TOKIO, 22 (AGENCIAS)
aficiones más originales de todo el mundo, ya se sabía. Que son líderes en muchos inventos tecnológicos, también. Lo que se descubre ahora es que hasta los animales del país nipón tienen dotes especiales.
El miércoles, un loro doméstico que se había perdido fue devuelto a su domicilio por la policía gracias a que el ave pudo comunicar el nombre de su dueño y su dirección.
Las autoridades de la provincia de Chiba (centro de Japón) capturaron el pasado 6 de mayo a un loro africano de color gris, al que llevaron a una clínica veterinaria. Los loros grises africanos son un tipo de mascota muy popular entre los japoneses por su capacidad de imitar los sonidos y las palabras humanas y éste no defraudó a sus interlocutores.
Una vez en la clínica, el loro no dejó de repetir "Nakamura Yosuke-kun", el nombre que le había puesto su dueño, Yoshio Nakamura, además de la dirección de su propietario, incluido el número de su domicilio.
Los responsables de la clínica veterinaria reportaron el pasado 19 de mayo a la policía que el loro les había proporcionado esos datos personales y, poco después, las autoridades localizaron a Nakamura y le devolvieron su mascota. Al recibir a su loro, el dueño no se mostró sorprendido: "No estaba preocupado porque prácticamente no vuela y, además le he estado enseñando a decir cosas tales como la dirección", dijo.
Una perra en clase.
También una perra ha saltado a la fama en los últimos días por ayudar al profesor Taro Yoshida en sus clases de religión de un colegio femenino de Tokio. Desde hace cinco años Buddy, así se llama la tranquila perra Terrier de Airedale, acude todos los días para ayudar a niñas de entre 6 y 12 años del colegio cristiano Santa Margarita.
Participa en las clases de religión, preside el saludo que da comienzo a la clase y recibe las atenciones de las niñas.
La mayor parte del tiempo lo pasa tumbada en el suelo, pero cuando se levanta para deambular por la clase alguna niña siempre se encarga de devolverla a su sitio mientras Yoshida, su propietario, continúa con su explicación de los Evangelios.
El profesor Yoshida explicó que la perra enseña a las niñas valores como "la responsabilidad o el valor de la vida" y que ha servido para que descienda la abstención escolar y como boya para las alumnas con problemas.
La decisión de introducir el programa perruno llegó después de escuchar el susurro espontáneo de una niña que no frecuentaba las clases: "Vendría a clase si hubiera un perro en el colegio". Yoshida se lo tomó tan en serio que decidió probarlo.
Todos los días la perra recorre el recinto del colegio con las 'paseadoras de Buddy', seis grupos de cinco niñas encargadas de su paseo y cuidado que rota cada día.
Al principio no fue fácil aplicar el programa, ya que hubo que enfrentarse a muchos obstáculos como problemas de alergias entre algunas alumnas y algunos accidentes. Además, a Yoshida le preocupó durante un tiempo que la presencia del perro descentrara a las niñas, pero después de un tiempo se dio cuenta de que las propias alumnas se pedían silencio unas a otras para no molestar a Buddy.
La perra, que recibió su bendición con otras niñas en la capilla del colegio el pasado marzo cuando cumplió cinco años, entró a 'trabajar' en 2003, cuando sólo era un cachorro, pero ahora ya tiene once crías. Desde entonces participa cada semana en veinte clases de religión cristiana de seis cursos diferentes.
Animales y robots
La práctica de usar a los animales como ayuda diaria está cobrando importancia en un país en el que se exige ante todo perfección y precisión y que además se vuelve loco con los animales y, sobre todo, los perros.
Por eso la Asociación japonesa de Hospitales de Animales ha organizado más de 9.200 actividades de terapia de animales en las escuelas y hospitales. Y cuándo los animales de siempre no tienen dotes suficientes para lo que se les pide, Japón encuentra una solución.
Existe un robot terapéutico en forma de foca llamado Paro, que se aplica sobre todo en el cuidado de ancianos. La foca Paro todavía no está muy extendida pero, según la Asociación, los hospitales y centro de atención a las personas mayores de Japón han contado en los últimos doce años con 555.443 actividades con perros, 14.398 con gatos y 5.502 con otros animales como hámster o conejos para sus terapias.
1 comentario:
LA MARE PARIO A LOS NIPONES..... Y CON LA CARA TONTOS KE TIENEN... Y TOOO LO KE SABENNNN...
MUAKKKKKKKKKKKKKK.
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