11 Julio, 2011
Se acuerdan de cuando los amigos nos encontrábamos en la calle y decíamos: –Alguna vaina rara está pasando. ¿No te has dado cuenta de que Caldera tiene como un mes que no habla…? Hmmm, de verdad que eso es muy raro.
–Sí, algo debe estar pasando. Fíjate que el dólar subió a 18,50 bolívares. ¡Esto es inaudito! Sin ir muy lejos, un café grande está costando un bolívar comentábamos alarmados o peor. ¿El militar aquel que dio el golpe todavía está preso? No sé si se acuerdan, pero hubo una época en la que podíamos viajar a playas con restaurantes idílicos a la orilla del mar y hospedarnos en hoteles cinco estrellas. Caracas era una capital extraordinaria, en 20 minutos o a lo sumo en 45, podíamos ir de la oficina a la playa por una moderna autopista.
Quizás los lectores más jóvenes no van a creer esto, pero en Venezuela se podía ir a una fiesta y compartir amigablemente con adecos, copeyanos y comunistas.
En esa época, los que éramos de izquierda luchábamos para que en Venezuela no se implantase un gobierno militarista y autoritario que copara todos los espacios como ocurría en Paraguay, Chile, Uruguay y Argentina, países donde habían llegado al poder militares de derecha que se comportaban igualito a los de la izquierda de hoy. A estos militares los llamaban “gorilas”, y eran los encargados de prohibir la libertad de prensa e impedirles a los ciudadanos que disfrutaran los programas de televisión que a ellos les pareciera.
En aquel entonces, muchos izquierdistas comenzamos a darnos cuenta de que Fidel Castro era tan de derecha como Mussolini, Pinochet y Videla, y dábamos gracias a Dios porque en Venezuela, aunque con muchos defectos, teníamos una democracia en la cual, en general, teníamos libertad de trabajar para el Estado sin renunciar a nuestras ideas.
Conozco muchos amigos, hoy médicos, que provenían de hogares muy humildes, por no decir muy pobres, que en esa época lograron estudiar gratuitamente desde la primaria hasta la universidad. Recuerdo que existía una institución maravillosa llamada INCE, donde miles de jóvenes aprendían los oficios que mueven la humanidad.
También existió un presidente de nombre Carlos Andrés Pérez, quien tuvo que dejar su cargo e ir a la cárcel por utilizar, discrecionalmente, 250 millones de bolívares en Nicaragua (lo que hoy representa la cuota inicial de un apartamento en la avenida San Martín).
No puedo olvidar que teníamos un país donde vivían pobres que sabían que ser pobre es malo.
Nunca es tarde para cambiar. La maldad jamás se ha impuesto sobre la bondad. No hay cabida al pesimismo. No olvidemos, y ojalá este ejemplo sea ilustrativo para quienes han perdido la esperanza, que en el año 1945, casi finalizando la II Guerra Mundial, millones de judíos habían muerto en campos de concentración nazis. Los sobrevivientes lo creían todo perdido, pero tres años después, el 14 de mayo de 1948, no sólo eran libres, sino que presenciaron el nacimiento de Israel como país independiente.
Ojalá nos demos cuenta de lo felices que siempre somos y hemos sido a pesar de las circunstancias.
Se nos olvida que el solo hecho de despertarnos todos los días y respirar ya es motivo suficiente para ser muy felices; todo lo que venga después, aunque sea malo, es una bendición, porque sólo quienes están vivos son capaces de distinguir lo bueno de lo malo para aceptarlo o cambiarlo.
Claudio Nazoa.
Y DIGO YO…..
Yo me acuerdo que cuando iba al colegio antes que me internaran, cruzaba el puente del rio Neverí no por sus aceras, si no por las barandas y veía a las lisas nadar abajo, cuando llegaba al otro lado del puente me montaba en una mata de Jobito y llegaba al Grupo Escolar República de Chile con la lengua pelada de tanto Jobito ahhh me iba sola al colegio, tendría 7 u 8 años y lo peor que podía pasarme era que me cayera al rio o me machacara un carro cruzando las dos avenidas.
Mi cuñado (ya era mi cuñado entonces), nos amarraba un hilo en el dedo gordo del pie y sacaba este por la ventana del cuarto, que eran de romanillas y no tenían rejas, en el mes de Diciembre, cerca de las diez de la noche pasaba de casa en casa halando el hilo y salíamos todos patines en los pies directo a la plaza Boyacá de Barcelona y que a misa de gallos, los peor que podía pasarnos era caernos y hacer el ridículo frente al chico nuevo que se mudó en la vereda tres y que luego fue mi novio durante tres años.
Mi padrino ponía dos tambores decorados por el mismo uno en cada bocacalle de la vereda y decía de casa en casa es hora de que los niños salgan a jugar como a las cinco de la tarde, el café de mi abuela para los adultos y chocolate caliente con tostadas para los niños y todos en la vereda sacaban sus sillas para la acera a agarrar el fresco mientras vigilaban nuestros juegos, lo peor que podía pasarnos era caer y que una chapa de refresco se me enterrara en la frente y que mi mismo padrino me suturara tres puntos sin poder llorar porque dejaba de ser valiente.
A las cinco de la mañana llegaba don Manuel y gritaba desde la cocina, Tina ohhhh dejaste de nuevo la puerta abierta, muchacha loca mira que ya no está Marcos Pérez Giménez de presidente , que era cuando a los ladrones les cortaban las manos por robar y lo peor que podía pasar era que a alguien le robaran las sillas del porche.
Teníamos problemas, la pobreza, el padre ausente, la madre con dos trabajos, la abuela_madre, las vecinas_madres, los tíos_padres, pero teníamos un mundo seguro donde jugar, donde los peligros eran tragarnos la semilla de un Cotoperí o rasparnos las rodillas y no poder ser miss Venezuela como nos decía la tía Anastasia…
No voy a enumerar los peligros que ahora hay y que antes no existían, no vale la pena, es como dice Claudio Nazoa en el artículo de la entrada, solo el hecho de estar vivos es una bendición y quien sabe, de aquí a diez o veinte años añoremos cuando nos gobernaba un tal Chávez y que orábamos porque llegara rápido el 2012 y cambiar de gobierno…
Afrodita...!!!
Fotos pilladas de la red...!!!!
5 comentarios:
Lo que dice Claudio es una verdad del tamaño de la Catedral. Pero eso no es lo grave, sino que nuetros amigos que apoyan el neopopulismo militar en Venezuela no se acuerdan de eso...¡Se les olvidó!
En cuanto a Barcelona -la de Venezuela-...Mejor no digo nada...
Lo que dice Claudio es una verdad del tamaño de la Catedral. Pero eso no es lo grave, sino que nuetros amigos que apoyan el neopopulismo militar en Venezuela no se acuerdan de eso...¡Se les olvidó!
En cuanto a Barcelona -la de Venezuela-...Mejor no digo nada...
Que te puedo decir si es que el deporte nacional es quejarse y de tanto quejarnos nos cayo la plaga mayor.. todo es preferible Ali...
Y de mi Barcelona, si tu hubieras escuchado las historias de mi mamavieja la amaras, cerrarias los ojos al burdel que es ahorita, al cochinero.. al guiso de la doña Alcaldeza..
Mi mamavieja tenia un hotel en la orilla del rio, donde ahorita es un parque y ahi escondia a los comunistas como: Alberto Lovera... de ahi se escaparon sus hijos tirandose al rio para que luego los atrapara la Seguridad nacional mas tarde.. De ahi la expropio Perez Jimenez, por conspiradora, pero no la dejo a la interperie, le otorgo otra casita vereda adentro, en la Eulalia Buroz...la carcel vieja, El puente de hierro, los mitos, las leyendas... la gente sana, eso es lo que veo yo... cuando pienso en Barcelona Ali, por mas que quiera....
Gracias...!!!!
Hola Guapa:
I´m back de las vacaciones.
Yo si recuerdo esa Venezuela.
Yo iba al colegio en carrito por puesto y bajaba entonces por el puente del guanabano en Caracas para ahorrarme el realito que costaba el autobus los mecedores.
No nos dimos cuenta de que nosotros mismos tiramos el país por la borda.
Y ahora nos llevamos las manos a la cabeza.
Saludos
Hola Doc, pues que te sea leve el retorno... Siempre hay esperanzas mi Doc... espero tener vida y salud para verlo....
besitos...!!
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