Lokos y Xifladas

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jueves, 3 de diciembre de 2009

Armando Reverón, el pinor de la luz...!!!

El 10 de mayo de 1889 nace en Caracas Armando Julio Reverón, hijo de Julio Reverón Garmendia y Dolores Travieso Montilla. Tras el fracaso del matrimonio de sus padres, el pequeño Armando es enviado a la ciudad de Valencia, al hogar de los Rodríguez-Zucca, unos esposos de origen canario que lo reciben y forman durante los primeros años de su vida. En la capital carabobeña, Reverón cursa primaria con los padres salesianos y da sus primeros pasos en la pintura de la mano de su tío, el pintor Ricardo Montilla, que con sus enseñanzas reafirma la vocación artística del muchacho. Las paredes de la casa eran algunos de los primeros lienzos de Reverón, donde éste intentaba retratar a la sirvienta de la familia, Juanita Carrizales. Los Rodríguez –Zucca le contaban a doña Dolores sobre el temperamento "triste, irascible y melancólico" de su hijo Armando. Entre los 12 y 13 años, sufre de Tifus, lo que para muchos lo afectaría psíquicamente por el resto de su vida.

En 1904, junto a su madre, Reverón se muda a la casona donde nació Francisco de Miranda, convertida en pensión, y allí conoce al joven pintor César Prieto, quien lo convence de inscribirse en la Academia Nacional de Bellas Artes, dirigida para entonces por Emilio Mauri.

En 1910, instalado con su madre en una pensión de Torres a Matrices, Armando disfruta de las ventas de frutas y legumbres, le apasiona la plaza del mercado, nacen sus naturalezas muertas. Al año siguiente, su rendimiento en la Academia Nacional de Bellas Artes merece la postulación de los profesores para una pensión de estudios en Europa. A finales de 1912 regresa a Venezuela, según se cuenta, sin dinero. Pinta el retrato de Enrique Planchart. Tras una corta estadía vuelve a España. Se inscribe en la Academia de San Fernando de Madrid en los cursos de Antonio Muñoz Degrein y José Moreno Carbonero, extravagante pintor maestro de Dalí. Estando en París, acogido por Fournier y la esposa de éste, Clotilde Pietro de Daudat, Reverón rechaza las obras de los creadores que están boga en la ciudad. No despiertan interés en él los trabajos de artistas como Cézanne, Picasso, Chagal o Modigliani. "O me mandan a buscar o me tiro al Sena", escribe Armando a su madre.

En el año de 1917 Conoce al pintor ruso Nicolás Ferdinandov, quien le brinda consejos que determinarían su futuro: conseguirse algo de dinero, comprar una vivienda que le permitiera aislarse y compartir su vida con una mujer humilde. Reverón pinta los primeros paisajes que definirían su período azul.

El artista conoce a una mujer llamada Juanita, con quien compartirá el resto de su vida, convirtiéndola en su compañera, modelo y cómplice. En 1920 Reverón expone en los salones de la antigua Universidad Central de Venezuela. Las obras, doce óleos que muestran sus primeros temas sobre Macuto, comparten espacios con los trabajos de Federico Brandt, Rafael Monasterios y del carismático Ferdinandov, quien aseguraba que Reverón era el dios de los pintores. Un año después aparece "Paisaje de Macuto", un cuadro en el que el Armando Reverón comienza a mostrar un estilo propio, desprendiéndose de sus influencias.

Luego de varias mudanzas dirigidas por su deseo de aislarse, el artista compra un terreno al costado del río El Cojo en el litoral, donde se instala e inicia la construcción de la vivienda que lo alojaría durante los siguientes 33 años, hasta su muerte. Con el paso del tiempo, los lugareños bautizan la casa de Reverón como El Castillete. Continuando su búsqueda y definiendo su estilo propio el artista retira colores de su paleta. Pinta "Los uveros azules" y "La Trinitaria". En 1923 es víctima de una depresión cuando su amigo Ferdinandov decide marcharse a Curazao. Reverón vive una difícil situación económica, que apenas puede superar con una modesta ayuda de su madre.

Hacia 1924 nace lo que se considera como su época blanca. Reverón pinta "Fiesta en Caraballeda", una obra en la que el lienzo brinda su palidez como recurso plástico. "Playa con figura de mujer" consolida la expresividad del período.

"Oleaje" y "Playa de Macuto" son las únicas obras que se le conocen en el año 1926. El siguiente año pinta "Juanita", el primer óleo en el que retrata a su fiel acompañante. Con "Luz tras mi enramada", Reverón lleva a los límites su delirio de la luz.
A principios de los 30’s, aislado y a la caza de la luz, surgen sus primeros autorretratos. Alfredo Boulton organiza una exposición en el Ateneo de Caracas para ayudar al artista; sin embargo, se venden pocas obras, 200 bolívares es el mayor monto alcanzado por una de ellas. Años más tarde algunos de estos cuadros son expuestos en la galería Katia Granoff de París. Aquellos que un día costaron 200 bolívares fueron cotizados en 30.000 bolívares.

En la segunda mitad de la década trabaja con materiales de desecho que recupera en el Puerto de La Guaira. Utiliza soportes de coleto que incorporan a su obra tonos marrones, definiendo el período sepia en la trayectoria del artista. Crea sus muñecas para que ocupen el lugar de modelos que ya no puede pagar. Cerca de El Castillete, el artista construye un racho para alojar a su madre, anciana y enferma. Juanita se encarga de los cuidados de doña Dolores. El 2 de enero de 1942, muere doña Dolores. Reverón se sumerge en un profundo dolor y sufre un desequilibrio mental. Es atendido por el doctor J.A. Báez Finol. Dos meses después se recupera y vuelve a pintar; sin embargo, se aleja de los paisajes y la temática de sus cuadros recrea el mundo mágico en el que se refugia. Así comienza la etapa que lo consagraría como un verdadero precursor, si no el primer exponente, del expresionismo en estas latitudes.

En 1949, con la ayuda de Alejandro Otero, expone en el Taller Libre de Arte. Dos años después presenta su tercera exposición individual en el Centro Venezolano Americano. El Salón Oficial de Arte Venezolano le otorga en 1953 el Premio Nacional de Pintura, el primer reconocimiento a su obra. Al año siguiente, Reverón se refugia en El Castillete, retraído, solitario ante los ojos de la gente, siempre acompañado por sus muñecas y por un incondicional oyente, de luz y aire, que lo acompaña en sus recorridos por la playa. El artista es llevado nuevamente al sanatorio del doctor Báez Finol y fallece el 17 de septiembre de 1954.

Con motivo del centenario de su nacimiento, en 1989 se le rinden al artista numerosos homenajes en el país. La Galería de Arte Nacional organiza una exposición antológica y documental sobre su obra y se restaura en Macuto su casa, El Castillete, que actualmente alberga el museo que lleva su nombre.


LO QUE SE DICE DE REVERÓN

"Reverón es, sin la menor duda, el más grande de los pintores venezolanos y buena parte de la crítica que se ha ocupado de su obra se propuso explicar por qué ha de considerársele así. Pero además de su obra, su trayecto vital ha despertado una enorme curiosidad (Ö). La personalidad del pintor ha fascinado a los psiquiatras (Feldman, Rísquez, Rasquin) a partir de los informes del Doctor Báez Finol que lo trató en el sanatorio cuantas veces sufrió un desarreglo severo."
Rafael Arráiz Lucca
Escritor y poeta venezolano

"La obra de Reverón, en gran parte, expresa profundo erotismo visual, sensorial, con fijación carnal en la mujer. Esa atracción por las formas femeninas y los acercamientos vagamente lésbicos se advierten ya en los primeros cuadros que iniciaban su etapa de liberación"
Juan Liscano
Escritor venezolano

"Reverón fue un intuitivo, un hipersensible que sintió la luz y los colores y pintando a veces en el paroxismo de la demencia, lograba las más sorprendentes e inesperadas expresiones (Ö) Las líneas, los arabescos surgían en ritmo delirante y casi sin contenerse, se iba al Playón y de pie sobre las rocas salpicadas de olas, sujetaba la cintura por pesadas piedras para no perder el equilibrio (Ö) En esos momentos perdía todo sentido de juicioÖ"
Alfredo Boulton
Empresario y mecenas venezolano

"Un artista venezolano, Armando Reverón, captó la luz enceguecedora y la volvió pintura. (Ö) Reverón fue ante todo, un pintor latinoamericano que nos legó en su obra aquella atmósfera del litoral, que sólo otro artista genial, Gabriel García Márquez, tan caribe como él, ha logrado expresar en su literatura."
Elvira Cuervo de Jaramillo
Directora del Museo Nacional de Colombia

"°Y qué precursor ha sido Armando Reverón! En una época de arte latinoamericano, que pretendía asociar la obra al modelo, que desconfiaba del abstraccionismo, que todavía requería estrictas definiciones estéticas, el dueño de El Castillete y señor de Juanita subvertía y reinventaba la evolución pictórica. Él fue uno de los más grandes expresionistas de todos los tiemposÖ"
Marianne de Tolentino
Asuntos Internacionales del Museo de Arte Moderno de Santo Domingo

http://www.mipunto.com/temas/2do_trimestre02/armando_reveron.html

*Su casa, que el pueblo guaireño bautizo como El Castillete, convertida en el Museo Armando Reverón en 1974, fue destruida en 1999 por el deslave que azotó al estado Vargas, y aún no ha sido reconstruida.

*En el 2007, el Moma (Museum of Modern Art) de Nueva York, realizó una gran exposición retrospectiva de Armando Reverón, que luego fue también traída a la sede de la GAN en la Plaza de los Museos.
Fotos extraidas de la red :)
Afrodita.

1 comentario:

Rubén Darío dijo...

Gracias por hacer conocer los pintores de mi tierra, conoci El castillete, lastima que las autoridades no hayan hecho nada por darle vida de nuevo.

saludos

Darío

Mas Que Sorprendente Reloj: