuales resaltaba un joven de edad similar a la mía que desde la primera vez que lo vi llamo mucho mi atención. Con el tiempo supe que se llamaba Eder y que tenía 20 años. Así pasó el tiempo y me hice de varias amigas en el edificio, sobre todo de una de ellas que se llamaba Jazmín. Jazmín tenía 21 años y era una chava alta de pelo castaño y un poco rellenita sin llegar a ser gorda. Desde la primera vez que la vi me percate que se vestía muy bien, muy a la moda y sentí muchos deseos de vestirme como ella. Se había mudado con su abuela que vivía a un lado nuestro y estudiaba administración de empresas en el último año de la carrera.
Así pasamos mucho tiempo juntas y cuando supo que cumpliría 19 años me armo una enorme fiesta sorpresa en el edificio. Con decirles que hasta el conserje del edificio al que todos en el edificio conocían como Nachito asistió a la reunión, era un hombre ya viejo de unos 62 años pero como vivía en un pequeño cuarto con puerta de madera (que por cierto estaba semi caída) en la entrada del edificio no tuvimos de otra más que invitarlo a la fiesta. Entre los invitados a la fiesta sorpresa también se encontraba el joven del que ya les he hablado cuyo nombre es Eder. Fue aquí que lo conocí y nos hicimos buenos amigos. Me pareció un chico bastante agradable y sencillo, no así su amigo Rubén que era un pelado de lo peor. Desde que me vio comenzó a criticar mi forma de vestir, se reía de mí diciendo que parecía monja con esas blusas de manga larga, me decía que solo faltaba que me pusiera un cuello de tortuga para cubrir más mi cuerpo. No así Eder que desde el inicio me respeto y me procuraba en todo momento.
Después de mi fiesta salimos un par de veces más como amigos y después de eso nos hicimos novios. Yo realmente estaba muy enamorada de Eder pues el era mi primer novio formal, mi hermana estaba encantada con mi noviecito pues decía que tenía buen ojo para los hombres, que parecía un muchacho bastante respetuoso además de bien parecido. Todo lo contrario a mi madre que desde que se entero que tenía novio no hizo más que hacerme un interrogatorio como si estuviera apunto de entrar a la prisión. Me pregunto como era, que estudiaba, que religión profesaba, como eran sus padres, en fin no aguanto tanto tiempo sin saber del joven y el siguiente fin de semana ahí la tenían en casa de mi hermana dispuesta a conocer a mi novio.
Esta sobre protección de mis padres a mí en ocasiones me molestaba mucho. No era una niña pequeña y mucho menos le faltaba al respeto a dios con tener novio. Cuando Eder conoció a mis padres (ya había sido advertido de cómo eran ellos) los trato amable y respetuoso como solía ser y a mi madre lejos de desagradarle termino por agradarle al saber que era muy "religioso", por su puesto que esto no era del todo cierto, si bien Eder iba una que otra vez a misa no era el obispo en joven, pero pues conociendo a mi madre eso sería un punto extra para que terminara por agradarle y así sucedió.
A mi Rubén el amigo de Eder seguía molestándome a toda hora, sobre todo cuando pasaba frente a el me gritaba: Adiós monja, rezas mucho por mí!
A mi esto me enfada y todas las tardes que sucedía esto yo llegaba a mi cuarto a llorar por largas horas hasta que un día mi amiga Jazmín que supo de cómo me empezaban a apodar en el edificio decidió hacer algo por mí.
Me pidió que ahorrara durante un mes todo el dinero que pudiera, yo al preguntarle para que ella me dijo: Tú solamente ahorra todo lo que puedas, ya cuando tengas una buena cantidad vamos a ir a cambiar tu vestuario.
Cuando llegó fin de mes no logre juntar tanto como yo había esperado, Jazmín al enterarse de esto me dijo:
Jazmín: Nombre con esto no nos alcanza ni para una blusa, espérame aquí tantito, voy a ver si puedo conseguir algo de dinero y vuelvo enseguida.
La vi salir del departamento y bajar por las escaleras, pensé que iría a pedir prestado y me dio pena con ella, como iba a permitir que mi amiga se metiera en deudas por mi culpa. La seguí para impedir que pidiera prestado pero no la encontré por ninguna parte. Recorrí todo el edificio y nada, ni sus luces. Baje las escaleras y salí del edificio para ver hacia la calle y nada.
Seguramente esta dentro de un departamento.-pensé
Justo cuando volvía al edificio escuche ruidos de muebles moverse bruscamente.
Provenían del cuarto del conserje Nacho, pensé que estaría acomodando sus muebles pero de pronto un grito ensordecedor se escucho del interior del cuarto.
-Aaaghhhhh me encanta! aahhhh
-Así muévete perra rica. Aaahh
Era la voz de una mujer y la de don Nacho, quien iba a pensar que a su edad todavía podría tener una relación sexual aquel hombre y quien sería la mujer con la que estaba.
-Aaahhhh mueve el culo rico!!
-aaaahhhh así???
-Ssssiiiii!!! Aahhhh
Me quede boquiabierta al reconocer la voz, era mi amiga Jazmín! Voltee a mí alrededor para ver si alguien más estaba siendo testigo de lo que ocurría en ese cuartito pero no era solamente yo la que estaba ahí. Me pegue un poco más a la puerta y pude oír con mayor claridad los sonidos.
-Aaahhhh me vengoooo
-Echamelos bien dentro!!! aahhhh!!!
-Tomaaa!! Aahhhh
Comencé a imaginar a mi amiga Jazmín follando con Nacho dentro del cuarto y mi cuerpo comenzó a sudar, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, comencé a sentir como mi corazón se aceleraba y mi piel se puso chinita. De pronto todo quedo en silencio y empezaron a intentar a abrir la puerta de madera que tanto trabajo costaba abrir por lo vieja y descuidada que estaba. Al ver esto yo corrí con fuerza hacia fuera del edificio y aguarde unos segundos haciendo como si estuviera buscando a alguien. Cuando entré nuevamente al edificio me tope con Jazmín que estaba acomodando su blusa, al verme se mostró sorprendida pero rápido me sonrió y me dijo:
Jazmín: Y tú que andas haciendo por acá eh?
Apenas y podía calmar mis nervios, sentía que el corazón se me salía y estaba roja como un tomate.
Jazmín: Donde andabas Liceeth?
Tomando aire y calmando un poco mis nervios le dije:
Liceeth: Te andaba buscando afuera Jazmín es que no te encontraba…
Jazmín: Ya veo, y andabas corriendo haya afuera?
Liceeth: Hmm si lo que pasa es que pensé que tu ya habías vuelto al departamento y tuve miedo de que no me encontrarás y te fueras a ir sin mi…
Jazmín: Jaja pero como eres boba Liceeth, de hecho si vengo bajando de tu departamento pero como no te vi decidí buscarte y aquí me tienes, además como me voy a ir sin ti si es a ti a la que le vamos a comprar la ropa mira ya tengo más dinero.
Me mostró una faja de billetes y sorprendida le dije:
Liceeth: De donde los sacaste?
Jazmín: Me los presto mi abuela.
Miente, yo se muy bien como los había conseguido, pero por otro lado me sentí muy mal por ella, había tenido que vender su cuerpo para conseguir un poco de dinero para mi, que buena amiga era Jazmín…
Jazmín: Entonces que nos vamos o nos vamos a quedar paradas todo el día aquí?
Liceeth: No para nada vamonos.
Justo cuando salíamos del edificio don Nachito apenas caminando nos alcanzó y le dijo a Jazmín:
Nacho: Entonces te espero en la noche para que me traigas lo que te pedí te parece?
Jazmín: Si don Nacho aquí nos vemos sin falta.
Apenas avanzamos un poco pude ver de reojo como Nacho le agarraba las nalgas a Jazmín que siguió caminando como si nada. Ahí fue cuando pensé que Jazmín no lo hacía tanto por mi si no porque le gustaba ese tipo de encuentros.
Cuando llegamos a la tienda comercial Jazmín y yo nos probamos todo tipo de blusas, minifaldas y pantalones desde lo más reservado hasta lo más atrevido, por supuesto que lo mejor fue lo atrevido para nosotras. A mi me encanto la forma en que las blusas se me veían, sobre todo una blusa rosa en la que sobre salían mis senos haciéndolos ver grandes y deseables.

Los pantalones se pegaban a mi cuerpo dejando ver todos mis encantos, nunca había visto mi cuerpo dentro de una vestimenta como estas y me encanto. Las minifaldas ni que decir, también fueron de mi adoración al ver como dejaban ver mis piernas y más aun al ver que con cualquier movimiento brusco o inclinándome un poco dejaba ver el inicio de mi culo que se mostraba listo para ser mostrado.
Jazmín: Mira las tangas Liceeth! Están hermosas…
Compramos 3 tangas cada una, 2 de mis tangas eran de distinto color y estilo comparadas con las de Jazmín pero hubo una en la que coincidimos en el color y estilo.
Jazmín: Mira esta tanga del corazoncito las vamos a comprar iguales para que siempre recuerdes mi amistad te parece?
Me lleno de emoción el hecho de que tuviéramos una tanga igual mi mejor amiga y yo y lo mejor era el significado que tenía el comprar una del mismo estilo. Nunca antes había hecho algo parecido con una amiga.
Liceeth: Claro Jazmín, me parece muy bien.
Salimos de la tienda felices y con muchas bolsas de ropa. Al fin vestiría como mi amiga y dejarían de decirme la monja y me empezarían a ver como una mujer.
Cuando llegamos al edificio lo primero que hice fue buscar a Eder para mostrarle mis nuevas adquisiciones. Para mi sorpresa Eder al ver la ropa me dijo:
Eder: Te puedo pedir algo?
Liceeth: Si
Eder: No uses esta ropa…
Realmente me sorprendió, yo creí que le fascinaría mi nuevo estilo pero lejos de gustarle parecía disgustado con mi cambio de ropa.
Liceeth: Porque me pides eso Eder?
Eder: Tu sabes que a mí me gusta como eres Liceeth no tienes porque usar esta ropa tan atrevida…
Liceeth: Pero a mí me gusta…
Eder: Tal vez a ti te guste pero a mi no, si quieres seguir conmigo no la uses si no ya sabes por mi terminamos…
Dijo esto y salio del departamento furioso. Toda esa tarde me eche a llorar en mi cama a un lado de mis peluches. Realmente quería cambiar mi forma de vestir, dejar de ser la "monja" del edificio pero esto significaría perder a Eder. Al día siguiente sonó el timbre del departamento y al abrir era Eder.
Eder: Hola yo solo quería decirte que si ayer fui muy grosero pues… realmente no era mi intención me perdonas?
No hable, solo me eche a sus brazos y nos besamos. Realmente lo amaba y si tenía que seguir vistiendo como monja para estar bien con el, estaba dispuesta a hacer el sacrificio.
Cuando le devolví la ropa a Jazmín diciéndole que me perdonara que no iba a poder usarla y explicándole las razones del porque, ella me dijo:
Jazmín: Quédatela por si algún día cambias de opinión y no te preocupes amiga no tienes porque preocuparte esa ropa yo te la regale y no quiero que me la devuelvas.
Paso un año y mi relación con Eder marcho perfecta. Yo cada vez lo querías más y más y el cada vez era más aceptado por mi familia sobre todo por mi madre. Nos ganamos la confianza de mi hermana y su esposo lo cuales nos dejaban estar viendo películas en la sala hasta altas horas de la noche. Una noche en la que mi hermana y mi cuñado dormían, Eder y yo estábamos viendo una película con escenas bastantes fuertes (era clasificación C pero parecía XXX), yo con las escenas llegue a sentir una sensación placentera en mi ser, no se porque pero al ver las imágenes me recordaba la vez que había escuchado a Jazmín tener relaciones con el conserje del edificio y me ponía muy calientita. Eder por su parte no paraba de acercarse a mí y darme besos que cada vez eran más intensos.
En uno de esos besos poso su mano sobre uno de mis senos, nunca antes había hecho eso en verdad me sorprendió su atrevimiento por lo que con una de mis manos y sin dejar de besarlo, moví su mano de mi seno y la coloque sobre mi pierna derecha. Por lo visto salió peor porque en esta ocasión metió su mano por debajo de mi falda y comenzó a acariciar mi pierna desnuda. Yo intenté zafarme de el, para decirle que ya era suficiente pero el pasando su otro brazo por detrás de mí, hizo presión para que el beso se prolongara más tiempo y me inmovilizo. Pronto pude sentir su mano muy cerca de mi colita y fue aquí cuando con fuerza logre separarme de el.
Liceeth: Que te pasa?
Eder: Nada, yo solo estaba besándote…
Liceeth: Besándome? A eso llamas besar? a querer agarrarme la concha?
Eder: Para Liceeth que no es para tanto…
Liceeth: No Eder vete a tu casa creo que ya es demasiado tarde para que sigas conmigo, mañana nos vemos mejor.
Eder: Oooh Liceeth 20 minutos más no te pongas así…
Liceeth: No Eder mañana nos vemos.
Esa noche salió molesto pero no me importo. Cuando iba a dormir comencé a sentir sensaciones muy extrañas, no podía dormir. Sentía como mi conchita estaba mojada y pensando que era mi imaginación me pare para confirmar lo que sentía y al hacerlo vi que efectivamente estaba mojando la tanguita de esa parte de enfrente donde va mi conchita. Me volví a meter a la cama y cerrando mis ojos comencé a acariciar mi cuerpo con mis dos manos. Primero acaricie mis piernas lentamente, al llegar a mi conchita me desviaba y pasaba por mi abdomen, mi ombligo hasta llegara mis pechitos. Los tomaba con ambas manos y los acariciaba. Nunca antes lo había hecho, pero estaba sintiendo delicioso. Cuando me di cuenta ya estaba pasando uno de mis dedos a lo largo de mi conchita, fue ahí cuando los sonidos de Jazmín y el conserje volvieron a mi mente. Comencé a acariciar con más rapidez mi conchita hasta que de pronto…
Liceeth: Mmmmmmmmmmmmmm
Deje escapar un gemido enorme al sentir como si me estuviera haciendo pipi… era delicioso algo en mi interior había echo explosión y ahora sentía más mojada mi conchita que nunca. Me retorcía como nunca en mi cama y experimente sin querer queriendo mi primer orgasmo. Por dios que había sido algo hermoso.
A la mañana siguiente me desperté como nueva, tenía mucho que no dormía así de rico. Esa tarde volví a ver a Eder pero estaba vez en su departamento, sus padres no estaban y volverían hasta el día siguiente.
Eder: Porque no te quedas a dormir conmigo Liceeth. Mis padres no van a llegar hasta mañana y eso si bien les va.
Liceeth: Jaja pretendes que me quede a dormir en la cama de tus padres?
Eder: Bueno no Liceeth para eso esta la mía no crees?
Liceeth: Y luego tu donde te quedarías?
Eder: Bueno pues contigo Liceeth no apoco no tienes ganas de estar conmigo?
No puede ser pensé, aquí esta de nuevo Eder pidiéndome algo que no pienso hacer.
Mis padres me dijeron siempre q debo esperar a casarme para hacerlo y no los iba a defraudar por un momento de calentura.
Liceeth: No Eder! Es que cuantas veces debo decírtelo que no esta bien lo que quieres que hagamos?
Eder: Liceeth pero yo te amo a que tienes miedo?
Liceeth: No es que tenga miedo Eder simplemente no creo que sea el momento preciso como para dar ese paso.
Eder: pero que es lo que quieres que haga por ti Liceeth que baile al son de la música, que mate a alguien? Que no te he demostrado mi amor por ti en todo el año que llevamos de relación? Por dios Liceeth dame es hora de que me demuestres que tu también me amas no crees?
Liceeth: Eder no es así como funcionan las cosas…
Eder: A no pues entonces como? O es que no solo te vistes como monja si no que ahora te comportas como tal?
Esas ultimas palabras me ofendieron mucho, jamás lo había esperado de el. Además si yo me seguía vistiendo como monja era por el, por el amor que le tenía. Comencé a llorar y salí del departamento a toda prisa. Eder al ver su error intentó detenerme pero no se lo permití, esta vez había llegado muy lejos.
Camine por el pasillo rumbo al departamento de Jazmín, quería contarle mis problemas, hablar con alguien. Casi al llegar pude ver que del departamento de Jazmín estaban sacando varias cajas y muebles. Una señora vecina nuestra que es muy querida por todos en el edificio por su trato amable y su buen carácter, estaba de pie a un lado de las cosas como cuidándolas, al verme me dijo:
-Pero como, todavía no se despiden por última vez y ya estas llorando por tu amiga niña?
Me causaron sorpresa sus palabras y le dije:
Liceeth: a que se refiere?
-Si niña, tu amiga ya se muda hoy o es que acaso no sabes?
Liceeth: No sabía…
-Su abuela falleció hace unos días y no le quedo de otra más que volver a su ciudad natal. Pensé que estarías enterada pues como siempre andan juntas…
No lo podía creer mi mejor amiga se iba…
Liceeth: Y Jazmín en donde esta?
-Esta con mi esposo Sebastián, ya ves que tenemos un camión de mudanza, mi marido al ver que tu amiga no tenía dinero para pagar un camión de mudanza hablo conmigo y juntos decidimos ayudarle a tu amiga para llevar sus cosas hasta su ciudad. Ve a verla bajaron hace algunos minutos, el camión esta estacionado aquí enfrente.
Baje a toda prisa para ver a mi amiga y reclamarle porque no me había dicho nada, al salir del edificio no vi a nadie solo el camión estacionado enfrente con la caja cerrada. Vi a un niño vecino del edificio y le pregunte:
Liceeth: Oye disculpa no has visto a Jazmín?
-Si se metió con don Sebastián a la caja de ese camión.
Vaya con mi amiga me dije…
Seguramente estaría agradeciendo el favor pensé.
Pensé en volver arriba a esperarla junto a la señora pero que le diría a esta, que mi amiga en agradecimiento se estaba dejando follar por su esposo? Pobre mujer, su esposo follando con una escuincla de la mitad de sus años y ella ni en cuenta. Pronto la caja del camión se abrió y pude ver como bajaba Sebastián con una enorme sonrisa subiéndose la bragueta, seguido de el venía Jazmín limpiándose con un pañuelo los alrededores de la boca…
Pensé en despedirme pero al parecer no valía la pena. Mi amiga me había decepcionado, como era capaz de follarse al marido de aquella mujer tan noble y buena gente. Entre al edificio y subí por las escaleras hasta el departamento de mi hermana, entré en mi habitación y me recosté en la cama a ver televisión un rato, la verdad es que ni miraba la televisión lo único que hacía era pensar en lo desgraciada que era Jazmín con esa pobre mujer.
Ese día se marcho Jazmín del edificio, ni si quiera fue a despedirse de mí. No se si me haya visto en la entrada del edificio cuando esta iba bajando del camión de mudanza pero aún así yo tenía muy en el fondo la esperanza de que me hubiera ido a decir el porque de su ida.
Una semana después hice las paces con Eder y todo volvió a ser como antes. Por lo visto ya no volvía a pedirme su prueba de amor y me respetaba mucho.
De vez en cuando en las noches volvía a sentir la sensación y la necesidad de acariciar mi cuerpo y más pensando en Jazmín y Nacho pero al recordar lo maldita que se había portado Jazmín siempre terminaba por dormirme con las ganas y me ponía a rezar como cuando era chica para distraer mi mente y dedicar mi enorme sacrificio a dios.
Así paso el tiempo hasta que una vez al pasar frente a Rubén el amigo de Eder este me grito.
Rubén: Adiós Monja Cornuda!!
Vaya por lo visto agregó otra palabra al apodo pensé.
Pero porque monja cornuda?
Cuando platique con Eder respecto al nuevo apodo que su amiguito me había puesto este me dijo.
Eder: No es nada, conoces muy bien como es Rubén no tienes porque sentirte mal. Yo hablare con el para que no te moleste de esa forma.
Después de esto una tarde en que volví a pasar frente a su amigo, este al verme pasar solo gritaba:
Rubén: Venga monja… Oleee!!!
No aguanta más, tenía que decirle a Eder lo que estaba sucediendo con su amigo así que me dirigí a su departamento. Llame a la puerta y abrió su mamá.
Liceeth: Buenas tardes señora disculpe no se encuentra Eder?
-No, salió a la tienda pero no ha de tardar en volver. Si gustas pasar a esperarlo,
Liceeth: Si muchas gracias señora.
Pase y me senté a esperar en la sala. La señora me ofreció algo de beber y yo gustosa acepte un poco de agua. Pasaron los minutos y Eder ni sus luces. Al parecer su mamá ya tenía que salir a su trabajo y al ver que su hijo no llegaba me pidió que esperara un poco más a su hijo, que no debía tardar pero que si no llegaba le cerrara la puerta con seguro de favor, yo acepte y fue así que me quede sola esperando a Eder en su departamento.
Cuando la señora salió lo único que hice fue esperar sentada unos diez minutos más. Cuando estuve aburrida pensé en ir a echar un vistazo por el departamento y fue así que llegue al cuarto de Eder. Husmee un poco y logre encontrar toda clase material porno en su cuarto, como quien dice la curiosidad mato al gato y fue así que comencé a abrir uno por uno sus cajones hallando toda clase de cosas.
Me encontré desde pastillas para dormir hasta condones. Lo que más me sorprendió fue que las tiras de los condones no estuvieran completas, por lo visto ya se habían despegado varios de ellos. Supuse Eder le regalaba a sus amigos pues nosotros no teníamos actividad sexual. Seguí buscando dentro de sus cosas hasta que me encontré con una cajita azul con un moño rosa. La abrí y no se si fue mayor mi dolor que la sorpresa, ahí dentro se encontraba la fotografía de mi amiga Jazmín y junto a ella una tanga, la misma tanga con el corazoncito que habíamos comprado en el centro comercial. Dentro había una nota que decía:
Te regalo la prenda que use la primera vez que fui tuya como recuerdo de aquella noche en la que me hiciste vibrar de placer. Por siempre tuya, Jazmín. PD No me olvides nunca.
Tire la caja y me eche a llorar. No lo podía creer mi mejor amiga con mi novio habían tenido relaciones sexuales valiéndoles madres yo. Voltee hacia la puerta y vi como Eder me miraba apenado.
Eder: Liceeth deja que yo te explique…
No dije nada, me puse frente a el y le solté tremenda bofetada que aun me sigue doliendo en el alma. Lo amaba con todas mis fuerzas, era capaz de hacer todo por el, de perdonarle cualquier error que tuviera conmigo pero esto, una infidelidad jamás y mucho menos con mi mejor amiga.
Liceeth: Eres un desgraciado! No quiero volverte a ver en toda mi vida.
Salí huyendo hacia mi refugio, mi cuarto, mi cama llena de los peluches que tantas veces me habían visto llorar desconsolada. Esta vez pensé que no dejaría de llorar, era demasiado el dolor que estaba sintiendo. Ahora todo parecía tan feo, mi mejor amiga y mi amor me habían traicionado, era conocida por medio edificio como la "monja cornuda". No podía ser peor. Esa noche ni dormí, solo pensaba en regresar a mi casa con mis papás. Pero esto no era lo mejor, lo mejor no era huir de mis problemas si no quedarme para enfrentarlos o no es eso lo que me habían enseñado mis padres?
Todos se habían burlado de mí, me habían visto la cara. Pero a partir del día siguiente sería una mujer nueva. Una mujer que nunca antes habían visto, alguien de quien no podrían burlarse tan fácilmente.
Al día siguiente era sábado, me levanté temprano y abrí mi closet. Saque mi ropa que tenía en el olvido, aquellas minifaldas, pantalones ajustados y blusas con escotes excitantes que había guardado por tanto tiempo pues había llegado el momento de que mi nuevo yo las usara.
Me metí a bañar, espere a que mi pelo y mi cuerpo se secaran y me unte crema por todo el cuerpo. Me maquille tomándome todo el tiempo del mundo y me vestí lo menos decente que pude. Una minifalda negra de lo más corta, apenas y me cubría el culito y dejaba ver por completo mis piernas desnudad. Un top rojo bastante ajustado a mi cuerpo que sin ponerme brassier dejaba ver mis pezones grandes y duros remarcados sobre la tela. Unas botas con tacón de aguja que me hacían ver más alta de lo que soy y hacían resaltar mis piernas morenas. Me mire en el espejo y:
Liceeth: Dios mío luzco como una prostituta…
Aparte de lucir como una puta, no es por que sea vanidosa ni mucho menos narcisista pero lucía preciosa, me di una vuelta completa sin dejar de verme al espejo y mi culo se veía deseable y bien paradito justo como yo lo quería. Quería que los hombres desearan mi cuerpo al verme pasar por la calle, que desearan lo que nunca iban a tener sobre todo mi ex novio Eder al que tanto rencor le guardaba.
Pensé en salir de mi habitación, pero aun me faltaba algo muy importante, el caminar. Tenía que caminar de una manera muy sensual, de una manera en que ningún hombre pudiera resistir voltear a verme. Así que me puse a practicar frente al espejo varias formas de caminar. Después de varios tropiezos (no estaba acostumbrada a usar tacones tan altos), aprendí la forma más correcta de caminar sensual.

Continua.....

Deje la santidad para convertirme en puta II

Salí de mi habitación y dispuesta a todo me dirigí a la calle. Ni mi hermana ni su esposo estaban así que no hubo problema con ellos, de haberme visto así vestida no se lo que hubieran dicho en esos momentos. Camine por el pasillo deseando encontrarme a alguien sobre todo a un hombre pero no me tope con nadie. Baje las escaleras, me estaban costando mucho trabajo con los tacones de aguja, salí a la calle y fue ahí cuando el mundo se puso de rodillas ante mis pies. Al primero que me tope fue a Don Nacho que siempre estaba en la puerta, me saludo y le regrese el saludo con una mirada coqueta y seguí caminando sin descuidar el mover de mi culo no pude evitar ver como sus ojos me devoraban. Seguí caminando y entre más caminaba más elogios y palabras obscenas podía escuchar. Los carros se detenían a un lado mío y desde el interior me gritaban cosas como: Pero mira nada más que rica estas, tan buena y tan jugosa… Mamacita que nalgas y que manera de menearlas, cuanto por la noche mamita te pago lo que quieras…
Lejos de enfadarme me estaba gustando esa clase de atrevimientos que los hombres tenían hacia mí. No se porque pero me estaba poniendo bastante caliente con todo eso. No tenía rumbo así que camine por donde me dio la gana hasta llegar a un parque, en el había varias parejas echando novio, parejas que al verme pasar alado suyo con mi caminar sensual y provocativo que arranco las miradas de todos los hombres que estaban en el lugar haciendo que la mayoría de ellos comenzaran a discutir con sus novias, los tipos me comían con la mirada y esto a sus novias les molesto incluso una que otra me llego a gritar: puta vete a la esquina!
A mi esto me tenía sin cuidado, yo estaba disfrutando mucho y me estaba poniendo bien calientita.
Cuando venía de regreso hacia el edificio pude ver a lo lejos como Eder me miraba desconcertado, jamás había visto ese gesto en el, por lo visto le había caído de golpe mi repentino cambio. Junto a el estaba su amigo Rubén que al pasar a un lado de ellos dijo dirigiéndose a Eder: Ya no es tu novia este bombón cierto?
Eso me lleno de satisfacción por lo visto la monja se había ido y había nacido una nacida una nueva putita en el vecindario.
Las semanas pasaron y por lo visto tenía a todos los hombres del edificio babeando por mí. Un día en el que me encontraba dando uno de mis paseos vespertinos, se acerco a mi Rubén el amigo de Eder y dijo:
Rubén: Mira nada más quien iba a decir que debajo de esos hábitos había tanta carne… por lo visto ya no eres tan santita verdad?
Voltee a verlo con la sonrisa más coqueta y atrevida y dije:
Liceeth: Te parece que luzco como una santa Rubén?
Me miro de los pies hasta la cabeza y dijo:
Rubén: pero que barbaridad, por supuesto que no!
Liceeth: Bueno pues entonces no lo soy…
Rubén: Mira que si no fueras la novia de Eder yo mismo…
Liceeth: La novia de Eder? Por lo visto tu amigo no te ha contado que terminamos?
Rubén: Así? Pues el asegura que tu solo estas molesta con el y que pronto regresaras de rodillas a pedirle que vuelvan a estar juntos…
Liceeth: Pues tu amigo se equivoca Rubén yo no volvería con alguien como el…
Rubén: y eso a que se debe? Acaso no sabe como tratar a una mujer como tú?
Liceeth: Tu mismo lo has dicho Rubén, tu amigo no sabe como tratar a una mujer como yo, no es ni la mitad del hombre que yo pensé que era.
Rubén: Así? Bueno y ahora que ya no eres nada de mi amigo, no crees que podrías darle la oportunidad a un verdadero hombre como yo?
Liceeth: Jaja Por favor Rubén no me hagas reír, eres tan inmaduro como Eder, yo necesito un hombre maduro, un hombre que me valore y sepa como tratar a una mujer como yo.
Rubén: No me digas que no te soy atractivo, si he visto como me miras.
Liceeth: Jaja Rubén no te estoy mirando de otra forma que no sea de la que una mujer mira a un niño.
Por supuesto que era mentira, lo miraba como invitándolo a probar de la mujer que quería vengarse de su amigo.
Rubén: si tú me dieras una oportunidad te demostraría que no soy ningún niño…
Liceeth: Tal vez después Rubén, tal vez después…
Me fui del lugar con movimientos provocativos mientras Rubén miraba fijamente mi trasero. Llegue al edificio y ahí estaba don Nacho como siempre mirándome el trasero.
Liceeth: Buenos días don Nacho.
Le dije mientras lo miraba a los ojos con mi sonrisa coqueta.
Nacho: Buenos días guapa que te trae por aquí?
Liceeth: Nada, solo quería preguntarle si usted sabe acerca de un trabajito por aquí cerca, como verá ya soy todo una mujer y pues necesito dinero para solventar mis gastos.
Nacho: Claro que puedo ver que eres todo una mujer Liceeth, y acerca del trabajo pues se de uno pero no se si te animes, para una muchachita tan linda un trabajo como el que yo digo debe ser mucho sacrificio.
Liceeth: Porque lo dice?
Nacho: Bueno es que habría que hacer algunas cosas que muchas mujeres se negarían a hacer…
Por su puesto sabía de lo que me hablaba don Nacho, por lo visto el trabajo de prostituta del edificio estaba vacante desde que Jazmín se había marchado y ahora buscaba reemplazo, era el día de buena suerte de Nacho, en mi nueva etapa, en mi nuevo yo, yo estaba decidida a todo, incluso a ocupar ese nuevo papel de putita que mi ex amiga había dejado.
Liceeth: Bueno pero la paga es buena supongo no es así?
Nacho: Depende, depende de que tanto se atrevan a hacer…
Liceeth: Bueno y si yo le dijera que estoy interesada, usted me podría dar informes?
Nacho: Si, porque no me acompañas, aquí dentro de mi cuarto tengo varios informes para ti chiquita.
Entramos en su cuartito de la puerta de madera, era un poco oscuro, al parecer la luz no entraba lo suficiente y una pequeña lámpara alumbraba lo que era un catre y una mesa vieja. Me invitó a tomar asiento en su catre y de inmediato este crujió.
Nacho: Bueno, estas segura que quieres saber de lo que se trata?
Liceeth: Si don Nacho, necesito dinero y estoy dispuesta a todo por conseguirlo…
Lo dije con una mirada provocadora, en seguida don Nacho entendió mi mensaje y sin más con su mano derecha bajo su cierre y de su interior sacó un pene flácido de unos 9 cm’s de largo pero bastante gordo.
Nacho: Bueno pues aquí esta tu instrumento de trabajo, tu decides que hacer con el. Depende de cómo lo uses recibirás tu paga…
Lo mire detenidamente, a pesar de que ya era una joven de 19 años, era el primer pene que veía en vivo y en directo. Me acerque un poco a el y con una de mis manos lo toque provocando de inmediato una reacción en su pene que comenzó a crecer, yo al ver esto por instinto me hice hacia atrás y lo solté.
Nacho: Jaja, no te espantes niña. Por lo visto no estas muy acostumbrada a esto verdad? Quien diría, juzgándote por la manera en que vistes y la manera en que caminas cualquiera diría que eres una puta bien hecha. Ven acá preciosa yo te voy a enseñar lo que es mamar una buena verga.
Me tomó de la cabeza y con fuerza me jalo hacia el besándome en la boca, al principio fue asqueroso, su boca apestaba y tenía un mal olor su pelo. Me beso con fuerza metiendo su lengua bien dentro de mi boca buscaba la mía y jugueteaba con ella, me tomaba con fuerza del pelo para que no me zafara, realmente me tenía bien agarrada por lo que el beso fue largo y húmedo.
Me soltó y paso su mano hacia mi cintura, subió mi blusa y haciéndome alzar los brazos la sacó dejándome con las tetas desnudas (no solía usar brassier aprovechando la dureza de mis tetas), de inmediato se puso a comerme las tetas, sentía como su lengua se paseaba por todas mis tetas hasta llegar a mi pezón donde daba mordidas apachurrándolos con sus dientes y haciéndome gemir de dolor.
Liceeth: Aaagghhh oohhh
Se detenía para besarme en los labios una vez más y al poco tiempo volvía de nuevo a comerme las tetas dejándome adolorida de los pezones por las tremendas mordidas que me estaba dando.
Nacho: Deliciosas! No cabe duda que las tienes deliciosas hmmmm
Yo para esos momentos ya me había entregado al placer que estaba sintiendo, el dolor había desaparecido y ahora era puro placer el que sentía al besar la boca de ese viejo brusco que me estaba tratando como una puta. Tal vez era esto lo que me hacía sentir tan bien, el que me tratara como una putita me estaba resultando de lo más excitante.
Pronto no pudo más y bajándose todo dejo su polla desnuda y me obligo a chuparla, al principio no sabía como hacer pero poco a poco me fue indicando como chupar y mover mis manos para terminar dándole una mamada que lo dejo sin fuerzas tendido en su catre.
Nacho: AAAHHHH!!! Tu si que sabes como chupar una verga… Aprendes rápido mujer, vaya que aprendes rápido.
Me indico que le pasara su billetera y me dio un billete de 500 pesos.
Nacho: Date una vuelta la próxima semana, en una semana me pagan y ahora si que te daré un buen dinero por esa cuevita virgen que tienes en medio de las piernas.
Me limpie los restos de semen de mis senitos y mi cara y guardando mi billete de 500 pesos en mi bolsillo salí del cuartucho de don Nacho y me fui a comprar ropa nueva.
Al regresar me tope con Rubén que me dijo:
Rubén: Oye tu monja diabólica, que me tienes de nuevo. Has pensado en lo que te propuse?
Ya me tenía harta con sus apodos, me di media vuelta y le dije:
Liceeth: Si lo he pensado, así como he pensado las propuestas de tantos hombres que me han lanzado.
Rubén: Así que tengo competencia ah?
Liceeth: si y mucha.
Rubén: Bueno pues tú dirás como nos arreglamos guapa.
Dijo esto haciéndome una seña de dinero.
Liceeth: Quien te crees para decirme eso estúpido.
Rubén: Vamos mujer no te hagas del rogar, si bien que te gusta el dinero y también esto… -señaló su pene
Liceeth: Aunque así fuera, dudo mucho que puedas pagar lo que vale una mujer como yo…
Rubén: Jaja no me digas. Que tanto dinero te pudo haber dado don Nacho, no finjas más te vi salir hace un par de horas de su cuarto. Se muy bien para lo que se meten las mujeres como tú en ese cuarto así que dime cuanto te ha pagado?
Liceeth: Que te importa…
Rubén: Vamos no seas grosera y dime cuanto te pago? Prometo darte el doble de lo que te ha dado el.
Esa propuesta si me había agradado, Rubén era un estúpido pero el dinero lo podía usar en algo bueno.
Liceeth: Me dio 500 pesos por una mamada…
Rubén: Pues yo te doy mil.
Liceeth: Esta bien vamos a tu departamento rápido.
Rubén: No se va poder, mis padres están dentro pero tengo una mejor idea. Vamos al carro de mi padre aquí tengo las llaves.
No lo podía creer, ahí estaba yo caminando con Rubén agarrada de la mano rumbo al auto de su padre que se encontraba en el estacionamiento del edificio. Llegamos y después de subirnos a los asientos traseros comencé a mamarle la verga. Su verga era pequeña y delgada pero llegó a gustarme pues cabía del todo en mi boca y esto aunado con saber que me estaba prostituyendo por unos cuantos pesos estaba terminando por hacerme sentir muy bien.
Rubén: Aaahhh!! Que boca tienes!! Eres una putita muy buena lo sabes?
No me costo mucho trabajo hacer venir a Rubén, por lo visto era un precoz.
Rubén: Aaahhhh
Soltó 2 disparos de leche que tome sin dejar caer una gota. Para cuando termine Rubén y yo nos dimos cuenta de la presencia de su padre que nos miraba desde la parte externa del auto.
Rubén: Con un demonio no puede ser!
Sentí que la vergüenza más grande del mundo al ver a su padre ahí parado. Su padre un señor bastante educado y recto que trabajaba para un banco me había visto chupándole la verga a su hija. Su padre le hizo la seña de que abriera la puerta a Rubén, la abrió y le dijo: Vete a casa Rubén…
Rubén sin decir nada agacho la cabeza y se fue del lugar al instante. El señor que llevaba el mismo nombre que su hijo subió al auto y después de cerrar la puerta dijo: Vi lo que estabas haciendo con mi hijo, es tu novio?
Liceeth: No señor lo que pasa es que…
-Sshhh
Me interrumpió llevándose un dedo a la boca.
No digas más por favor.-me dijo y llevándose una mano a su cierre se sacó la verga, me sonrió y de inmediato comprendí lo que tenía que hacer. Así que ahí estaba yo, chupando la tercera verga del día. Ya me dolía la boca de tanto chupar pues a diferencia de su hijo su padre tenía mucho aguante. Para cuando se vino no logre retener todo el semen en mi boca, soltó una gran cantidad. Por lo visto su esposa no tenía las atenciones debidas con aquel hombre. Abrió su billetera y dijo:
-Y bien cuanto te debemos mi hijo y yo?
Liceeth: Como?
-Si no te hagas, supongo has tomado el lugar que tenía tu amiga Jazmín no es así? Lo supe desde el primer día que te vi vestida de esa forma tan puta.
Liceeth: 2000 pesos por los dos señor.
Sin pensarlo saco 5 billetes de 500 y me los dio.
-Guarda el cambio, por cierto voy a necesitar que me acompañes la próxima semana a una junta del banco, es una comida. Tu amiga Jazmín seguido lo hacía, ya después de la junta podemos ir a un motel. Cuanto cobras por el servicio completo?
Realmente me estaban tratando como una prostituta todos.
Liceeth: No lo se señor…
-Como que no lo sabes? Eres puta y no sabes los costos de tu empleo?
Liceeth: Lo que pasa es que nunca antes he tenido relaciones sexuales?
Me miro sorprendido y pregunto:
-Osease que eres…
Liceeth: Si señor soy virgen.
-Te ofrezco 10 mil pesos por tu virginidad.
Diez mil pesos! que no haría con ese dinero pensé.
-bueno bájate del auto que me tengo que ir a trabajar ya después me dices.
Me bajo y después de darme un beso se fue. Nunca creí que mi virginidad valiera tanto para los hombres.
Después de eso seguí paseándome por las calles vecinas al edificio como ya era costumbre oyendo toda clase de insultos y piropos.
Todavía cuando faltaba una hora para la reunión no sabía que ponerme si una falda de mezclilla cortita o un short de lycra azul, termine por decidirme por la falda.
Cuando estuve lista asome mi cabeza para ver donde estaba Manuel, por lo visto estaba en su habitación puesto que se escuchaba la televisión de su cuarto encendida. Salí tratando hacer el menor ruido posible, camine por el pasillo y llegue hasta la sala y ahí fue cuando:
Manuel: A donde vas vestida de esa forma?
Liceeth: Ah! Me espantaste Manuel que estas haciendo aquí?
Manuel: Hmm déjame recordarte que estamos en mi departamento Liceeth, yo también vivo aquí.
Liceeth: Si verdad que tonta soy…
Manuel: Bueno pero no has respondido mi pregunta, a donde vas vestida de esa forma?
Liceeth: A ninguna parte yo solo iba a salir con unos amigos…
Manuel: Con unos amigos eh?
Liceeth: Si…
Manuel: No será más bien que vas a ver a un cliente?
Liceeth: Como?
Manuel: No finjas más, todos los hombres en el edificio lo saben…
Se acercó a mí y al estar justo en frente mío me tomo de la cintura y me jaló robándome un beso en los labios.
Liceeth: Suéltame por favor!!!
Manuel: Que es lo que pasa acaso tienes discriminación con los hombres?
Liceeth: No es eso Manuel y bien lo sabes. Tú eres mi cuñado, mi hermana es tu esposa, acabas de hacer algo que no es debido, estás jugando con fuego Manuel y tú lo sabes.
Manuel: pues eso ya lo se cuñada, pero si he de jugar con fuego por robarte otro beso créeme que quiero quemarme contigo!! Además ya no eres una niña cuñada estas bastante buena y quiero sacar provecho de ese cuerpo tan lindo que tienes, ese cuerpo que tienes que esta mil veces mejor al de tu hermana. Además mira yo también tengo dinero y mucho para pagarte.
Me volvió a tomar de la cintura pero esta vez me jaló con más fuerza pegándome a su cuerpo mientras me besaba con pasión, yo esta vez no quise reaccionar pese a que sabía las consecuencias de aquél acto, me deje llevar y esta vez sintiendo el fuerte pecho de mi cuñado que me aprisionaba con sus brazos grandes y fuertes termine por abrir mis labios y busque su lengua con desesperación. Nos besamos con desesperación, yo colgándome con mis brazos de su cuello y el estrechándome contra su cuerpo mientras le acariciaba su espalda, sus manos jugueteaban sobre mi falda a la altura de mi culo sin atreverse todavía a descender su mano por debajo de la falda hasta mis nalgas.
Manuel: Sabes a miel cuñadita, tienes unos labios hermosos!
Me volvió a besar para después decirme:
Manuel: No sabes las ganas que te traía. Desde que supe que estabas prostituyéndote quería besarte y tenerte como te tengo en estos momentos. No sabes cuantas veces entré a tu habitación durante las noches y me masturbaba mientras tú dormías viendo tu cuerpo tan perfecto… Cuantas vergas te has metido en ese culo tan divino cuñadita?
Liceeth: No me he metido ninguna porque aún soy virgen…
Me miro incrédulo.
Manuel: No me digas que aún no te han dado tu merecido cuñadita. Pero es que tu hermana a tu edad ya tenía varias vergas conocidas. No puedo creer que tu que estas mas buena que ella sigas siendo virgen.

Liceeth: No me vuelvas a comparar con mi hermana, soy mucho más mujer que ella, el hecho de que nunca haya tenido relaciones, es porque desde que era niña mi madre me había sobreprotegido y creía en la virginidad hasta el altar pero ahora soy otra y eso es lo que importa.
Manuel: Pues ya veremos cuñadita.
Y abrazándome una vez más le respondí a sus besos, esta vez aprovecho ahora sí para recorrer todo mi cuerpo con sus manos desde mis senos hasta mis nalgas.
Manuel: Hmmm No solo tienes unas nalgas hermosas y bien paradas, sino que también las tienes duras y firmes como toda mujer a tu edad. Hmmm y que decir de tus piernas que están bien torneadas y suaves.
Con sus dedos toco mi vagina sobre la tanga, al ver que estaba empapada me beso y le dije:
Liceeth: así me pone el saber que tú vas a ser el primero.
No se resistió más, me alzó y me colocó sobre la mesa apoyando mi abdomen sobre esta quedando con el culo bien levantado.

Manuel: Mírate nada más! Estas divina!
Me volvió a tomar en sus brazos y me llevo hasta la habitación de mi hermana y el, me deposito sobre su cama y casi me orgasmee al sentir la cama en que mi hermana y el hacían el amor. Le estaba robando el marido a mi hermana, era todo una putita y eso me fascinaba!
Tomó mi suéter y me lo sacó, se sorprendió al ver que no usaba brassier.
Manuel: Hubiera jurado que traías brassier debajo, tienes las tetas bien paradas y firmes cuñadita. No cabe duda que eres una zorra bien hechecita.
Terminando de decir esto se dedicó a comerme las tetitas, saboreando mis pezones que se pusieron rojos y durísimos al contacto con su lengua ansiosa de mi carne fresca y virginal.
Me incliné sobre el y le saqué los jeans bajándoselos y viendo que no traía calzón.
Liceeth: Por lo visto no soy la única putita en la familia eh?
Manuel: Lo que pasa es que yo siempre estoy preparado para este tipo de situaciones.
Me abalancé sobre su polla que se vía grande y bien dura y de inmediato se la comencé a chupar engolosinándome con su cabezota y sus dos huevos que parecían un costal gigante.
Manuel: Aaahhh!! Cuñadita!!
Después de unos minutos Manuel me lanzó sobre la cama haciendo que cayera de espaldas sobre esta.
Sin más preámbulos me sacó la falda con sus dos manos para después sacarme la tanga con los dientes aprovechando para oler y saborear los juguitos que la empapaban.
Manuel: Sabes a juguito de diosa cuñada estas deliciosa!
Me beso desde la punta de los pies hasta mi conchita sagrada saboreando cada cm. de mi piel.
Cuando me tuvo como quería gimiendo y pidiéndole a gritos que me penetrara se puso encima de mí y después de hacer presión sobre mi conchita comenzó a penetrarme llevándose consigo mi virginidad.
Liceeth: Aaaauuuuuuggghhhhhh!!!!
Manuel: Aaaahhhhhh!!
Comenzó a moverse con fuerza sacudiéndome toda sobre la cama a cada arremetida que daba sobre mi conchita. Era riquísimo tener su pene dentro de mi conchita.
Liceeth: Aaaahhh!!
Manuel: Aaahhhhh!!
Cambiamos de posición no se cuantas veces, en momentos yo me encontraba montando su verga al ritmo de sus arremetidas y después me encontraba de 4 patas sobre la cama recibiendo su pollon mientras el me decía toda clase de insultos.
Liceeth: Aaahhhhhhhh!! Siiiii!!
Manuel: AAAHHH eres una perra divina, estas riquísima, mil veces mejor que tu hermanaaa!!!
Me decía mientras me nalgueaba dejándome marcadas las nalgas a cada azote suyo sobre estas.
Manuel: Ooohhhhh!!!
Cuando más lo estaba disfrutando sentí como un chorro de leche tibia me inundaba mi interior haciendo que algo en mi conchita terminara por electrocutar todo mi cuerpo y provocarme la sensación mas bella y rica que había tenido en toda mi vida.
Liceeth: AAAAAAHHHHHHH!!
Manuel: Asíii muévete aahhh!
Los dos nos venimos al mismo tiempo, realmente había sido delicioso que mi cuñado me desvirgara, cuando volteamos a ver a la puerta mi hermana se encontraba de pie llorando. Esa noche me corrió del departamento mandándome de regreso con mis padres con los que actualmente vivo, han pasado 2 años y mi madre sigue molesta conmigo por haber destruido el matrimonio de mi hermana. Todos los días me lleva a rezar y a pedir perdón. Yo ya no aguanto más, todas las noches deseo tener a un hombre a mi lado. Cuando camino por las calles me voy a callejones solos donde hay toda clase de pandilleros que me gritan de cosas. A mi esto me pone chinita de la piel y me dan unas ganas terribles de follar que no me importaría si me terminan violando algún día. Por otra parte mientras duermo he llegado a tener las ganas de meterme a la habitación de mis padres y chuparle el pene a papá mientras este y mi mamá están dormidos pero no me he atrevido. Varias veces he visto a papá pasearse en calzoncillos por la casa y cuando veo su paquete me dan ganas de arrodillarme ante el a chupárselo. Dios creo que si no tengo un pene me voy a morir de ganas es por esto que pedí que publicarán mi relato para compartir con ustedes mi experiencia y me digan por medio del mi autor JJQuilmes que puedo hacer…

Mas Que Sorprendente Reloj: