Después del descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492, numerosos aventureros y soldados españoles, los conquistadores, se lanzan a la conquista del nuevo continente, atraídos por su fama de inmensa riqueza, apoyados en el mito de El dorado
Peru, cuyo subsuelo estaría, según se dice, repleto de oro, ejerce una fascinación extraordinaria sobre estos hombres ansiosos por enriquecerse. Además, la magnitud de los botines de Cortés en México y de Pizarro en el Perú parece confirmar la idea de que ese reino existe realmente
El cacique de Guatavita
El mito de Eldorado encuentra su origen en la leyenda del "hombre dorado". El cronista e historiador Gonzalo Fernández de Oviedo sitúa la primera aparición oficial de esta leyenda en 1534. Sin embargo, hace varios años ya que los españoles escuchan insistentes rumores sobre ese reino, situado en alguna parte al interior de las tierras.
Los indios chibchas, nativos de Cundinamarca, el "país del cóndor" (la actual Colombia), celebran cada año una extraña ceremonia. Durante esta ceremonia un cacique, o sea, un soberano local, se unta de grasa de tortuga y de polvo de oro y luego camina, resplandeciente, en medio de sus súbditos, que cantan su alegría y baten tambores. El rey y los nobles suben a una piragua y en medio del lago Guatavita lanzan oro y esmeraldas como ofrenda a los dioses. Finalmente, el cacique se sumerge en el lago y reaparece en medio de un estallido de aplauso
Así nace la leyenda del "hombre dorado" llamada luego, simplemente, El Dorado, supuesto rey de un país mágico. Pero, a lo largo de los años, el mito sigue modificándose y Eldorado -en una sola palabra- se convierte en el reino mismo del oro, cuyas calles están pavimentadas con pepitas y donde casas y objetos están cubiertos con metales preciosos.a búsqueda de los conquistadores
El primero en lanzarse a la búsqueda de Eldorado es un hombre cruel: el alemán Ambroise Alfinger. Financió sus expediciones, entre 1529 y 1538, vendiendo indios marcados con fuego como esclavos en Santo Doming.
Al salir de Coro, capital de Venezuela, sube por el río Magdalena, masacrando a su paso varias tribus indígenas, con el fin de aplastar cualquier intento de rebelión. pero, extraviado y con su tropa dispersa, Alfinger debe abandonar su búsqueda, despúes de varios años de esfuerzos infructuosos, cuando se encuentra apenas a algunas decenas de kilómetros de Cundinamarca. Durante un violento enfrentamiento con los indios, recibe en el cuello un flechazo envenenado y muere al poco tiempo
Este fracaso no disuade a los demás conquistadores. Uno sólo, sin embargo, alcanza el éxito: el español Gonzalo Jiménez de Quesada, un antiguo abogado fascinado por la aventura, que recibió del biógrafo Germán Arciniegas el sobrenombre de "el caballero de Eldorado". Después de un largo y difícil periplo, durante el cual sus hombres son acosados por los indios y consumidos por las fiebres tropicales, penetra en enero de 1537 en Cundinamarca y conquista la capital, Bogotá. Encuentra, efectivamente, oro y diamantes, pero nada que se parezca a las inagotables reservas que el reino del oro poseía supuestamente
Esta desilución convence a los conquistadores de que Eldorado se encuentra en otro lugar. Por ello, se dirigen en vano al este, hacia el Orinoco y las Guyanas (1559-1569). A pesar de los fracasos, el sueño de Eldorado sobrevive todavía en el siglo XVI. Los maravillosos relatos del explorador inglés sir Walter Raleigh contrubuyen a propagarlo en elos siglos XVII y XVIII; incluso Voltaire sitúa ahi una aventura de Cándido
El fin del mito
La leyenda muere definitivamente a principios del siglo XIX, a manos del sabio aleman Humbolst.A pedido de los españoles, que todavía creen en Eldorado, explora los valles del Apure y del Orinoco. Sus apuntes topográficos, de gran precisión, no dejan ninguna duda:
El dorado no existe
En 1594, unnos arqueólogos colombianos establecen que un meteorito cayó hace miles de años en las aguas del lago Guatavita. La ceremonia del "hombre dorado" conmemoraba, tal vez, ese acontecimiento, junto con rendir homenaje a un dios que se supone descendió al fondo del lago. Y los conquistadores españoles, pagando el precio de grandes sufrimientos, tal vez no hicieron más que perseguir una estrella fugaz, apagada hace siglos.
http://enigmatologia.paradoxinc.org/1eldorado.htm
Fotos pilladas de internet ;)
2 comentarios:
Muy interesante . Gracias Afrodita.
saludos
Rocosa
Buenisimo el Artículo.... mu interesante.
Gracias Cielo.
Muakkkkkkkkkkkk
Tibu
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