Los Primeros Huelguistas.

¡Tenemos hambre! El grito resonó por todo Deir el-Medina cuando los trabajadores de esta comunidad de Tebas, dedicada a la construcción de tumbas reales, estallaron en cólera ante la falta de pago de sus salarios.
Se estaban por cumplir 30 años del inicio del reinado de Ramsés III, por lo que se acercaba la celebración de los festejos rituales Sed. Fue en esos meses cuando los trabajadores empezaron a sufrir retrasos en la recepción de alimentos que constituían su sueldo, y eso acabó por provocar una huelga, la primera documentada en toda la historia.
El paro tuvo lugar el día 10 del segundo mes de otoño del año 29. Los obreros organizaron una masiva manifestación que recorrió el trayecto desde su comunidad hasta el templo de Medinet Hbu, e incluso protagonizaron una sentada en la parte trasera del templo funerario de Tutmosis III. Un escriba, que era su jefe de equipo, calmó los ánimos y los enfadados manifestantes volvieron a sus casas. Pero, al día siguiente, ante la falta de solución a sus reclamaciones, reemprendieron la protesta y expusieron sus reivindicaciones al propio gobernador de Tebas.

No existe constancia de que Ramsés III se diera por aludido, pero después de esa reunión los artesanos cobraron sus salarios atrasados. De todas maneras, estas huelgas se repitieron un mes más tarde, y entonces al reclamo material se sumó la crítica política de algunos obreros.
Esta primera huelga sentó cátedra: el cese de actividades se convirtió en una herramienta de presión de los obreros durante los últimos años del faraón Ramsés III y en los inicios del reinado de su sucesor, Ramsés IV.

Resumen extraido de: Clio, Revista de Historia, Año 7, Nº 79.