Paul Cezanne
Nació el 19 de enero de 1839 en Aix en Provence. Con 20 años se trasladó a París, ciudad donde conoció a los impresionistas, con los que expuso en repetidas ocasiones, aunque sus obras fueron las peor aceptadas por la crítica. En la década de 1880 regresó a su ciudad natal, donde inició una etapa de aislamiento social. Cortó su relación con Pisarro en 1882 y cuatro años después también con su gran amigo Emile Zola. Al parecer una de sus novelas reflejaba los fracasos de la vida de Cezanne, un hecho que ofendió al pintor. En 1886 su padre falleció, por lo que el pintor fue heredero de una importante fortuna. Paul Cezanne no alcanzó un prestigio considerable como pintor hasta la fecha de su muerte, acaecida el 22 de octubre de 
1906. Su obra tiende a resaltar, mediante el uso del color, el contorno y el volumen de los objetos y figuras antes que a reflejar los efectos de la luz. Sus temas estuvieron centradas en el paisaje, las naturalezas muertas y el retrato. Su pintura, encuadrada en el postimpresionismo, ha influido poderosamente en las vanguardias artísticas del s. XX, con cuadros como La montaña de Santa Victoria (1887), Duraznos y Peras (1890) y la serie Bañistas (1895-1905).
Nació el 19 de enero de 1839 en Aix en Provence. Con 20 años se trasladó a París, ciudad donde conoció a los impresionistas, con los que expuso en repetidas ocasiones, aunque sus obras fueron las peor aceptadas por la crítica. En la década de 1880 regresó a su ciudad natal, donde inició una etapa de aislamiento social. Cortó su relación con Pisarro en 1882 y cuatro años después también con su gran amigo Emile Zola. Al parecer una de sus novelas reflejaba los fracasos de la vida de Cezanne, un hecho que ofendió al pintor. En 1886 su padre falleció, por lo que el pintor fue heredero de una importante fortuna. Paul Cezanne no alcanzó un prestigio considerable como pintor hasta la fecha de su muerte, acaecida el 22 de octubre de 
1906. Su obra tiende a resaltar, mediante el uso del color, el contorno y el volumen de los objetos y figuras antes que a reflejar los efectos de la luz. Sus temas estuvieron centradas en el paisaje, las naturalezas muertas y el retrato. Su pintura, encuadrada en el postimpresionismo, ha influido poderosamente en las vanguardias artísticas del s. XX, con cuadros como La montaña de Santa Victoria (1887), Duraznos y Peras (1890) y la serie Bañistas (1895-1905). 
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