Lokos y Xifladas

Lokos y Xifladas

miércoles, 24 de octubre de 2007

Deje la santidad para convertirme en puta I



Me llamo Liceeth Moreta y actualmente tengo 23 años de edad. Mis padres viven en España por lo que casi no tengo mucho contacto con ellos. Vivo con mi hermana mayor y su esposo Manuel un hombre ya maduro que se la vive trabajando.
Cabe señalar que mi familia es muy religiosa por lo que desde pequeña tuve una formación llena de valores morales, ustedes saben valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, pero sobre todo dos valores fueron siempre los que mis padres más se esforzaron por inculcarme, la libertad de conciencia y la dignidad.
Bueno pues conforme fui creciendo mi cuerpo fue creciendo conmigo, comencé a desarrollar unos pechos que si bien no son enormes si son de un buen tamaño, mis piernas se fueron torneando y mi culo se fue levantando convirtiéndose en un culo respingon.
Por su puesto que todos estos cambios solo yo era capaz de verlos en la intimidad, pues aunque siempre me ha gustado usar falda, por lo general usaba faldas del tipo que te cubren hasta por debajo de la rodilla y no tan ajustada a mi cuerpo pues aunque me gustaban las minifaldas mamá solía decir que solo las putas usan faldas cortas y ajustadas al cuerpo así que yo como una niña buena que cree en dios y respeta las leyes de la moral debía comportarme como una señorita y aprender a vestir correctamente.
Al cumplir los 18 años decidí salir de casa para ir a estudiar a la ciudad donde mi hermana actualmente radica junto a su esposo. Por su puesto que en un principio mis padres hicieron hasta lo imposible porque no saliera de casa, pero al verme más que decidida no tuvieron otra opción más que apoyarme.
Cuando llegue a vivir con mi hermana esta me apoyo en todo y me dijo que me sintiera como en casa, que ella no iba estarme regañando todo el tiempo puesto que ni era mi madre ni yo era una niña pequeña, que yo ya estaba bastante grandecita como para saber diferenciar entre lo bueno y lo malo. En fin me dio una habitación y un juego de llaves para que saliera y entrara de la casa a la hora que quisiera. Su esposo también se mostró bastante amable conmigo y me dijo que estaba para lo que se me ofreciera.
Ese mismo día desempaque todas mis cosas. Mi hermana solía decirme que a la hora de mudarme cargo más peluches conmigo que ropa y la verdad es que adoro los peluches sobre mi cama.
Bueno como verán más no podía pedir, mi hermana y su esposo en un par de semanas hicieron que me sintiera como en mi casa. A mis padres les llamaba cada fin de semana para platicarles como marchaban las cosas y cosas por el estilo.
Mi hermana y su esposo vivían en un departamento por lo que teníamos muchos vecinos entre los cuales resaltaba un joven de edad similar a la mía que desde la primera vez que lo vi llamo mucho mi atención. Con el tiempo supe que se llamaba Eder y que tenía 20 años. Así pasó el tiempo y me hice de varias amigas en el edificio, sobre todo de una de ellas que se llamaba Jazmín. Jazmín tenía 21 años y era una chava alta de pelo castaño y un poco rellenita sin llegar a ser gorda. Desde la primera vez que la vi me percate que se vestía muy bien, muy a la moda y sentí muchos deseos de vestirme como ella. Se había mudado con su abuela que vivía a un lado nuestro y estudiaba administración de empresas en el último año de la carrera.
Así pasamos mucho tiempo juntas y cuando supo que cumpliría 19 años me armo una enorme fiesta sorpresa en el edificio. Con decirles que hasta el conserje del edificio al que todos en el edificio conocían como Nachito asistió a la reunión, era un hombre ya viejo de unos 62 años pero como vivía en un pequeño cuarto con puerta de madera (que por cierto estaba semi caída) en la entrada del edificio no tuvimos de otra más que invitarlo a la fiesta. Entre los invitados a la fiesta sorpresa también se encontraba el joven del que ya les he hablado cuyo nombre es Eder. Fue aquí que lo conocí y nos hicimos buenos amigos. Me pareció un chico bastante agradable y sencillo, no así su amigo Rubén que era un pelado de lo peor. Desde que me vio comenzó a criticar mi forma de vestir, se reía de mí diciendo que parecía monja con esas blusas de manga larga, me decía que solo faltaba que me pusiera un cuello de tortuga para cubrir más mi cuerpo. No así Eder que desde el inicio me respeto y me procuraba en todo momento.
Después de mi fiesta salimos un par de veces más como amigos y después de eso nos hicimos novios. Yo realmente estaba muy enamorada de Eder pues el era mi primer novio formal, mi hermana estaba encantada con mi noviecito pues decía que tenía buen ojo para los hombres, que parecía un muchacho bastante respetuoso además de bien parecido. Todo lo contrario a mi madre que desde que se entero que tenía novio no hizo más que hacerme un interrogatorio como si estuviera apunto de entrar a la prisión. Me pregunto como era, que estudiaba, que religión profesaba, como eran sus padres, en fin no aguanto tanto tiempo sin saber del joven y el siguiente fin de semana ahí la tenían en casa de mi hermana dispuesta a conocer a mi novio.
Esta sobre protección de mis padres a mí en ocasiones me molestaba mucho. No era una niña pequeña y mucho menos le faltaba al respeto a dios con tener novio. Cuando Eder conoció a mis padres (ya había sido advertido de cómo eran ellos) los trato amable y respetuoso como solía ser y a mi madre lejos de desagradarle termino por agradarle al saber que era muy "religioso", por su puesto que esto no era del todo cierto, si bien Eder iba una que otra vez a misa no era el obispo en joven, pero pues conociendo a mi madre eso sería un punto extra para que terminara por agradarle y así sucedió.
A mi Rubén el amigo de Eder seguía molestándome a toda hora, sobre todo cuando pasaba frente a el me gritaba: Adiós monja, rezas mucho por mí!
A mi esto me enfada y todas las tardes que sucedía esto yo llegaba a mi cuarto a llorar por largas horas hasta que un día mi amiga Jazmín que supo de cómo me empezaban a apodar en el edificio decidió hacer algo por mí.
Me pidió que ahorrara durante un mes todo el dinero que pudiera, yo al preguntarle para que ella me dijo: Tú solamente ahorra todo lo que puedas, ya cuando tengas una buena cantidad vamos a ir a cambiar tu vestuario.
Cuando llegó fin de mes no logre juntar tanto como yo había esperado, Jazmín al enterarse de esto me dijo:
Jazmín: Nombre con esto no nos alcanza ni para una blusa, espérame aquí tantito, voy a ver si puedo conseguir algo de dinero y vuelvo enseguida.
La vi salir del departamento y bajar por las escaleras, pensé que iría a pedir prestado y me dio pena con ella, como iba a permitir que mi amiga se metiera en deudas por mi culpa. La seguí para impedir que pidiera prestado pero no la encontré por ninguna parte. Recorrí todo el edificio y nada, ni sus luces. Baje las escaleras y salí del edificio para ver hacia la calle y nada.
Seguramente esta dentro de un departamento.-pensé
Justo cuando volvía al edificio escuche ruidos de muebles moverse bruscamente.
Provenían del cuarto del conserje Nacho, pensé que estaría acomodando sus muebles pero de pronto un grito ensordecedor se escucho del interior del cuarto.
-Aaaghhhhh me encanta! aahhhh
-Así muévete perra rica. Aaahh
Era la voz de una mujer y la de don Nacho, quien iba a pensar que a su edad todavía podría tener una relación sexual aquel hombre y quien sería la mujer con la que estaba.
-Aaahhhh mueve el culo rico!!
-aaaahhhh así???
-Ssssiiiii!!! Aahhhh
Me quede boquiabierta al reconocer la voz, era mi amiga Jazmín! Voltee a mí alrededor para ver si alguien más estaba siendo testigo de lo que ocurría en ese cuartito pero no era solamente yo la que estaba ahí. Me pegue un poco más a la puerta y pude oír con mayor claridad los sonidos.
-Aaahhhh me vengoooo
-Echamelos bien dentro!!! aahhhh!!!
-Tomaaa!! Aahhhh
Comencé a imaginar a mi amiga Jazmín follando con Nacho dentro del cuarto y mi cuerpo comenzó a sudar, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, comencé a sentir como mi corazón se aceleraba y mi piel se puso chinita. De pronto todo quedo en silencio y empezaron a intentar a abrir la puerta de madera que tanto trabajo costaba abrir por lo vieja y descuidada que estaba. Al ver esto yo corrí con fuerza hacia fuera del edificio y aguarde unos segundos haciendo como si estuviera buscando a alguien. Cuando entré nuevamente al edificio me tope con Jazmín que estaba acomodando su blusa, al verme se mostró sorprendida pero rápido me sonrió y me dijo:
Jazmín: Y tú que andas haciendo por acá eh?
Apenas y podía calmar mis nervios, sentía que el corazón se me salía y estaba roja como un tomate.
Jazmín: Donde andabas Liceeth?
Tomando aire y calmando un poco mis nervios le dije:
Liceeth: Te andaba buscando afuera Jazmín es que no te encontraba…
Jazmín: Ya veo, y andabas corriendo haya afuera?
Liceeth: Hmm si lo que pasa es que pensé que tu ya habías vuelto al departamento y tuve miedo de que no me encontrarás y te fueras a ir sin mi…
Jazmín: Jaja pero como eres boba Liceeth, de hecho si vengo bajando de tu departamento pero como no te vi decidí buscarte y aquí me tienes, además como me voy a ir sin ti si es a ti a la que le vamos a comprar la ropa mira ya tengo más dinero.
Me mostró una faja de billetes y sorprendida le dije:
Liceeth: De donde los sacaste?
Jazmín: Me los presto mi abuela.
Miente, yo se muy bien como los había conseguido, pero por otro lado me sentí muy mal por ella, había tenido que vender su cuerpo para conseguir un poco de dinero para mi, que buena amiga era Jazmín…
Jazmín: Entonces que nos vamos o nos vamos a quedar paradas todo el día aquí?
Liceeth: No para nada vamonos.
Justo cuando salíamos del edificio don Nachito apenas caminando nos alcanzó y le dijo a Jazmín:
Nacho: Entonces te espero en la noche para que me traigas lo que te pedí te parece?
Jazmín: Si don Nacho aquí nos vemos sin falta.
Apenas avanzamos un poco pude ver de reojo como Nacho le agarraba las nalgas a Jazmín que siguió caminando como si nada. Ahí fue cuando pensé que Jazmín no lo hacía tanto por mi si no porque le gustaba ese tipo de encuentros.
Cuando llegamos a la tienda comercial Jazmín y yo nos probamos todo tipo de blusas, minifaldas y pantalones desde lo más reservado hasta lo más atrevido, por supuesto que lo mejor fue lo atrevido para nosotras. A mi me encanto la forma en que las blusas se me veían, sobre todo una blusa rosa en la que sobre salían mis senos haciéndolos ver grandes y deseables.

Los pantalones se pegaban a mi cuerpo dejando ver todos mis encantos, nunca había visto mi cuerpo dentro de una vestimenta como estas y me encanto. Las minifaldas ni que decir, también fueron de mi adoración al ver como dejaban ver mis piernas y más aun al ver que con cualquier movimiento brusco o inclinándome un poco dejaba ver el inicio de mi culo que se mostraba listo para ser mostrado.
Jazmín: Mira las tangas Liceeth! Están hermosas…
Compramos 3 tangas cada una, 2 de mis tangas eran de distinto color y estilo comparadas con las de Jazmín pero hubo una en la que coincidimos en el color y estilo.
Jazmín: Mira esta tanga del corazoncito las vamos a comprar iguales para que siempre recuerdes mi amistad te parece?
Me lleno de emoción el hecho de que tuviéramos una tanga igual mi mejor amiga y yo y lo mejor era el significado que tenía el comprar una del mismo estilo. Nunca antes había hecho algo parecido con una amiga.
Liceeth: Claro Jazmín, me parece muy bien.
Salimos de la tienda felices y con muchas bolsas de ropa. Al fin vestiría como mi amiga y dejarían de decirme la monja y me empezarían a ver como una mujer.
Cuando llegamos al edificio lo primero que hice fue buscar a Eder para mostrarle mis nuevas adquisiciones. Para mi sorpresa Eder al ver la ropa me dijo:
Eder: Te puedo pedir algo?
Liceeth: Si
Eder: No uses esta ropa…
Realmente me sorprendió, yo creí que le fascinaría mi nuevo estilo pero lejos de gustarle parecía disgustado con mi cambio de ropa.
Liceeth: Porque me pides eso Eder?
Eder: Tu sabes que a mí me gusta como eres Liceeth no tienes porque usar esta ropa tan atrevida…
Liceeth: Pero a mí me gusta…
Eder: Tal vez a ti te guste pero a mi no, si quieres seguir conmigo no la uses si no ya sabes por mi terminamos…
Dijo esto y salio del departamento furioso. Toda esa tarde me eche a llorar en mi cama a un lado de mis peluches. Realmente quería cambiar mi forma de vestir, dejar de ser la "monja" del edificio pero esto significaría perder a Eder. Al día siguiente sonó el timbre del departamento y al abrir era Eder.
Eder: Hola yo solo quería decirte que si ayer fui muy grosero pues… realmente no era mi intención me perdonas?
No hable, solo me eche a sus brazos y nos besamos. Realmente lo amaba y si tenía que seguir vistiendo como monja para estar bien con el, estaba dispuesta a hacer el sacrificio.
Cuando le devolví la ropa a Jazmín diciéndole que me perdonara que no iba a poder usarla y explicándole las razones del porque, ella me dijo:
Jazmín: Quédatela por si algún día cambias de opinión y no te preocupes amiga no tienes porque preocuparte esa ropa yo te la regale y no quiero que me la devuelvas.
Paso un año y mi relación con Eder marcho perfecta. Yo cada vez lo querías más y más y el cada vez era más aceptado por mi familia sobre todo por mi madre. Nos ganamos la confianza de mi hermana y su esposo lo cuales nos dejaban estar viendo películas en la sala hasta altas horas de la noche. Una noche en la que mi hermana y mi cuñado dormían, Eder y yo estábamos viendo una película con escenas bastantes fuertes (era clasificación C pero parecía XXX), yo con las escenas llegue a sentir una sensación placentera en mi ser, no se porque pero al ver las imágenes me recordaba la vez que había escuchado a Jazmín tener relaciones con el conserje del edificio y me ponía muy calientita. Eder por su parte no paraba de acercarse a mí y darme besos que cada vez eran más intensos.
En uno de esos besos poso su mano sobre uno de mis senos, nunca antes había hecho eso en verdad me sorprendió su atrevimiento por lo que con una de mis manos y sin dejar de besarlo, moví su mano de mi seno y la coloque sobre mi pierna derecha. Por lo visto salió peor porque en esta ocasión metió su mano por debajo de mi falda y comenzó a acariciar mi pierna desnuda. Yo intenté zafarme de el, para decirle que ya era suficiente pero el pasando su otro brazo por detrás de mí, hizo presión para que el beso se prolongara más tiempo y me inmovilizo. Pronto pude sentir su mano muy cerca de mi colita y fue aquí cuando con fuerza logre separarme de el.
Liceeth: Que te pasa?
Eder: Nada, yo solo estaba besándote…
Liceeth: Besándome? A eso llamas besar? a querer agarrarme la concha?
Eder: Para Liceeth que no es para tanto…
Liceeth: No Eder vete a tu casa creo que ya es demasiado tarde para que sigas conmigo, mañana nos vemos mejor.
Eder: Oooh Liceeth 20 minutos más no te pongas así…
Liceeth: No Eder mañana nos vemos.
Esa noche salió molesto pero no me importo. Cuando iba a dormir comencé a sentir sensaciones muy extrañas, no podía dormir. Sentía como mi conchita estaba mojada y pensando que era mi imaginación me pare para confirmar lo que sentía y al hacerlo vi que efectivamente estaba mojando la tanguita de esa parte de enfrente donde va mi conchita. Me volví a meter a la cama y cerrando mis ojos comencé a acariciar mi cuerpo con mis dos manos. Primero acaricie mis piernas lentamente, al llegar a mi conchita me desviaba y pasaba por mi abdomen, mi ombligo hasta llegara mis pechitos. Los tomaba con ambas manos y los acariciaba. Nunca antes lo había hecho, pero estaba sintiendo delicioso. Cuando me di cuenta ya estaba pasando uno de mis dedos a lo largo de mi conchita, fue ahí cuando los sonidos de Jazmín y el conserje volvieron a mi mente. Comencé a acariciar con más rapidez mi conchita hasta que de pronto…
Liceeth: Mmmmmmmmmmmmmm
Deje escapar un gemido enorme al sentir como si me estuviera haciendo pipi… era delicioso algo en mi interior había echo explosión y ahora sentía más mojada mi conchita que nunca. Me retorcía como nunca en mi cama y experimente sin querer queriendo mi primer orgasmo. Por dios que había sido algo hermoso.
A la mañana siguiente me desperté como nueva, tenía mucho que no dormía así de rico. Esa tarde volví a ver a Eder pero estaba vez en su departamento, sus padres no estaban y volverían hasta el día siguiente.
Eder: Porque no te quedas a dormir conmigo Liceeth. Mis padres no van a llegar hasta mañana y eso si bien les va.
Liceeth: Jaja pretendes que me quede a dormir en la cama de tus padres?
Eder: Bueno no Liceeth para eso esta la mía no crees?
Liceeth: Y luego tu donde te quedarías?
Eder: Bueno pues contigo Liceeth no apoco no tienes ganas de estar conmigo?
No puede ser pensé, aquí esta de nuevo Eder pidiéndome algo que no pienso hacer.
Mis padres me dijeron siempre q debo esperar a casarme para hacerlo y no los iba a defraudar por un momento de calentura.
Liceeth: No Eder! Es que cuantas veces debo decírtelo que no esta bien lo que quieres que hagamos?
Eder: Liceeth pero yo te amo a que tienes miedo?
Liceeth: No es que tenga miedo Eder simplemente no creo que sea el momento preciso como para dar ese paso.
Eder: pero que es lo que quieres que haga por ti Liceeth que baile al son de la música, que mate a alguien? Que no te he demostrado mi amor por ti en todo el año que llevamos de relación? Por dios Liceeth dame es hora de que me demuestres que tu también me amas no crees?
Liceeth: Eder no es así como funcionan las cosas…
Eder: A no pues entonces como? O es que no solo te vistes como monja si no que ahora te comportas como tal?
Esas ultimas palabras me ofendieron mucho, jamás lo había esperado de el. Además si yo me seguía vistiendo como monja era por el, por el amor que le tenía. Comencé a llorar y salí del departamento a toda prisa. Eder al ver su error intentó detenerme pero no se lo permití, esta vez había llegado muy lejos.
Camine por el pasillo rumbo al departamento de Jazmín, quería contarle mis problemas, hablar con alguien. Casi al llegar pude ver que del departamento de Jazmín estaban sacando varias cajas y muebles. Una señora vecina nuestra que es muy querida por todos en el edificio por su trato amable y su buen carácter, estaba de pie a un lado de las cosas como cuidándolas, al verme me dijo:
-Pero como, todavía no se despiden por última vez y ya estas llorando por tu amiga niña?
Me causaron sorpresa sus palabras y le dije:
Liceeth: a que se refiere?
-Si niña, tu amiga ya se muda hoy o es que acaso no sabes?
Liceeth: No sabía…
-Su abuela falleció hace unos días y no le quedo de otra más que volver a su ciudad natal. Pensé que estarías enterada pues como siempre andan juntas…
No lo podía creer mi mejor amiga se iba…
Liceeth: Y Jazmín en donde esta?
-Esta con mi esposo Sebastián, ya ves que tenemos un camión de mudanza, mi marido al ver que tu amiga no tenía dinero para pagar un camión de mudanza hablo conmigo y juntos decidimos ayudarle a tu amiga para llevar sus cosas hasta su ciudad. Ve a verla bajaron hace algunos minutos, el camión esta estacionado aquí enfrente.
Baje a toda prisa para ver a mi amiga y reclamarle porque no me había dicho nada, al salir del edificio no vi a nadie solo el camión estacionado enfrente con la caja cerrada. Vi a un niño vecino del edificio y le pregunte:
Liceeth: Oye disculpa no has visto a Jazmín?
-Si se metió con don Sebastián a la caja de ese camión.
Vaya con mi amiga me dije…
Seguramente estaría agradeciendo el favor pensé.
Pensé en volver arriba a esperarla junto a la señora pero que le diría a esta, que mi amiga en agradecimiento se estaba dejando follar por su esposo? Pobre mujer, su esposo follando con una escuincla de la mitad de sus años y ella ni en cuenta. Pronto la caja del camión se abrió y pude ver como bajaba Sebastián con una enorme sonrisa subiéndose la bragueta, seguido de el venía Jazmín limpiándose con un pañuelo los alrededores de la boca…
Pensé en despedirme pero al parecer no valía la pena. Mi amiga me había decepcionado, como era capaz de follarse al marido de aquella mujer tan noble y buena gente. Entre al edificio y subí por las escaleras hasta el departamento de mi hermana, entré en mi habitación y me recosté en la cama a ver televisión un rato, la verdad es que ni miraba la televisión lo único que hacía era pensar en lo desgraciada que era Jazmín con esa pobre mujer.
Ese día se marcho Jazmín del edificio, ni si quiera fue a despedirse de mí. No se si me haya visto en la entrada del edificio cuando esta iba bajando del camión de mudanza pero aún así yo tenía muy en el fondo la esperanza de que me hubiera ido a decir el porque de su ida.
Una semana después hice las paces con Eder y todo volvió a ser como antes. Por lo visto ya no volvía a pedirme su prueba de amor y me respetaba mucho.
De vez en cuando en las noches volvía a sentir la sensación y la necesidad de acariciar mi cuerpo y más pensando en Jazmín y Nacho pero al recordar lo maldita que se había portado Jazmín siempre terminaba por dormirme con las ganas y me ponía a rezar como cuando era chica para distraer mi mente y dedicar mi enorme sacrificio a dios.
Así paso el tiempo hasta que una vez al pasar frente a Rubén el amigo de Eder este me grito.
Rubén: Adiós Monja Cornuda!!
Vaya por lo visto agregó otra palabra al apodo pensé.
Pero porque monja cornuda?
Cuando platique con Eder respecto al nuevo apodo que su amiguito me había puesto este me dijo.
Eder: No es nada, conoces muy bien como es Rubén no tienes porque sentirte mal. Yo hablare con el para que no te moleste de esa forma.
Después de esto una tarde en que volví a pasar frente a su amigo, este al verme pasar solo gritaba:
Rubén: Venga monja… Oleee!!!
No aguanta más, tenía que decirle a Eder lo que estaba sucediendo con su amigo así que me dirigí a su departamento. Llame a la puerta y abrió su mamá.
Liceeth: Buenas tardes señora disculpe no se encuentra Eder?
-No, salió a la tienda pero no ha de tardar en volver. Si gustas pasar a esperarlo,
Liceeth: Si muchas gracias señora.
Pase y me senté a esperar en la sala. La señora me ofreció algo de beber y yo gustosa acepte un poco de agua. Pasaron los minutos y Eder ni sus luces. Al parecer su mamá ya tenía que salir a su trabajo y al ver que su hijo no llegaba me pidió que esperara un poco más a su hijo, que no debía tardar pero que si no llegaba le cerrara la puerta con seguro de favor, yo acepte y fue así que me quede sola esperando a Eder en su departamento.
Cuando la señora salió lo único que hice fue esperar sentada unos diez minutos más. Cuando estuve aburrida pensé en ir a echar un vistazo por el departamento y fue así que llegue al cuarto de Eder. Husmee un poco y logre encontrar toda clase material porno en su cuarto, como quien dice la curiosidad mato al gato y fue así que comencé a abrir uno por uno sus cajones hallando toda clase de cosas.
Me encontré desde pastillas para dormir hasta condones. Lo que más me sorprendió fue que las tiras de los condones no estuvieran completas, por lo visto ya se habían despegado varios de ellos. Supuse Eder le regalaba a sus amigos pues nosotros no teníamos actividad sexual. Seguí buscando dentro de sus cosas hasta que me encontré con una cajita azul con un moño rosa. La abrí y no se si fue mayor mi dolor que la sorpresa, ahí dentro se encontraba la fotografía de mi amiga Jazmín y junto a ella una tanga, la misma tanga con el corazoncito que habíamos comprado en el centro comercial. Dentro había una nota que decía:
Te regalo la prenda que use la primera vez que fui tuya como recuerdo de aquella noche en la que me hiciste vibrar de placer. Por siempre tuya, Jazmín. PD No me olvides nunca.
Tire la caja y me eche a llorar. No lo podía creer mi mejor amiga con mi novio habían tenido relaciones sexuales valiéndoles madres yo. Voltee hacia la puerta y vi como Eder me miraba apenado.
Eder: Liceeth deja que yo te explique…
No dije nada, me puse frente a el y le solté tremenda bofetada que aun me sigue doliendo en el alma. Lo amaba con todas mis fuerzas, era capaz de hacer todo por el, de perdonarle cualquier error que tuviera conmigo pero esto, una infidelidad jamás y mucho menos con mi mejor amiga.
Liceeth: Eres un desgraciado! No quiero volverte a ver en toda mi vida.
Salí huyendo hacia mi refugio, mi cuarto, mi cama llena de los peluches que tantas veces me habían visto llorar desconsolada. Esta vez pensé que no dejaría de llorar, era demasiado el dolor que estaba sintiendo. Ahora todo parecía tan feo, mi mejor amiga y mi amor me habían traicionado, era conocida por medio edificio como la "monja cornuda". No podía ser peor. Esa noche ni dormí, solo pensaba en regresar a mi casa con mis papás. Pero esto no era lo mejor, lo mejor no era huir de mis problemas si no quedarme para enfrentarlos o no es eso lo que me habían enseñado mis padres?
Todos se habían burlado de mí, me habían visto la cara. Pero a partir del día siguiente sería una mujer nueva. Una mujer que nunca antes habían visto, alguien de quien no podrían burlarse tan fácilmente.
Al día siguiente era sábado, me levanté temprano y abrí mi closet. Saque mi ropa que tenía en el olvido, aquellas minifaldas, pantalones ajustados y blusas con escotes excitantes que había guardado por tanto tiempo pues había llegado el momento de que mi nuevo yo las usara.
Me metí a bañar, espere a que mi pelo y mi cuerpo se secaran y me unte crema por todo el cuerpo. Me maquille tomándome todo el tiempo del mundo y me vestí lo menos decente que pude. Una minifalda negra de lo más corta, apenas y me cubría el culito y dejaba ver por completo mis piernas desnudad. Un top rojo bastante ajustado a mi cuerpo que sin ponerme brassier dejaba ver mis pezones grandes y duros remarcados sobre la tela. Unas botas con tacón de aguja que me hacían ver más alta de lo que soy y hacían resaltar mis piernas morenas. Me mire en el espejo y:
Liceeth: Dios mío luzco como una prostituta…
Aparte de lucir como una puta, no es por que sea vanidosa ni mucho menos narcisista pero lucía preciosa, me di una vuelta completa sin dejar de verme al espejo y mi culo se veía deseable y bien paradito justo como yo lo quería. Quería que los hombres desearan mi cuerpo al verme pasar por la calle, que desearan lo que nunca iban a tener sobre todo mi ex novio Eder al que tanto rencor le guardaba.
Pensé en salir de mi habitación, pero aun me faltaba algo muy importante, el caminar. Tenía que caminar de una manera muy sensual, de una manera en que ningún hombre pudiera resistir voltear a verme. Así que me puse a practicar frente al espejo varias formas de caminar. Después de varios tropiezos (no estaba acostumbrada a usar tacones tan altos), aprendí la forma más correcta de caminar sensual.

Continua.....

No hay comentarios:

Mas Que Sorprendente Reloj: