Lokos y Xifladas

Lokos y Xifladas

miércoles, 30 de marzo de 2011

Ella...!!!

Ella era, delgada, delgadita muy delgada, toda rodillas y ángulos, puro huesitos decía su abuela, de niña trataba de recordar como fue su infancia, pues su madre le contaba que había sido una niña alegre, pero es que aun de niña no recordaba haber sido nunca niña, hacia su ruta todos los días de casa de su madre a casa de su abuela, su mundo, su paraíso su imaginación, la viejita dulce de respiración forzada y la viejita dulce, la otra, la que no podía verla pero la sabia desde lejos, por su aroma, por sus sonidos.

  Adoraba llegar ahí y escuchar esa risa de viejita linda sin dientes y de cabellos blancos y amaba entrar en la cocina de la abuela a ayudarla a freír plátanos y a comer dulce de leche, ser arropada por esas tetotas de abuela en donde Ella se sentía amada.

Sus dos amores, los únicos ciertos que ha tenido toda su vida y los únicos sabidos no compartidos, eran amores para Ella solamente.

Viajaba cabizbaja desde el día que caminando por la orilla de la acera camino a casa de la abuela, la Mamavieja, se encontró una moneda y desde ese maravilloso día no volvió a levantar la vista del suelo por el camino, si sucedió una vez, podía volver a pasar, no fue otra moneda fue un reloj y compartido a semana con su hermana.

Preguntaba y preguntaba a sus viejitas si fue feliz alguna vez y ellas le decían, mi niña sonreías continuamente, te mecías en la hamaca de mi falda y gritabas de felicidad, es que no te acuerdas? 

Y no, no lograba acordarse; entonces se producía la magia.- Doña decía la dulce cieguita… doña, vamos a contarle cuentos a la niña para que sea feliz de nuevo, .-¿Quién comienza? .- Tú, tía, comienza tú, cuéntame de Maria Bonita y Maria la Fea, me gusta mucho ese, .- A ver.. Comienza tu mi niña, que tengo ciento diez años y mi mente me falla un poco...

--Jajaja mi tiaaaaaaaaaaaaa lo dices para que sea yo quien les cuente cuentos, debería ser al revés, .- No mi niña de verdad, soy ancianita así tu no lo veas y la abuela riéndose en la ventana de la cocina, preparando ollas inmensas de dulce de cerezas, se reía también, entre las tres conocían el truco, ellas decían que contaban y Ella les contaba, la entretenían, la hacían sentirse la niña mas afortunada del mundo, la tía ciega tenia una silleta, como ella la llamaba y que inclinaba de manera precaria contra la pared a modo de descansar su vieja espalda y cerraba los ojos…

De la boca de la niña comenzaban a fluir historias de una pequeña niña llamada Maria la Fea, con una prima llamada Maria Bonita, en donde Maria la fea a fuerza de constancia y de luchas siempre iba por encima de Maria la Bonita, Ella se sabia Maria la Fea, Ella adornaba sus historias de cuando respiraba debajo del agua y se encontraba mil tesoros y un peine de plata para peinar los blancos hilos de cabellos de sus viejitas.


En esos momentos era feliz y no lo sabia, eran nostálgicas las tardes que pasaba con sus dos viejitas, la casa con patio interno donde se respiraba el almíbar de las guayabas que goteaban de el árbol en el patio de Ramón Esteban, el sabroso olor de arepas recién salidas del horno, con que su abuela alimentaba a toda su prole y su prola, como decía ella riéndose.

Que sonrisa mas linda, su orgullo, decir de sus setenta y cuatro años y tener todos sus dientes, Ella lo veía normal, no sabia cual era tan grande hazaña, tan normal como que la otra viejita no tuviera ni uno solo en sus peladas encias.

Temprano por la mañana llegaban los vecinos a tomar café uno por uno, cuando Ella se quedaba a dormir en casa de sus viejitas le encantaban esos amaneceres, comenzaban dándose los buenos días sin aun despuntar el sol, el aroma del café de la Mamavieja llegaba a las narices de toda la cuadra y era encuentro obligatorio, la despertaban con sus risas, la abuela le preguntaba a Ella, que había soñado, .- No me acuerdo Mamavieja, creo que no soñé nada, .-Es porque aun es de noche mi niña, vuélvete a dormir, los sueños son importantes…


Pero ya no podía, le encantaba escuchar los cuentos de los que se reunían allí, de cómo se escondían de la dictadura, de cómo esa viejita a la que llamaba Mamavieja, lucho a mano limpia con un general, de la seguridad nacional, llena de miedo y amor por su hijo porque a éste se lo habina llevado preso y el general le impedia verlo... y de cómo todas sus fuerzas flaquearon cuando al fin pudo verlo ensangrentado y torturado y su dolor de madre no aguanto y se desmayo.. un hijo, dos hijos.. tres hijos y el yerno... sometidos por sus ideas democraticas, cuanta historia, en la cabecita de Ella, cuanta sabiduría de años contadas y después, el camino de regreso a su casa..

Una cuadra, dos o cinco, no las contaba, se las sabia de memoria... siempre por la orillas de las aceras, siempre con la cabeza baja... Siempre pensando en porque debía hacerlo, dejar atrás a sus viejitas, dejar detrás de si a las sonrisas y a la fantasía, no escuchar por un prolongado tiempo, historias de cuando era feliz….

Relato Original de Afrodita.
Fotos, algunas tomadas de la red...!

jueves, 24 de marzo de 2011

A que si... jajajaja...!!!



*-* Yo también he utilizado alguna vez el móvil como linterna.

*-* Odio que me despierten preguntando si estoy dormido.

*-* Yo tampoco sabía qué coño hacer con el color blanco de los lápices de colores...

*-* Saco el móvil, miro la hora, lo guardo, ni idea de qué hora es.




*-*Pidas lo que pidas, el peluquero siempre hace lo que le sale de los cojones.

*-* Yo también dije "trae, que tú no sabes!" y yo tampoco supe.

*-* El dinero no da la felicidad, pero yo prefiero llorar en un Ferrari.

*-* Yo también canto las canciones en inglés como me da la gana!




*-* No entiendo como la gente duerme en el metro y se despierta en su parada.

*-* Señoras que se quedan dormidas con la novela pero si cambias se despiertan.

*-* Mi madre también me dice "como vaya yo y lo encuentre..." y lo encuentra!

*-* Me acabo de enterar de que SUGUS es capicúa.




*-* Mi madre también dice: "esta es la primera vez q me siento en todo el día!".

*-* Yo también de pequeño decía "inglish pitinglish".

*-* Siempre quise subirme a un taxi y gritar: "siga a ese coche!"

*-* Señoras que dicen ''Niño, pásame eso, que está ahí, encima del este''.

*-* Seamos realistas; nadie hará una fila y saldrá en calma si hay fuego.




*-* Mama hazme algo para comer. - ¿Por qué no te lo haces tú? - No da igual no tengo hambre.

*-* Vivo con el miedo a que uno de mis contactos me lleve al diario de Patricia.

*-* Para los que cuando tocamos timbre y preguntan ¿quién es? decimos "YO"!!

*-* Yo nunca he terminado una goma de borrar, antes se me pierden.




*-* Yo tampoco he visto nunca una paloma pequeña ¿Nacen ya grandes?

*-* Ojala tuviera por la noche el sueño que tengo por la mañana.

*-* A mí también me dijo que le salió fatal y la asquerosa sacó un 10.

*-* Yo también me quedé aislado porque mi madre fregó el suelo.

*-* Poner el dedo para que no te muerdan demasiado el bocata.

*-* Mi cuarto se desordena solo...

*-* ¿ABRE FÁCIL? Los cojones!



*-* Los cortes de digestión no existen: son los padres.

*-* Me he muerto 19.985.322.486 veces por no haber reenviado cadenas de e-mails.

*-* Yo también aprieto mas fuerte el botón del mando cuando se gastan las pilas.

*-* Yo también digo NADA cuando me pasa ALGO.




*-* Le digo a un amigo que mire DISIMULADAMENTE, y nunca mira disimuladamente.

*-* A mí también me han mandado callar mis padres cuando veían que tenía razón!

*-* Es mejor conversar en clases, que en el recreo.

*-* Siempre se me cae un calcetín cuando llevo un montón de ropa a la lavadora!



El texto me lo enviaron por mail y las fotos las pille de la web...!
Afrodita.

martes, 15 de marzo de 2011

Kim Phuc o La fuerza del perdón...!!!



Kim Phuc es la niña de la foto. El 8 de junio de 1972, cuando su aldea de Tran Bang Viet Nam del Sur fue bombardeada, tenía 9 años. Abrasada por el napalm, se echó a correr por la carretera, aullando de miedo y dolor. Todo el horror de la guerra quedó captado en esta fotografía de Nick Ut, reportero gráfico de la agencia Associated Press, y su difusión en el mundo entero contribuyó a poner un término al conflicto de Viet Nam. Kim Phuc vive en Canadá con su esposo e hijos. Aunque su cuerpo quedó marcado para siempre con los estigmas visibles e invisibles del napalm, ha perdonado a los que se los infligieron. En un acto conmemorativo de la guerra del Viet Nam celebrado en Washington dijo a los ex combatientes presentes que, si un día se encontrase cara a cara con el piloto que lanzó la bomba, le diría: “Ya que no se puede cambiar la historia, tratemos de hacer cuanto podamos por promover la paz”. Dicho y hecho: Kim Phuc tuvo el gesto de abrazar a John Plummer, uno de los asistentes al acto que intervino en la coordinación del bombardeo de Trang Bang.

Kim Phuc es actualmente una de más fervientes militantes por la paz mundial, la no violencia, la tolerancia, el diálogo y la ayuda mutua. En su calidad de Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO, se esfuerza sin descanso por promover el objetivo señalado en el preámbulo de la Constitución de la Organización: "Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz ".


Cuando me quemé en 1972, tenía 9 años. Mi casa estaba en medio del sitio donde cayeron cuatro bombas de napalm, que alcanza una temperatura de 800º a 1200º, es decir, unas 8 a 12 veces más elevada que la del agua hirviendo. El 65% de mi cuerpo quedó abrasado y tuvieron que practicarme injertos en el 35% de la piel, pero mi rostro y mis manos quedaron intactos, sin cicatriz alguna. Las bombas no me destruyeron por completo como lo hicieron con familiares y amigos.
Más tarde empecé a soñar con llegar a ser médico para salvarles la vida a los demás, tal como habían hecho los que me atendieron durante los 14 meses interminables que pasé en el hospital. Cuando salí de él, quise proseguir a toda costa mis estudios pese a las heridas y a los espantosos dolores de cabeza que padecía. Era muy difícil. Como mis padres no tenían bastante dinero para medicinas, mi madre compraba trozos de hielo y me los ponía en la cabeza para calmar mis dolores, mientras que mi padre me daba ungüentos hechos con plantas conocidas por sus propiedades curativas.

Diez años más tarde, en 1982, tuve que sufrir otra prueba muy dura en mi vida. Yo había ingresado ya en la facultad de medicina de Saigón, pero por desgracia los agentes del gobierno se enteraron un día de que yo era la niñita de la foto y vinieron a buscarme para hacerme trabajar con ellos y utilizarme como símbolo. Yo no quería y les supliqué: “¡Déjenme estudiar! Es lo único que deseo”. Entonces, me prohibieron inmediatamente que siguiera estudiando.
Fue atroz. No acertaba a entender por qué el destino se encarnizaba conmigo y no podía seguir estudiando como mis amigos. Tenía la impresión de haber sido siempre una víctima. A mis 19 años había perdido toda esperanza y sólo deseaba morir.



Como mis mayores me habían educado en la fe del caodaísmo, que se puede definir como una mezcla de confucianismo, taoísmo, budismo, me puse a rezar sin parar y a pasarme el tiempo con lecturas religiosas. Sin embargo, nadie podía aliviar mis sufrimientos ni lograr que volviera a la facultad. La duda me atenazaba: “Si Dios existe, ¿podrá ayudarme?”
En cierta ocasión, un amigo me llevó a una iglesia cristiana de Saigón. Aunque mi alma estaba sedienta de paz interior, me costaba mucho abrazar una nueva religión. Mi mayor deseo era encontrar una amistad, alguien a quien hablar y confiarme. Había dibujado incluso su imagen en un papel. Un día que entré en la iglesia vi a una muchacha sonriente sentada en medio de la nave vacía. Se hizo amiga mía.

Me sentí mejor enseguida, aunque todavía sintiera un vacío en mi fuero interno. Solamente cuando encontré la fe en mí misma, se atenuó el dolor de las llagas de mi corazón. Poco después el gobierno hizo demoler esta iglesia de Saigón y el pastor se fue. Desde entonces, sola y sin ayuda de nadie, fui dejando que el sentimiento de perdón creciera en mi corazón hasta que empezó a embargarme una inmensa paz interior. Esto no ocurrió de la noche a la mañana, porque no hay nada más difícil que llegar a amar a sus enemigos. En vez de reaccionar de una manera “normal”, es decir con odio y deseo de venganza, opté por la comprensión, que por cierto no se alcanza en un día.


Desde 1997 es Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO, ¿cuál es su mensaje y cómo difunde los ideales de la Organización?
Quiero que mi experiencia sirva a los demás. Fui quemada por culpa de la guerra y, hoy en día, quiero alentar a las personas a que se amen y ayuden entre sí. Tenemos que aprender cómo ser más tolerantes, estar atentos a las personas, escucharlas, salir de ensimismamiento y ayudar a los demás, en vez de dejarnos llevar por la ira y el odio que sólo engendran deseo de venganza y violencia estériles. La guerra sólo trae consigo padecimientos. Por eso enseño a la niñita de la foto, porque su imagen es el relato de mi vida y de las consecuencias que en ella tuvo la guerra. No hay padres en el mundo que quieran que vuelva a ocurrir lo que se ve en la foto. Desearía transmitirles lo que he aprendido a valorar: He vivido la guerra y sé cuán inapreciable es la paz. He sufrido mi dolor y sé lo que vale el amor cuando uno desea curarse. He experimentado odio y sé cuál es la fuerza del perdón. Hoy, como estoy en vida y vivo sin odio ni ánimo de venganza, puedo decir a los que causaron mi sufrimiento: “¡Os doy mi perdón!” No hay otro medio para preservar la paz y poder hablar de tolerancia y no violencia.

Esos son precisamente los ideales que defiende la UNESCO, pero es muy difícil perdonar, sobre todo en el contexto de una guerra.
Las personas siempre pueden elegir. Yo he optado por la reconciliación y mi vida se ha transformado. He dejado de ser una víctima. Por eso digo a la gente: “Mirad, de esta manera encontré la paz. Así fue mi pasado y lo superé, y mi presente puede ser vuestro futuro si queréis.” Los niños son los que mejor captan mi mensaje, por eso visito tantas escuelas como puedo para decirles: “Nuestro futuro está en vuestras manos, la paz es asunto vuestro. ¡Manos a la obra!”


En 1997 creé la Fundación Kim Phuc, que se dedica a ayuda a los niños que son víctimas de la guerra y la violencia. En Timor Oriental y Rumania, así como en Afganistán recientemente, les prestamos asistencia médica, física y psicológica, suministrándoles prótesis cuando han perdido un miembro o ayudándoles a superar los traumas que han sufrido. Sé lo difícil que les resulta a los niños hablar de ellos. Estoy de todo corazón con las víctimas de las guerras que hay en este momento y, en beneficio suyo, no cejaré en mi empeño de propagar un mensaje de paz.

Bibliografía: "The girl in the picture", Denise Chong, Viking Penguin, Nueva York.
Existe una versión en francés: "La fille de la photo", Denise Chong, Belfond, París.
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Sitio Web: Kim Foundation


Fuente Artículo No. 04-2002
Autor(es) UNESCOPRESS






Kim Phuc 40 años despues from unamujerunavoz on Vimeo.

Las Fotos son pilladas de Internet...!!!
Afrodita.

sábado, 12 de marzo de 2011

GENTE CORRIENTE( DE EL PERIODICO DE CATALUNYA)

Se arma un minúsculo barullo, casi imperceptible, cuando María José y su marido, Chema, entran con sus sillas de ruedas en el angosto café. No es necesario, pero la camarera mueve mesas para facilitar el paso: «Tranquila», le repite Chema varias veces. No es necesario, pero un cliente cambia de asiento para dejar más espacio: «Tranquilo», insiste. No es necesario, pero yo también me disculpo porque quizá este no sea el mejor lugar para una entrevista. «Tranquila», dice María José.
JONATHAN GREVSEN
-¿Cuántas veces dicen esta palabra, tranquila/o, al cabo del día?
-Muchas. Sigue habiendo cierto comportamiento paternalista. Si alguien se tropieza contigo ni siquiera se para, pero si ve una muleta o una silla, enseguida pide perdón. Es algo cultural, pero te acostumbras y corres un tupido velo.
-El virus de la polio la atacó cuando era un bebé. ¿Hay algo que no haya podido hacer?
-No. Las limitaciones muchas veces te las pones tú. Es algo que cuando lo digo en voz alta la gente se rebota, pero ¿y qué?, ya tengo cierta edad. Nos tocó vivir en una sociedad en la que tenías que sentirte agradecida por estar viva. Yo he sido muy rebelde y nunca me creí las limitaciones, aunque en mi fuero interno están.
-¿Qué quiere decir?
-Cuando era muy pequeña, me metía cada noche en la cama y lo primero que pensaba es que quería ser actriz. Pero inmediatamente me decía: «No, no puedes serlo».
-¿Por qué?
-Eran los años 60 y por ser coja no podía acceder a nada. Un día, yo misma enterré ese sueño. A los 7 años dejé de soñar que quería ser actriz y jamás le conté el sueño a nadie. Pero hace poco, aquel sueño volvió.
-¿Cómo fue?
-En enero pasado me enteré de que se hacía un taller de danza integrada, con bailarines profesionales, coordinado por Jordi Cortés. «¿Por qué no puede ser bello mi propio movimiento?», me dije. Pero al mismo tiempo pensaba: «Ten cuidado con lo que sueñas».

-¿Tenía miedo?
-No sabía cómo iba a terminar los ensayos, ni si iba a poder terminarlos. Sufro el síndrome pospoliomielítico, una enfermedad muy poco conocida que se manifiesta 15 o 20 años después del ataque del virus. Tengo muchos dolores, desde la punta del pie hasta las pestañas, y lo peor es que esta vitalidad que ves no existe. Me levanto y me acuesto cansada, cada cosa es un esfuerzo tremendo y no tengo fuerzas ni para hablar. Era administrativa en un hospital, pero a los 40 años pedí la invalidez. No podía con mi alma. Solo vuelvo a ser yo cuando me hago el tratamiento de ozonoterapia una vez al año.

-¿Qué pasó en el taller?
-El primer día llegué arrastrándome a casa y al tercero pensaba que no iba a poder terminar. Pero no hay nada como la ilusión. Terminé mejor de lo que empecé. La guinda fue cuando Jordi me dijo que contaba conmigo para un proyecto. ¡Era la única coja y la única amateur del grupo!
-Se cumplió su sueño.
-Estrenamos el espectáculo Black Out en diciembre pasado y durante las últimas semanas incluso dejé de tomar analgésicos. He confirmado algo que todos sabemos: cuando algo te estimula y te hace ilusión, tu cuerpo reacciona. Ahora vuelvo a tomar pastillas. ¡Que vuelva el taller y que salgan más actuaciones!
-Antes de la danza, usted ya había hecho mucho deporte.
-Desde los 13 años, y practiqué baloncesto durante 20. Formé parte del primer equipo femenino de baloncesto en silla de ruedas de España, con el que participamos en los Juegos Paralímpicos de Barcelona-92. Yo me entrenaba con los chicos, porque quería estar al mismo nivel. Era dura. Estaba convencida de que podía hacer lo mismo que los demás. No he querido ser diferente; ya lo soy.
-¿Su familia también lo veía así?
-Fui la niña de los ojos de mi padre y todo lo que hacía estaba bien, pero cuando tuve a mi primer hijo me di cuenta de que él tenía sus dudas. Un día estábamos en el parque y levantó la manta del cochecito que cubría al bebé, tocó los michelines de sus piernecitas y se le saltaron las lágrimas.
-Es una mujer de armas tomar.
-Yo también he llorado mucho y lo he pasado muy mal. Pero se acabó. Tengo 50 años y cada vez me siento más satisfecha. Tengo las cosas claras, estabilidad emocional, y puedo hablar con firmeza y confianza.
Una hora después, a la salida del café, es como si las sillas de ruedas se hubieran vuelto invisibles. Nadie corre a mover las mesas.

ESTA MUJER ES NUESTRA AMIGA JOJO, ME HE PERMITIDO POSTEARLO COPIANDOLO DE EL PERIODICO DE CATALUNYA DE HOY...
UN SALUDO A TODOS ESPECIALMENTE A JOJO POR ESA FUERZA Y POR HABER CONSEGUIDO UNO DE SUS SUEÑOS... FELICIDADES JOJO!
ANNA

Mas Que Sorprendente Reloj: