Se estima que Tahití fue ocupada por polinesios entre los siglos IV y IX, provenientes de Tonga y Samoa, aunque algunos historiadores creen que el establecimiento fue anterior. La fertilidad de los suelos y los recursos marinos proveyeron alimentación a la población.
Aunque la isla fue avistada por primera vez por un navío español en 1606, España no hizo esfuerzo alguno por comercializar o colonizar la isla. Samuel Wallis, un capitán inglés llegó a Tahití el 18 de junio de 1767, y es considerado como el primer europeo en visitar la isla. La naturaleza relajada de los habitantes tahitianos y la caracterización del lugar como un paraíso impresionó enormemente a los primeros visitantes europeos, dando pie para la romantización de la imagen de Tahití, que prevalece mundialmente hasta nuestros días.
Wallis fue sucedido en 1768 por el explorador francés Louis Antoine de Bougainville, quien completó la primera circunvalación francesa por mar. Bouganville dio fama a Tahití en Europa cuando publicó la bitácora de su viaje en Voyage autour du Monde (en español, "Viaje alrededor del Mundo"). Ahí describió a la isla como un paraíso terrenal donde los hombres y las mujeres vivían felizmente en inocencia, alejados de la corrupción de la civilización. Esto ilustró poderosamente el concepto del buen salvaje, y además influyó en los pensamientos utópicos de filósofos como Jean-Jacques Rousseau antes de la Revolución Francesa.
Entre 1772 y 1775 los españoles provenientes del Virreinato del Perú realizaron tres expediciones a Tahití fundando una misión católica e intentando anexar la isla.
En 1842, el almirante Abel Aubert du Petit-Thouars, actuando independientemente del gobierno francés, fue capaz de convencer a la reina de Tahití, Pomare IV de aceptar el protectorado de Francia. George Pritchard, un misionario anglicano y cónsul británico, se encontraba lejos en el momento del acuerdo. Sin embargo, regresó a trabajar en la evangelización de los tahitianos, incentivando el desprecio por el catolicismo. En 1843, Petit-Thouars (de nuevo actuando a modo personal) envió marineros a la isla, anexándola formalmente a Francia. Luego mandó a Pritchard a prisión, para posteriormente devolverlo a Gran Bretaña. Las noticias de estos sucesos llegaron a Europa a inicios de 1844. El estadista francés François Guizot, apoyado por el rey Luis Felipe I de Francia denunció con vehemencia la anexión de la isla. No obstante, la guerra entre Francia y los tahitianos continuó hasta 1847. La isla permaneció bajo el protectorado francés hasta el 29 de junio de 1880, cuando el rey Pomare V (1842–1891) fue forzado a ceder la soberanía de Tahití y sus dependencias a Francia. En 1946, la isla, junto a toda la Polinesia Francesa, se convirtió en un territorio de ultramar. En 2003, este estatus fue cambiado por el de colectividad de ultramar.
Tahití en la actualidad
Los tahitianos son ciudadanos franceses con completo acceso a derechos civiles y políticos. Tanto el idioma tahitiano como el francés son usados por los habitantes de la isla. Tahití forma parte de la Polinesia Francesa (Polynesie Française), cuyo estatus es el de un territorio semiautónomo de Francia, con su propia Asamblea, Presidente, presupuesto y leyes. La influencia de la metrópolis se limita a proveer subsidios, educación y seguridad. El actual Presidente de la Polinesia Francesa, Oscar Temaru, es partidario de la total independencia de Francia, sin embargo sólo cerca del 20% de la población está a favor de dicha idea.
Durante una conferencia de prensa en junio de 2006, en el marco de la segunda Reunión Francia-Oceanía, el presidente Jacques Chirac dijo que no creía que la mayoría de los tahitianos quisieran la independencia. Se remitió a afirmar que mantendría la puerta abierta para un posible referéndum en el futuro.
Las elecciones para la Asamblea de la Polinesia Francesa se efectuaron el 23 de mayo de 2004. En un resultado sorpresivo, la coalición progresista independentista de Oscar Temaru formó gobierno con una mayoría de un sólo escaño en el parlamento (obtuvo 29 escaños contra 28 del Partido Conservador encabezado por Gaston Floose). En octubre de ese año, este partido presentó una moción de censura contra el gobierno, provocando una crisis política. Un punto mayor de controversia es si el gobierno nacional francés podría o no usar su poder excepcional de llamar a elecciones anticipadas para un nuevo gobierno local, en caso de una grave crisis política.
Cultura y economía
El pintor francés Paul Gauguin vivió en Tahití en los años 1890, plasmando en sus obras los paisajes y las gentes de la isla. Hoy, la villa de Papeari tiene un pequeño museo con obras de Gauguin. Tahití posee una universidad, la Université de la Polynésie Française. Sin embargo el turismo es la actividad más importante, sobre todo en las islas de Bora Bora y Moorea. Cada mes de julio, el Festival de Heiva en Papeete celebra la cultura polinésica y la conmemoración de la toma de la Bastilla en Francia.
El cultivo de perlas negras es también una fuente sustancial de ingresos. La mayoría de las perlas son exportadas a Japón, Europa y los Estados Unidos.
Recientemente, ha surgido una fuerte presión por revivir el modo de vida más tradicional de antaño y por redescubrir las costumbres culturales. Los instrumentos musicales tradicionales incluyen el pahu, los toere (tambores), y el vivo (especie de flauta nasal). Las guitarras y ukeleles fueron introducidos por los europeos, pero se han incorporado al folklore local que tiene bastante similitud con la música popular de Hawai, debido a que se trata de dos culturas muy emparentadas en el idioma y en las costumbres. La indumentaria típica para bailar (tamure) ha vuelto a aparecer en la vida de los polinesios, pero, lamentablemente, el arte de hacer tapa (papel de corteza y ropa), practicado en todo el Pacífico, ya casi no se utiliza.
Aunque la isla fue avistada por primera vez por un navío español en 1606, España no hizo esfuerzo alguno por comercializar o colonizar la isla. Samuel Wallis, un capitán inglés llegó a Tahití el 18 de junio de 1767, y es considerado como el primer europeo en visitar la isla. La naturaleza relajada de los habitantes tahitianos y la caracterización del lugar como un paraíso impresionó enormemente a los primeros visitantes europeos, dando pie para la romantización de la imagen de Tahití, que prevalece mundialmente hasta nuestros días.
Wallis fue sucedido en 1768 por el explorador francés Louis Antoine de Bougainville, quien completó la primera circunvalación francesa por mar. Bouganville dio fama a Tahití en Europa cuando publicó la bitácora de su viaje en Voyage autour du Monde (en español, "Viaje alrededor del Mundo"). Ahí describió a la isla como un paraíso terrenal donde los hombres y las mujeres vivían felizmente en inocencia, alejados de la corrupción de la civilización. Esto ilustró poderosamente el concepto del buen salvaje, y además influyó en los pensamientos utópicos de filósofos como Jean-Jacques Rousseau antes de la Revolución Francesa.
Entre 1772 y 1775 los españoles provenientes del Virreinato del Perú realizaron tres expediciones a Tahití fundando una misión católica e intentando anexar la isla.
En 1842, el almirante Abel Aubert du Petit-Thouars, actuando independientemente del gobierno francés, fue capaz de convencer a la reina de Tahití, Pomare IV de aceptar el protectorado de Francia. George Pritchard, un misionario anglicano y cónsul británico, se encontraba lejos en el momento del acuerdo. Sin embargo, regresó a trabajar en la evangelización de los tahitianos, incentivando el desprecio por el catolicismo. En 1843, Petit-Thouars (de nuevo actuando a modo personal) envió marineros a la isla, anexándola formalmente a Francia. Luego mandó a Pritchard a prisión, para posteriormente devolverlo a Gran Bretaña. Las noticias de estos sucesos llegaron a Europa a inicios de 1844. El estadista francés François Guizot, apoyado por el rey Luis Felipe I de Francia denunció con vehemencia la anexión de la isla. No obstante, la guerra entre Francia y los tahitianos continuó hasta 1847. La isla permaneció bajo el protectorado francés hasta el 29 de junio de 1880, cuando el rey Pomare V (1842–1891) fue forzado a ceder la soberanía de Tahití y sus dependencias a Francia. En 1946, la isla, junto a toda la Polinesia Francesa, se convirtió en un territorio de ultramar. En 2003, este estatus fue cambiado por el de colectividad de ultramar.
Tahití en la actualidad
Los tahitianos son ciudadanos franceses con completo acceso a derechos civiles y políticos. Tanto el idioma tahitiano como el francés son usados por los habitantes de la isla. Tahití forma parte de la Polinesia Francesa (Polynesie Française), cuyo estatus es el de un territorio semiautónomo de Francia, con su propia Asamblea, Presidente, presupuesto y leyes. La influencia de la metrópolis se limita a proveer subsidios, educación y seguridad. El actual Presidente de la Polinesia Francesa, Oscar Temaru, es partidario de la total independencia de Francia, sin embargo sólo cerca del 20% de la población está a favor de dicha idea.
Durante una conferencia de prensa en junio de 2006, en el marco de la segunda Reunión Francia-Oceanía, el presidente Jacques Chirac dijo que no creía que la mayoría de los tahitianos quisieran la independencia. Se remitió a afirmar que mantendría la puerta abierta para un posible referéndum en el futuro.
Las elecciones para la Asamblea de la Polinesia Francesa se efectuaron el 23 de mayo de 2004. En un resultado sorpresivo, la coalición progresista independentista de Oscar Temaru formó gobierno con una mayoría de un sólo escaño en el parlamento (obtuvo 29 escaños contra 28 del Partido Conservador encabezado por Gaston Floose). En octubre de ese año, este partido presentó una moción de censura contra el gobierno, provocando una crisis política. Un punto mayor de controversia es si el gobierno nacional francés podría o no usar su poder excepcional de llamar a elecciones anticipadas para un nuevo gobierno local, en caso de una grave crisis política.
Cultura y economía
El pintor francés Paul Gauguin vivió en Tahití en los años 1890, plasmando en sus obras los paisajes y las gentes de la isla. Hoy, la villa de Papeari tiene un pequeño museo con obras de Gauguin. Tahití posee una universidad, la Université de la Polynésie Française. Sin embargo el turismo es la actividad más importante, sobre todo en las islas de Bora Bora y Moorea. Cada mes de julio, el Festival de Heiva en Papeete celebra la cultura polinésica y la conmemoración de la toma de la Bastilla en Francia.
El cultivo de perlas negras es también una fuente sustancial de ingresos. La mayoría de las perlas son exportadas a Japón, Europa y los Estados Unidos.
Recientemente, ha surgido una fuerte presión por revivir el modo de vida más tradicional de antaño y por redescubrir las costumbres culturales. Los instrumentos musicales tradicionales incluyen el pahu, los toere (tambores), y el vivo (especie de flauta nasal). Las guitarras y ukeleles fueron introducidos por los europeos, pero se han incorporado al folklore local que tiene bastante similitud con la música popular de Hawai, debido a que se trata de dos culturas muy emparentadas en el idioma y en las costumbres. La indumentaria típica para bailar (tamure) ha vuelto a aparecer en la vida de los polinesios, pero, lamentablemente, el arte de hacer tapa (papel de corteza y ropa), practicado en todo el Pacífico, ya casi no se utiliza.
Texto, tomado y condensado de Wikipedia:
Fotos.. tampoco son mias.. son tomadas de la red, ..
1 comentario:
jueeeeeeeeeee
que paraiso pol dioooooooo!!!!
yo quero irrrrrrrrrrrrrrr!!!!
Anna
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