La anorexia nerviosa es un desorden alimenticio y psicológico a la vez. Esta condición va más allá del control del peso: el enfermo inicia un régimen alimenticio para perder peso hasta que esto se convierte en un símbolo de poder y control. De esta forma, el individuo llega al borde de la inanición con el objetivo de sentir dominio sobre su propio cuerpo. Esta obsesión es similar a una adicción a cualquier tipo de droga o sustancia. Hoy en día, se registran 4 casos de anorexia por cada mil personas.
Las características esenciales de este trastorno son la distorsión de la imagen corporal, sin reconocer el progreso de la delgadez y el sentimiento general de ineficacia personal. Al principio es sólo una cuestión de grados lo que diferencia a la anoréxica/o de los demás: ante un fracaso o siguiendo el consejo de una amiga surge el deseo de perder peso.
Se ponen a dieta y se convierten en grandes expertas en el mundo de la dietética, siguiendo unas consignas mucho más duras y rígidas que las de sus amigas. Cuando las demás han dejado de hacer dieta, la persona con anorexia continúa. La gente le dice que está muy flaca y a ella le encanta oírlo. Le gusta animarse a seguir perdiendo más peso aún. Comienza a desarrollar hábitos alimentarios particulares y rígidos: sólo come determinados alimentos en determinadas cantidades, parte la comida en pequeños trozos y la separa...
Aunque tenga hambre es tal el miedo a dejarse llevar que siente la necesidad de mitigar sus efectos y evitar el aumento de peso bebiendo mucha agua, utilizando laxantes o vómitos o realizando una actividad física exagerada. Todas estas conductas anómalas se acentúan a medida que progresa la enfermedad, al igual que las complicaciones físicas: la inanición vuelve al organismo mucho más vulnerable a infecciones, problemas gastrointestinales o hipotermia. Se pierde la menstruación, el pelo se cae, la piel se seca y pierde color.
A nivel psicológico aparecen síntomas de depresión, cambios de carácter y distorsión en la imagen corporal que suele ir acompañada de una negación del problema. Siguen viéndose gordas a pesar de estar escuálidas o siguen expresando una gran insatisfacción con su cuerpo y su imagen. Su cuerpo se ha convertido en la definición de su valía como personas y a pesar del estricto control que ejercen sobre él, siguen sin gustarse.
Causas
Actualmente no existe una causa única para la anorexia nerviosa, aunque las investigaciones han arrojado ciertas pistas en el campo médico y psicológico. Al igual que en la bulimia, las causas de la anorexia son múltiples y difíciles de valorar. Todas ellas, tantos las individuales como las familiares, sociales y culturales, deben tenerse en cuenta de cara a un tratamiento. Hay muchos enfoques distintos pero todos ellos señalan dos fases en el tratamiento de este problema: como primer paso debe recuperarse el peso a través de una realimentación controlada médicamente.
La recuperación física trae consigo una mejora en algunos aspectos psicológicos como la percepción de la imagen corporal o la obsesión por el peso. Una vez que el estado físico ha mejorado, el tratamiento se centra en los pensamientos, sentimientos y conductas que resultan poco adaptativos. Se trata de mejorar la autoestima y de estimular nuevas formas de expresar sentimientos y valorarse a sí mismo, reconciliando a la persona con su cuerpo y sus necesidades.
Algunos expertos creen que esta enfermedad se origina en las altas demandas de la familia y la sociedad: el ciclo destructivo comienza con la presión que el individuo siente por ser delgado y atractivo. El problema se centra, entonces, en una baja autoestima.
A pesar de que las causas orgánicas aún no están identificadas, hay cierta evidencia de que parte de la disfunción se origina en el hipotálamo, una parte del cerebro que regula los procesos metabólicos.
La anorexia nerviosa es un desorden difícil de diagnosticar debido a que el paciente esconde y niega su condición de enfermo. Rara vez el individuo anoréxico buscará ayuda pues la pérdida de peso en sí no es vista como un problema. El diagnóstico actual se realiza solamente cuando aparecen otras complicaciones médicas como la amenorrea o problemas gástricos y se basa en cuatro criterios básicos:
La negación del individuo a mantener el peso del cuerpo cercano a su ideal, según su estatura y edad.
Un miedo intenso a engordar, aunque el peso sea inferior a lo normal.
La auto percepción se distorsiona y el individuo no reconoce o asume la extrema pérdida de peso.
Finalmente, en mujeres que ya tienen su ciclo menstrual, existe una alta probabilidad de amenorrea (suspensión de la menstruación).
Tratamiento
El tratamiento va mucho más allá de la recuperación del peso perdido. Paralelamente a una alimentación nutritiva, el individuo deberá someterse a una terapia psiquiátrica. Esto implica que el tratamiento puede ser guiado tanto por un médico clínico, como por un psicólogo. En los casos más extremos, el paciente deberá ser hospitalizado
¿Qué hacer ante un caso de anorexia?
Cuando se sospeche o sepa que una persona tiene una anorexia nerviosa, debe hacer que consulte lo antes posible con su médico de cabecera para que éste le remita a un médico psiquiatra experto o especializado en esta enfermedad. O acudir directamente a un psiquiatra de estas características.
Tomado y condensado de:
Mi lucha con la Anorexia:
Nunca me ha gustado comer, la comida para mí siempre represento una especie de castigo, duraba horas y horas sentada a la mesa, con mi mama o papa enfrente esperando que terminara de comer, no voy a hablar de los castigos o premios que me daban, las amenazas y los ruegos, simplemente no me gustaba comer.
Con el tiempo, las enfermedades, los horribles jarabes con vitaminas, como la emulsión de Scott o el énfasis nervioso que ponían mis papas en mi alimentación me enseñaron que tenía que comer.
Mi abuelita siempre fue mi cómplice, preparándome lo que me gustaba o premiándome con cualquier chuchería que yo quisiera, decía que mi delgadez asustaba (en aquel tiempo las niñas debían ser gorditas para ser bonitas) y yo siempre había sido un saco de huesos.
La diferencia era que a mí me gustaba ser flaca, nunca me vi de otra manera, no me podía imaginar como las otras niñas rollizas con piernas gorditas y rodillas rellenitas, mis rodillas daban pena de lo huesudas y angulosas que eran, ser flaca era parte de mi rebeldía, como usar pantalones o decirle a la señora Clarita, que me cortara el pelo, que mi mama había mandado a decir, porque me pegaron los piojos y no tenía tiempo para sacármelos, tenía ocho años y jamás me lo habían cortado, me llegaba a las nalgas y me hacían sendas crinejas para peinarme solo una vez a la semana.
Cuando llegue a casa con las crinejas en la mano a mi mama casi le da un patatús, la pela que me dio todavía me duele y el episodio paso a ser anecdotario (uno de muchos) con los que contribuí a la cultura familiar.
Cuando Salí embarazada de mi hijo mayor pesaba 43 kilos y tenía 17 años. Al dar a luz quede pesando 53 kilos y me veía tan vaca, tan gorda que me daba pena verme en el espejo, me obligaban a comer por la salud del niño y ese peso pasó a ser un patrón por años en mi vida.
Nunca me gusto como me veía, siempre después de eso me veía gorda y fea; pero las circunstancias en mi vida hicieron que mi peso pasara a segundo o tercer plano.
Cuando di a luz al Bebe, hace 21 años quede pesando 63 kilos y yo me veía en el espejo y lloraba, nunca en mi vida había visto (pensaba yo) a una persona tan gorda y desfigurada, no se me notaban mis míticos huesos de las caderas, casi no se me notaban mis clavículas y los hoyuelos de mis mejillas se me acentuaron, que asquerosidad de persona, en que horrible engendro me había convertido..??
Y ahí comenzó mi calvario…
Y ahí comenzó mi calvario…
Deje de comer, le decía a los chicos que comía antes que ellos llegaran del colegio para desocuparme temprano y dedicarme a ellos, fui adelgazando y nadie veía nada raro porque el Bebe siempre ha sido muy grandote y me exigía mucho, a veces me ponía a hacer cálculos y me daba cuenta que tenía una semana sin comer.
Cuando se dieron cuenta ya pesaba 43 kilos de nuevo, pero esta vez no tenía 16 años tenía 30 y me estaba muriendo, se me cayó el cabello, mi color no era nada saludable y mis ojeras parecían las de Droopy, pero cuando me decían que yo estaba demasiado flaca, pensaba que me lo decían por envidia, esa manga de gordas horrorosas que no pueden hacer nada para adelgazar.
Formaron patrullas para vigilarme, siempre a la hora de la comida se dejaba caer alguien por mi casa, mi mamá, mi papá, una de mis hermanas.. Mi hija se crio diciendo: Come mami que te vas a enfermar, volví a los años de la niñez, en que simplemente no me daba hambre, que para mí la comida se había vuelto un castigo, una obligación con la que no me gustaba cargar y cuando me sentaba en la mesa, en vez de alimentos lo que veía era, cauchos, celulitis, hoyitos en las mejillas y todas esas cosas horribles…
No me curé rápido, estuve poco más o menos que cinco años en mi lucha con la comida, aprendí a comer y a equilibrar mis ejercicios con mi alimentación, tuve un buen psicoanalista, lleno de paciencia y buenos ejemplos, recaí muchas veces y me enferme otras tantas.
No les voy a decir que no me aterra engordar, pero creo que es desde el saludable punto de vista de una mujer sana, que se mueve en un mundo donde los patrones de belleza apuntan a la escualidez de los cuerpos.
Mi cuerpo a pesar de todo salió bueno, como decía mi abuelita, mi salud es normal, mi peso es desde hace mucho tiempo estable, a veces y solo a veces se me olvida comer y cuando me doy cuenta vuelvo a retomar mis hábitos alimenticios, no como carnes, ni pescados, me alimento casi de vegetales y lácteos y los nutrientes necesarios para alimentarme, mi médico me dijo una vez que mi anorexia era crónica, que mi falta de apetito cuando era niña se debía a eso, que es como el alcoholismo, siempre debo tener presente que soy anoréxica, que el comer para mí es un hábito que no representa el mismo placer conque otros lo ven, que he sabido sobrellevarlo con madurez e inteligencia dejando de lado mis emociones, con la misma fuerza y la misma entereza con que he librado todas mis batallas…
AƒяođiTส ...!!!
13 comentarios:
Vamos Afrodita, habrá que pelear, todavía me duele que Karen la de "Carpenters" se fué con 32 años por ese problema y no solamente cantaba como los ángeles si no que estaba guapa, la belleza no existe si no es para alguien y lo muy delgado no suele gustar, saber el problema y hay que vigilarle, la vida está en el equilibrio, besos!
No sabia que habias padecido ese terrible mal,pero veo que eres una luchadora
Desgraciadamente he tenido muchas alumnas con anorexia y he visto lo mal que lo pasan
Besazos
Hola Arodita:
Pasar por esto dice mucho de tu temple. Ya el solo hecho de ser venezolana te hace de gran temple y luchadora.
Hace tiempo escribí sobre eso. Te dejo el link:
http://docmanuel.blogspot.com/2009/09/los-cuerpos-gloriosos.html
Saludos y adelante
Enhorabuena, Afrodita, por haber podido superar - mantener controlado - un problema tan enorme. Hay que tener la cabeza bien asentada para poder hacerlo y tú lo has demostrado.
Abrazos y ánimo, siempre
Eres todo un ejemplo de vida para muchas personas estén o no estén en esa situación por desgracia tan común
feliz inicio de semana
Desde este mediterraneo a punto de ser abandonado por el calor; Un beso de animo y una enhorabuena por el esfuerzo ya hecho.
Silvo, gracias, me acuerdo del karen como no, si es que era un nombre al que me llamaban de ejemplo diarimente..El equilibrio, mi amigo tan caro, fisica, mental y espiritualmente... en su busqueda estoy.. Muchas gracias Silvo, un besito...!!!
Juanjo, lo curioso es que una que la padece no ve lo mal que lo pasa, lo ven los demas y uno es ojos cerrados, para lo unico que los abre es para ver la balanza y la cinta de medir.. el espejo miente, los demas mienten.. una es la dueña de la unica verdad...
Yo aun sufro las consecuencias y es lo que me llama a reflexion y no recaer.. a veces...
Cada vez que digo tengo hambre en mi casa hacen fiesta...!!!
Besitos Juanjo y para Patricia tambien..!!!
Manuel, el dia que se acaben mis luchas me voy de este mundo porque la vida se tornaria bien aburrida, el luchar es la consigna, una meta, un sacrificio, gracias mi Doc paisano, vuelo a tu bloga leer el articulo y te contesto por aqui de nuevo..
Un besote...!!!
Xibeliuss, gracias, tu comentario es importante para mi, sube el animo y sabes? gracias, muchas gracias por tus palabras,
un besito...!!!
Gracias Pury... tengo como difundir el mensaje, en el Gym cuando brinco con mis gorditas, con mis sobrinas y sus amigas, mi recuperacion (o control de la enfermedad) es estandarte para dar consejos..
gracias Pury, que riquiquito que estes aqui...!!!
feliz feliz semana para ti tambien...!!!
Carlos, desde mi Caribe, siempre calido, donde hoy las olas se bañan de agua dulce por las lluvias, te doy las gracias...
Un beso...!!!
Doc, me leí el articulo y es muy bueno, porque los datos que das son tan ciertos y humanos, no estigmatizas a los pacientes echandoles la culpa de la superficialidad de llevarse por la moda de la delgadez, haces incapie en la enfermedad como tal y lo que afecta, gracias por mostrarmelo, de verdad es buenisimo...!!!
Un besote...!!!
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