Cuando leemos Patrimonio de la Humanidad, por regla general nos viene a la mente lugares idilicos, que bien destacan por su gran interés cultural, o belleza, tanto natural como creada por el hombre. Pero desgraciadamente no siempre es así. Un ejemplo puede ser Auschwitz, lugar en el que fueron asesinadas entre 1.200.000 y 1.500.000 (algunos hablan de unos 4 millones) de personas.
Auschwitz no fue en sus principios un campo para judíos. De hecho, los campos fueron creados para concentrar "elementos disidentes": opositores políticos, comunistas, periodistas, intelectuales... además de delincuentes comunes. Como dato, Auschwitz se creo casi un año antes de comenzar la tristemente famosas "Solución Final de la Cuestión Judía", es decir, el exterminio absoluto de los judíos en Europa.
En abril de 1940 Rudolf Hoess, que hasta ese momento era SS Hauptsturmführer (Capitán de la SS) fue nombrado Comandante de un nuevo campo de concentración situado en la Silesia Polaca. La idea de los nazis era germanizar la zona. Su concepción de la Nueva Alemania consistía básicamente en "mover hacia el este" las fronteras. Los polacos serían desplazados al este, y los territorios polacos que son ahora parte Ucrania y Bielorrusia, además de amplias extensiones en la Unión Soviética (invadida por Hitler), serían un territorio donde vivirían los judíos, totalmente alejados del Reich alemán.
La técnica del gaseamiento de los presos fue iniciada en el Bloque 11 de Auschwitz, donde ya se hubiesen llevado a cabo las más terrible torturas a los prisioneros soviéticos y polacos. Allí se cerraron las ventanas y la puertas para asesinar a los primeros presos por asfixia. En principio, el procedimiento era lento, hasta que el ayudante de Hoess descubrió que más efectivo que usar los gases de los motores de un camión, era gasear a los presos con Zyklon B, un insecticida ya empleado para limpiar y desinfectar la ropa de los internos.
El uso del Zyklon B fue toda una revolución en la masificación de los asesinatos de los presos. Pronto se construyeron cámaras de gas, y crematorios para deshacerse de los miles de cadáveres. El proceso adquirió un carácter cuasi-industrial, y totalmente deshumanizado (si quedaba algo de humano en el trato que recibían los prisioneros).
Las cenizas de los cadáveres (más de un millón) en el caso de Auschwitz se emplearon para abonar los campos de los alrededores, y se echaban masivamente en el río Vístula y en el Sola. En otros campos como en el de Treblinka se han encontrado enterramientos de restos humanos y cenizas que llegan a los 6 m de espesor.
Dentro de Auschwitz se realizaron innumerable experimentos médicos, encabezados por el Dr. Mengele. Josef Mengele era un joven médico al servicio de las SS, que ya se había curtido en el asesinato de judíos en Ucrania, cuando en 1943 fue destinado a Auschwitz. Este hombre hizo del campo de exterminio su particular laboratorio, y las atrocidades que realizaba llegan a parecer simplemente imposibles. Su especialidad era investigar gemelos, a lo cuales operaba sin anestesia, cosía entre sí, diseccionaba vivos. Era capaz de quemar vivos a 300 niños, de operar columnas vertebrales, de encerrar en una cámara al vació a presos para ver su comportamiento, de exponerlos a brutales exposiciones de rayos X... El barracón 14 del campo F de Birkenau, donde realizaba la mayor parte de sus experimentos, era conocido como "El Zoo".
Los alemanes comenzaron a acelerar el ritmo del gaseamiento de presos en el verano de 1944, pues entonces ya se veía que la guerra se estaba poniendo difícil para ellos. Ese verano llegaron a matar a 10.000 personas al día, y los judíos de Hungría que llegaron en agosto fueron enviados en su mayoría (75%) directamente a las cámaras, desde los trenes en los que llegaban.
A finales de enero de 1945 los alemanes abandonaron el campo, intentando destruir todas las pruebas que les fue posible. El día 27 de enero los soldados del Ejercito Rojo tomaron el control del campo. Se puso fin así a la pesadilla del los que aún estaban vivos.
Según las últimas estimaciones, el mayor número de judíos eran húngaros (438.000), llegados en el verano de 1944. Les seguirían en número los judíos polacos (300.000), franceses (69.114), holandeses (60.085), griegos (55.000, de los cuales gran parte eran descendientes de los judíos sefarditas españoles), checoslovacos y moravos (46.099), eslovacos (26.661), belgas (24.906), alemanes y austriacos (23.000), yugoslavos (10.000) e italianos (7422).
Además, en Auschwitz fueron asesinados prisioneros que no eran judíos: 70.000 prisioneros políticos polacos, más de 20.000 gitanos, 10.000 prisioneros de guerra soviéticos, cientos de testigos de Jehová, decenas de homosexuales, y una larga lista de personas que fueron enviados allí por las más variopintas razones, o simplemente, sin ninguna razón.
Este lugar de horrores, que plasma la crueldad a que puede llegar el ser humano, permite su visita, y creo que sería interesante, lo que pretendía hacer en mi proximo viaje, pero me contentaré con pasarme por Mauthausen, otro de los lugares de exterminio nazi.
Gran parte del artículo pillado en esta interesantisima pág.: http://www.polonia-es.com/index.php?Itemid=86&id=2052&option=com_content&task=view
3 comentarios:
Cielo ke triste... nunca deja de sorprenderme la maldad humana y no, no hay razones ni una sola ke justifiken la matanza ni de a uno ni de a grupos de seres humanos..me conmoviste cielito, buenos dias y un gran muacksssssssssssssssssssssss
tu Afro..
gracias tibu.... un gran articulo
Anna
QUE HORROR CUANTO SUFRIMIENTO, ES IMPRESIONANTE, Y PENSAR QUE HA PASADO DE VERDAD UFFF.
Gracias
Conchi
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