
Voy de prisa en el tumulto de coches que llenan la vía de mi ciudad llena de propagandas políticas, de candidatos sonrientes, solo en los afiches,

pero que al verlos de cerca descubres el estrés que genera estar metidos en ese maremagnun de saber si el pueblo los querrá en un futuro como sus autoridades públicas…
De prisa por la ciudad casi llego a mi destino.. Casi pierdo la alegría que me da encontrarlo, estuve a punto que mi viaje fuera en vano…
Recogiendo ya lo último de su tarantín pintado de mil colores y con un aviso de su cara feliz me recibe:
_Ya me iba…
_Ni se atreva, le digo, hoy el día no seria perfecto si no le hubiese encontrado, su sonrisa enorme, con todos sus dientes de un blanco perfecto en su curtida faz, de hombre que vive al sol, de gente que esta acostumbrada a repartir felicidad y que de tanto tiempo en su sitio conoce a sus clientes.
Me sirve un enorme coco helado con dos pajillas dentro, sacado de un termo gigante de color amarillo al que he llegado a querer, y a veces hasta odiar cuando por mas esfuerzos que hago no llego a tiempo..
El rico y delicioso manjar del según siempre he creído que es maná caído del cielo, se desliza por mi garganta, refrescándola, aliviándola, llenándola de ese sabor único y natural, mis nervios se calman, mi estomago se aplaca y sonrío, con una sonrisa beatifica de calma paz y seguridad, ya estoy lista para enfrentar el regreso, el agua de coco, mi único objetivo de enfrentarme a la cruda ciudad que me traga y a la que tengo que atravesar para deleitarla. Misión cumplida…
señor Ramón, me da uno para llevar por favor?
Otra vez en la cola, esta vez ya no es el concierto de Aranjuez, esta vez es el Carmina Burana, a todo el volumen que los modestos parlantes de mi cochecito puedan emitir…
Exaltación de los sentidos aplacada…
Pienso en la llamada que recibí, en las sonrisas que regale y que tan deliciosamente me regalaron, la llamada, la ciudad, concierto de Aranjuez, la agüita de coco Carmina Burana, mi cochecito azul.. Todos los semáforos en verde, el portón abierto de mi edificio.. Todo se conjuga, mi teclado presto a la rapidez de mis dedos…
De prisa por la ciudad casi llego a mi destino.. Casi pierdo la alegría que me da encontrarlo, estuve a punto que mi viaje fuera en vano…
Recogiendo ya lo último de su tarantín pintado de mil colores y con un aviso de su cara feliz me recibe:
_Ya me iba…
_Ni se atreva, le digo, hoy el día no seria perfecto si no le hubiese encontrado, su sonrisa enorme, con todos sus dientes de un blanco perfecto en su curtida faz, de hombre que vive al sol, de gente que esta acostumbrada a repartir felicidad y que de tanto tiempo en su sitio conoce a sus clientes.

El rico y delicioso manjar del según siempre he creído que es maná caído del cielo, se desliza por mi garganta, refrescándola, aliviándola, llenándola de ese sabor único y natural, mis nervios se calman, mi estomago se aplaca y sonrío, con una sonrisa beatifica de calma paz y seguridad, ya estoy lista para enfrentar el regreso, el agua de coco, mi único objetivo de enfrentarme a la cruda ciudad que me traga y a la que tengo que atravesar para deleitarla. Misión cumplida…

Otra vez en la cola, esta vez ya no es el concierto de Aranjuez, esta vez es el Carmina Burana, a todo el volumen que los modestos parlantes de mi cochecito puedan emitir…
Exaltación de los sentidos aplacada…
Pienso en la llamada que recibí, en las sonrisas que regale y que tan deliciosamente me regalaron, la llamada, la ciudad, concierto de Aranjuez, la agüita de coco Carmina Burana, mi cochecito azul.. Todos los semáforos en verde, el portón abierto de mi edificio.. Todo se conjuga, mi teclado presto a la rapidez de mis dedos…
Y yo.
Afrodita.
1 comentario:
ainsss afrooooooo.....
..... un besoooote muakssssssssss
Anna
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