Las sirenas (en griego antiguo Σειρήν Seirn, ‘encadenado’, seguramente inspirado en el sánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común, y la que ha llegado a la actualidad, las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en el idioma inglés se hace la distinción entre la siren (la sirena original clásica) y las mermaids (la sirena con forma de pez).
Me gustan muxo las historias de sirenas…. Sus misterios y sus mitos, aki les ire poniendo algunas de las ke mas me gustan, pero hoy les hablare de:
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común, y la que ha llegado a la actualidad, las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en el idioma inglés se hace la distinción entre la siren (la sirena original clásica) y las mermaids (la sirena con forma de pez).
Me gustan muxo las historias de sirenas…. Sus misterios y sus mitos, aki les ire poniendo algunas de las ke mas me gustan, pero hoy les hablare de:
Loreay la Sirena del Rhin…
Dice una vieja saga alemana que hubo una vez una joven virgen llamada Lore, que era hija de un noble caballero cuyo castillo se elevaba sobre una peña llamada Ley, a orillas del Rhin. Un joven, guapo y apuesto caballero se había fijado en la joven Lore por aquel entonces…
Lore, siempre solidaria, siempre dispuesta a ayudar, de corazón transparente y bueno, acudía por costumbre cada mañana a orillas del Rhin a peinarse los cabellos dorados mientras los pescadores extendían sus redes para pescar. Cuando Lore cantaba, las olas del Rhin se calmaban, tan dulce, tan limpio, lánguido y melancólico era el sonido de su voz. Y al terminar sus canciones, los pescadores hallaban sus redes llenas de peces y entre ellos rumoreaban que era debido a los cánticos de Lore. Gozaba de buena acogida entre los pescadores, y la gente del pueblo ansiaba la cercanía de la criatura.
Lore, siempre solidaria, siempre dispuesta a ayudar, de corazón transparente y bueno, acudía por costumbre cada mañana a orillas del Rhin a peinarse los cabellos dorados mientras los pescadores extendían sus redes para pescar. Cuando Lore cantaba, las olas del Rhin se calmaban, tan dulce, tan limpio, lánguido y melancólico era el sonido de su voz. Y al terminar sus canciones, los pescadores hallaban sus redes llenas de peces y entre ellos rumoreaban que era debido a los cánticos de Lore. Gozaba de buena acogida entre los pescadores, y la gente del pueblo ansiaba la cercanía de la criatura.
El apuesto y joven caballero ansiaba tener a Lore en sus brazos para gozar en realidad, solamente de su instinto carnal y acudió a su padre en petición de su mano. Ya estaba fijado el día del enlace, cuando el joven caballero decidió por última vez navegar por el Rhin hacia el sur. Así se lo hizo saber a Lore. Mientras Lore comenzó con los preparativos de la boda, el caballero vio a orillas del Rhin a otras jóvenes muchachas que le atraían. Y en brazos de ellas se olvidó de Lore, de su virginal belleza, de su amor verdadero y de la boda.
El caballero no en vano, tenía fama de mujeriego e infiel.
Lore esperaba paciente sobre la peña mirando hacia el Rhin, y lo hizo cada día hasta el día de la boda donde se hallaba de pie vestida de blanco, mientras el viento le sacudía el velo… Vislumbraba un barco y decía: “Padre, padre, ese debe ser mi amado”. Pero descubrió que su amado no se hallaba en el interior de ese barco.
El caballero no en vano, tenía fama de mujeriego e infiel.
Lore esperaba paciente sobre la peña mirando hacia el Rhin, y lo hizo cada día hasta el día de la boda donde se hallaba de pie vestida de blanco, mientras el viento le sacudía el velo… Vislumbraba un barco y decía: “Padre, padre, ese debe ser mi amado”. Pero descubrió que su amado no se hallaba en el interior de ese barco.
Al llegar la tarde otro barco llegaba desde el sur y Lore que no había perdido la esperanza, de nuevo gritaba: “Padre, oh, padre, ese sí, ese debe ser mi amado”.Y su corazón latía deprisa. De nuevo descubrió que su amado no llegaba.
Al llegar la noche, Lore seguía sobre su peña con la mirada fija sobre las olas del Rhin y vio un tercer barco navegar en su dirección. Y exclamó llena de temor: “Oh padre, es él… mi amado”. Pero no era su caballero, sino sólo un pobre pescador. El dolor y la desesperación se apoderaron de Lore y se arrancó el velo y la corona de lirios blancos que habían adornado su larga y rubia cabellera y la tiró hacia las olas del Rhin, maldiciendo a su amado hasta la eternidad.
Al darse cuenta de sus palabras llenas de odio, no pudiendo soportar ese presente, ni a sí misma, se tiró desde la peña Ley hacia las profundidades del Rhin, donde murió ahogada. Su cuerpo nunca fue encontrado. Dicen, que mil rayos salieron del cielo y destruyeron el castillo del pobre padre de Lore entre llamas, rayos y truenos. Y el viejo caballero murió quemado.
Un siglo más tarde un joven muchacho, hijo único de un poderoso conde navegaba a orillas de la peña Ley, cuando escuchó una lánguida y dulce melodía que parecía atraerle irremediablemente. Desde lejos veía brillar destellos de oro sobre la peña Ley. Cuando se hubo acercado lo suficiente, pudo ver la silueta de una joven de cabellos largos y dorados, peinándoselos al sol del atardecer. Comenzó a sentir una poderosa atracción hacia la joven y mandó a los navegantes anclar el barco a orillas del Ley.
Cuando el joven quiso desde la barca poner el pie sobre una roca, éste resbaló y cayó al Rhin ahogándose. Al llegar dicha noticia al conde, padre del joven, mandó detener y matar a la joven seductora vista sentada sobre la peña. Pero al llegar el barco portador de la orden de dicha detención, una gran ola comenzó a tambalearlos y se dice que el Rhin se los engulló. Fue entonces cuando se decía que aquella chica vista era en realidad una bruja. Intentaban capturarla y todos morían ahogados.
Siglo tras siglo docenas de barcos naufragaban al hallarse cerca de la peña Ley y nadie encontraba ninguna explicación.Se dice que unos años mas tarde un joven cuyo corazón sufría por no ser correspondido, se hallaba sobre la peña Ley para poner fin a su vida, cuando al tirase de cabeza de pronto fue elevado por una criatura mitad mujer, mitad pez, que le salvó de las profundidades, mientras cantaba: “Padre, oh, padre que le lleven tus caballos a la orilla, oh, Neptuno, que yo soy tu niña… Loreley, Loreley…”
Y desde entonces se sabe que Lore al haberse ahogado, y habiéndose convertido en sirena vengativa, ahogando a todos aquellos que se quedaban prendados de su brillo, engañosa belleza que había comenzado a usar para engañar a los superficiales como fue su amado, cual Undine, que no encontró su paz hasta salvar a un hombre que sufría por amor como ella había sufrido. A partir de entonces se convirtió en Loreley.
Dicen que ya nunca más se volvió a ver a orillas del Rhin, pero alguna vez cuando está a punto de anochecer, se escucha el canto de la sirena que murió por amor.
También hay quien afirma, que Loreley al salvar a aquél joven enamorado de la muerte, se liberó de su hechizo y volvió a la vida. Dicen que desde el frió rió Rhin de Alemania, nadó hacía el cálido mar mediterráneo y que a orillas, aún estaba viviendo una joven hasta hoy en día, que se sumergía en muchas apariencias distintas, no pudiendo del todo dejar de engañar a los hombres con su brillo y astucia.
Seduciéndolos hasta hallarlos arrodillados ante ella. Y cuando le hacían finalmente promesas de matrimonio, los dejaba plantados ante el altar… Dicen que una vez al mes, cuando la luna se halla sobre el mar donde ella habita, Loreley se sumerge en el mediterráneo y entonces vuelve a ser mitad mujer, mitad pez, desprendiéndose por una noche de cualquier posible apariencia que da a conocer a sus cercanos…
Espero que os haya gustado mi historia, sólo es mi versión sobre esta leyenda que me contaba mi abuela de pequeña, Loreley… Un día “se suicidó por amor”.Ya no pudo ser la misma. Murió, pero volvió de la muerte. Volvió de las profundidades del Rhin en forma de Sirena, que lleva los hombres al naufragio. Los ciega con su brillo. Sólo ven su brillante cabellera dorada al sol, pero no ven que ya no es mujer, tiene cola de pez…Ya no es la misma.
6 comentarios:
Y tu eres Lreley?? O como ella???
Me ha encantado esta Leyenda.. muxo... Graciassssssss Sirena Bolivarianaaaaaaa.
Besukisssssssssssssssssssss.
Qué historia más bonita.
La he disfrutado mucho.
Gracias
Jose
preciosa...;) gracias feucha;) besos...
Anna
q hermosa historia!! me gusto mucho.. para cuand nos contaras otra? jaja.. la disfrute muchisimo..!! grax x compartir esto cn nosotros.
yo Airyn. 09
Sabes me llamo Loreley y al escuchar esta linda historia es muy parecida a mi realidad, estoy sorprendida,pues ame con el alma y ese hombre se fue con otra y he conocido algunos hombres que temo besar porque es como la historia quedan como encantados y no puedo responderles no logro enamorarme, he regresado 6 anillos de compromiso y he visto con dolor el sufrimiento al alejarlos de mi...que parecida mi vida con esta hermosa historia...quizas por llevar el nombre me he condenado a la leyenda de LORELEY. saludos desde Mexico!!!!
Sabes me llamo Loreley y al escuchar esta linda historia es muy parecida a mi realidad, estoy sorprendida,pues ame con el alma y ese hombre se fue con otra y he conocido algunos hombres que temo besar porque es como la historia quedan como encantados y no puedo responderles no logro enamorarme, he regresado 6 anillos de compromiso y he visto con dolor el sufrimiento al alejarlos de mi...que parecida mi vida con esta hermosa historia...quizas por llevar el nombre me he condenado a la leyenda de LORELEY. saludos desde Mexico!!!!
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