Esperanza nació con espina bifida, lo que escuche decir en ese tiempo era que su madre ya era mayor y ya no podía tener hijos, no se en realidad que pasó, esas son las explicaciones simples que los adultos les dan a los niños. Lo cierto es que esperanza gana la primera batalla a la vida y continúo viva cuando nadie le daba esperazas.
Me acuerdo de mi amiga cuando era chica, toda delgadita, chiquitita, caminando con unas botas ortopédicas que para su cuerpo se veían enormes y su gran cabezota, mi mamá nos explico que la hidrocefalia de Esperanza era debido también a su enfermedad y que no debíamos preguntarle nada a su madre porque eso la ponía muy triste, mamá, nos obligaba a ir a jugar con Esperanza, a mí claro, no me gustaba, mis juegos eran de trepar árboles, correr, saltar la cuerda, robar mangos en el convento de las monjitas, salir a jugar al descampado a los espías manejando un chevrolet ahí abandonado por el esposo de la señora Crucita, mi juego preferido eran las metras (canicas) y era la única chica del barrio que tenia una lata de leche de dos kilos llenita de metras guardada debajo de mi cama, ganarles a los chicos ya era un triunfo retratado en cada uno de esas metras, en fin, Jugar con Esperanza no era divertido, era peinar muñecas, vestirlas y desvestirlas y siempre al estar con ella un máximo de cuidados y delicadeza porque cada vez que se caía, se le movía la válvula que le habían colocado al nacer y se ponía muy enferma de nuevo y había que operarla otra vez. No me gustaba jugar con ella.
Los doctores decían que no iba a caminar y ya caminaba, parecía al patito feo, toda huesos y cabeza, pero con sus pasos tambaleante caminaba, cuando comenzó a leer, cosa que según los médicos tampoco podía hacer, se hizo divertida mi amiga, porque leíamos juntas y nos contábamos historias de príncipes que respiraban debajo del agua y de doncellas encerradas dentro de ostras, por caballitos de mar gigantes enamorados de ellas.
La señora Martha llevaba a esperanza a la escuela y se quedaba con ella, jugaba con ella en el recreo cuando nadie quería hacerlo y luego juntas las dos se iban a casa, yo estaba ya en bachillerato y me interesaban mas los chicos y los deportes que jugar con mi amiguita minusválida, a pesar de vivir en frente de mi casa dejamos de vernos un tiempo, hasta que mi mamá me dijo que estaba en México paseando y que habían que intervenirla de urgencias porque bajando unas escaleras se había caído.
Pensé en todas las horas que pasamos juntas jugando, leyendo y me dije, si Esperanza se salva, volveré de nuevo a jugar con ella, no la voy a dejar sola de nuevo. Se salvó y mucho duro su convalecencia, hubo que enseñarla a caminar de nuevo y a comer, pero su capacidad intelectual y su lenguaje seguían creciendo como si nada, retomamos nuestras tardes de charla y de estudio, ella me ayudaba a centrarme y yo la ayudaba con matemáticas y leíamos, este vínculo siempre nos ha unido.
Siguieron nuestras vidas, triunfos, llantos, alegrías, personas que teníamos y que ya no estaban, otras que han nacido y se han convertido en centro de su universo y satélites del mío…
Esperanza es abogada, se graduó a las duras y a las trancas, no fue fácil y no fue rápido pero lo hizo, además de hacer unos postres riquísimos, la niña a quien los médicos no le dieron horas para vivir, ha hecho con ayuda de las personas que la aman casi todo lo que se ha propuesto…
¿Qué por qué les cuento todo esto?
Porque me corte el cabello, lo tenia a media espalda y hace calor y pesa y no me gusta secármelo ni ir a la peluquería, en el gimnasio sudo mucho y tengo que lavármelo todos los días, es incomodo tener el cabello tan largo…
Fui a visitar a Esperanza, la encontré leyendo, creo que es la persona que conozco que más ha leído en su vida, sus ojos dulces, sus botas ortopédicas, su andar vacilante, su eterna sonrisa, la tersura de una voz que siempre me ha gustado porque calma y entiende, me dijo:
Hay dos cosas que siempre quise hacer en mi vida y no he podido, una no te la voy a decir y la otra es tener el cabello largo, nunca he podido tener el cabello largo y veo como las personas que tienen un cabello largo y hermoso se lo cortan porque les fastidia. Se paro detrás de mi y comenzó a peinarme, me tejió una crineja desde casi mi coronilla hasta los hombros donde llega ahora el largo de mi cabello, déjame consolarme, me dijo, peinándote como cuando éramos niñas, me encanta peinar mis muñecas de cabellos largos…